El sol puede afectar a la fertilidad humana durante generaciones

Un estudio noruego revela un efecto inesperado de los rayos ultravioletas


El aumento de la radiación ultravioleta o UV, como consecuencia de una actividad solar incrementada, puede afectar a la fertilidad humana, incluso a través de generaciones. Esto es lo que ha revelado un estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTU) en el que se analizó la descendencia de 9.000 personas que vivieron entre los años 1750 y 1900.


NTU/T21
09/01/2015

Un nuevo estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTU) señala que el aumento de la radiación ultravioleta o UV, parte integrante de los rayos solares, puede afectar a la fertilidad humana, incluso a través de generaciones.

La investigación fue realizada por Gine Rollo Skjærvø, del departamento de biología de dicho centro; y consistió en el análisis de registros de nacimientos recogidos en iglesias del país entre los años  1750 y 1900.

La especialista contempló en estos análisis diversas variables de historia de vida, como la edad de las mujeres allí reflejadas cuando tuvieron su primer hijo, los años que pasaban entre el nacimiento de cada hijo de cada mujer o cuántos de estos descendientes sobrevivieron. También se observó cuántos de estos niños llegaron a su vez a casarse y a tener sus propios hijos.

En total, se estudió información de más de 9.000 personas, informa la NTU en un comunicado. Además, parte de estos datos fueron comparados con factores ambientales, como la actividad solar de ese periodo.

Skjærvø y sus colaboradores descubrieron así que los niños nacidos en años con mucha actividad solar tuvieron una mayor probabilidad de morir, en comparación con los niños que nacieron en años con menor actividad solar.

Un efecto perdurable

Como media, reveló el estudio, la esperanza de vida de los niños nacidos en años de mucha actividad solar fue 5,2 años menor que otros niños. La mayor diferencia se constató en la probabilidad de morir durante los dos primeros años de vida.

Por otra parte, los niños nacidos en años con mucho sol y que sobrevivieron también fueron más propensos a tener menos hijos. Estos, a su vez, tuvieron menos niños que los descendientes de niños nacidos en años de menor actividad solar.

Los descubrimientos demuestran, según los investigadores, que el aumento de la radiación UV durante años de alta actividad solar tiene un efecto que se mantiene a través de generaciones.

Ciclos de 11 años

Skjærvø utilizó información sobre el número de manchas solares para determinar la cantidad de radiación ultravioleta en un año determinado.

Estas manchas son regiones del Sol que tiene una temperatura más baja que sus alrededores, pero también tienen una intensa actividad magnética. El número de manchas solares alcanza un máximo cada 11 años como media, lo que resulta en una incidencia mayor de radiación UV sobre la Tierra.

Se sabe que la radiación UV puede tener efectos positivos sobre los niveles de vitamina D en los humanos, pero también que puede provocar una reducción de la vitamina B9 (folato) ; y los niveles bajos de folato durante el embarazo han sido relacionados con una mayor mortalidad infantil.

Las mujeres de bajo estatus, las más afectadas

El estudio mostró, por otra parte, que los grupos socioeconómicos más bajos fueron los que más sufrieron los efectos de la radiación UV en su descendencia.

Esto probablemente está relacionado con el período de tiempo estudiado por Skjærvø, una época en que de la diferencia entre clases estaba muy marcada en Noruega, especialmente en zonas rurales. Las mujeres que trabajaban en el campo eran entonces las que más expuestas estaban al sol y, en muchos casos, también las que tenían una dieta más pobre.

Implicaciones para el presente

Dado que se espera que tanto el cambio climático como la variabilidad de la capa de ozono puedan aumentar la cantidad de radiación UV que llega a la Tierra en el futuro, los investigadores de la NTNU piden precaución a las mujeres que quieran tener hijos.

"Probablemente hay muchos factores que entran en juego, pero hemos medido un efecto a largo plazo a través de generaciones. La conclusión de nuestro estudio es que no se debe tomar el sol si se está embarazada y se quiere tener muchos nietos", señala Skjærvø.

Referencia bibliográfica:

Gine Roll Skjærvø, Frode Fossøy, Eivin Røskaft. Solar activity at birth predicted infant survival and women’s fertility in historical Norway. Proceedings of the Royal Society B (2015). DOI: 10.1098/rspb.2014.2032.
 



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