Atrax robustus. Su veneno ha permitido crear un bioplaguicida inocuo para las abejas. Fuente: Wikipedia.
Cada vez existen más evidencias científicas de que los pesticidas de uso común están relacionados con la desaparición masiva de abejas, un fenómeno bautizado como “colapso de colonias” (Colony Collapse Disorder o CCD, por sus siglas en inglés).
El informe más reciente a este respecto, publicado por Greenpeace, señalaba en marzo que más de dos tercios del polen recogido en 12 países de Europa están contaminados de sustancias químicas que ponen en peligro a esta especie.
Por ello, la ONG ha pedido a los responsables políticos que amplíen las prohibiciones parciales existentes sobre los plaguicidas que matan a estos insectos. Su desaparición –temida desde inicios del milenio- pondría en riesgo la polinización de los cultivos y, en consecuencia, la alimentación de la humanidad.
Por otra parte, en 2013, la Comisión Europea decidió prohibir durante dos años tres tipos de pesticidas neurotóxicos, derivados de la nicotina (nicotinoides), por su relación con la muerte masiva de las abejas: tiametoxam, imidacloprid y clotianidina.
El informe más reciente a este respecto, publicado por Greenpeace, señalaba en marzo que más de dos tercios del polen recogido en 12 países de Europa están contaminados de sustancias químicas que ponen en peligro a esta especie.
Por ello, la ONG ha pedido a los responsables políticos que amplíen las prohibiciones parciales existentes sobre los plaguicidas que matan a estos insectos. Su desaparición –temida desde inicios del milenio- pondría en riesgo la polinización de los cultivos y, en consecuencia, la alimentación de la humanidad.
Por otra parte, en 2013, la Comisión Europea decidió prohibir durante dos años tres tipos de pesticidas neurotóxicos, derivados de la nicotina (nicotinoides), por su relación con la muerte masiva de las abejas: tiametoxam, imidacloprid y clotianidina.
La receta
Dada la situación, habría que buscar alternativas a los pesticidas tradicionales, para seguir cultivando sin dañar a estos polinizadores clave. Eso es lo que han hecho investigadores de la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido.
Estos científicos han creado un novedoso biopesticida que es una combinación del veneno de una araña letal y de una proteína vegetal. El resultado parece seguro para las abejas, a pesar de ser altamente tóxico para diversos insectos que causan plagas, informa la Universidad de Newcastle en un comunicado.
La araña escogida para componer el bioplaguicida es la Atrax robustus, perteneciente a la familia Hexathelidae. Se trata de una especie venenosa nativa del este de Australia que teje sus telarañas en forma de túnel. La proteína seleccionada (lectina) fue tomada del llamado “narciso de las nieves”. La receta resultante ha sido bautizada como Hv1a/GNA.
En pruebas realizadas con esta sustancia, con dosis fuertes y persistentes y a niveles más altos de lo que las abejas experimentarían en la naturaleza, se constató que la Hv1a/GNA solo tenía un ligero efecto sobre la supervivencia de las abejas, y ningún efecto mensurable en su aprendizaje y memoria.
Este último punto es importante, pues las abejas deben aprender y recordar los rasgos florales asociados a los alimentos, tanto para poder encontrar comida como para poder regresar a sus colmenas. La incapacidad para hacer ambas cosas desemboca en la muerte segura de estos insectos.
Las abejas fueron expuestas a concentraciones variables del biopesticida durante un período de siete días. El equipo llevó a cabo asimismo una serie de pruebas de memoria y registró todos los cambios en el comportamiento de las abejas.
Una alternativa segura
Los resultados obtenidos han llevado a los investigadores a afirmar que la Hv1a/GNA es una alternativa segura a los pesticidas neonicotinoides antes mencionados, y cuyo uso ya está siendo restringido en países.
Según publica la revista Physorg, se ha demostrado que el biopesticida resultaría asimismo inocuo para los humanos, a pesar de que puede acabar con diversas plagas clave. Por último, el estudio demostró que las larvas de abeja también resultaron indemnes a la Hv1a/GNA.
Dada la situación, habría que buscar alternativas a los pesticidas tradicionales, para seguir cultivando sin dañar a estos polinizadores clave. Eso es lo que han hecho investigadores de la Universidad de Newcastle, en el Reino Unido.
Estos científicos han creado un novedoso biopesticida que es una combinación del veneno de una araña letal y de una proteína vegetal. El resultado parece seguro para las abejas, a pesar de ser altamente tóxico para diversos insectos que causan plagas, informa la Universidad de Newcastle en un comunicado.
La araña escogida para componer el bioplaguicida es la Atrax robustus, perteneciente a la familia Hexathelidae. Se trata de una especie venenosa nativa del este de Australia que teje sus telarañas en forma de túnel. La proteína seleccionada (lectina) fue tomada del llamado “narciso de las nieves”. La receta resultante ha sido bautizada como Hv1a/GNA.
En pruebas realizadas con esta sustancia, con dosis fuertes y persistentes y a niveles más altos de lo que las abejas experimentarían en la naturaleza, se constató que la Hv1a/GNA solo tenía un ligero efecto sobre la supervivencia de las abejas, y ningún efecto mensurable en su aprendizaje y memoria.
Este último punto es importante, pues las abejas deben aprender y recordar los rasgos florales asociados a los alimentos, tanto para poder encontrar comida como para poder regresar a sus colmenas. La incapacidad para hacer ambas cosas desemboca en la muerte segura de estos insectos.
Las abejas fueron expuestas a concentraciones variables del biopesticida durante un período de siete días. El equipo llevó a cabo asimismo una serie de pruebas de memoria y registró todos los cambios en el comportamiento de las abejas.
Una alternativa segura
Los resultados obtenidos han llevado a los investigadores a afirmar que la Hv1a/GNA es una alternativa segura a los pesticidas neonicotinoides antes mencionados, y cuyo uso ya está siendo restringido en países.
Según publica la revista Physorg, se ha demostrado que el biopesticida resultaría asimismo inocuo para los humanos, a pesar de que puede acabar con diversas plagas clave. Por último, el estudio demostró que las larvas de abeja también resultaron indemnes a la Hv1a/GNA.
Referencia bibliográfica:
Erich Nakasu, Sally Williamson, Martin Edwards, Elaine Fitches, John Gatehouse, Geraldine Wright y Angharad Gatehouse. Novel biopesticide based on a spider venom peptide shows no adverse effects on honeybees. Proceedings of the Royal Society B (2014). DOI: 10.1098/rspb.2014.0619.
Erich Nakasu, Sally Williamson, Martin Edwards, Elaine Fitches, John Gatehouse, Geraldine Wright y Angharad Gatehouse. Novel biopesticide based on a spider venom peptide shows no adverse effects on honeybees. Proceedings of the Royal Society B (2014). DOI: 10.1098/rspb.2014.0619.