El sistema monetario virtual Bitcoin sufre problemas reales. Imagen: Bohman. Fuente: Flickr.
Un defecto importante que ha pasado hasta ahora desapercibido deja el mercado de 1.500 millones de dólares de monedas Bitcoin abierto a la manipulación y a una posible adquisición, según un nuevo estudio realizado por dos científicos informáticos de la Universidad de Cornell (Ithaca, Nueva York, EE.UU.).
Bitcoin es una moneda online que funciona sin un banco emisor central, sino de forma descentralizada, de ordenador a ordenador (peer-to-peer). En lugar de intercambiar monedas físicas, los usuarios de Bitcoin utilizan Internet para registrar transacciones de dinero en un libro de contabilidad global.
Esta contabilidad es mantenida por una red peer-to-peer de ordenadores llamado mineros, que reciben Bitcoins en pago por su trabajo. En teoría, el sistema Bitcoin está protegido contra una conspiración de grupos minoritarios de estos mineros.
Pero los investigadores Ittay Eyal y Emin Gün Sirer han descubierto que esto no es así. En un artículo publicado en ArXiv, y resumido en Newswise, describen una estrategia minera que denominan "Selfish-Mine", "mina egoísta", que permite a un grupo de mineros que estén en connivencia ganar más de lo que les corresponde.
Las implicaciones de estos resultados son devastadoras para el sistema, aseguran Eyal y Sirer. Una vez que se forma un pool (grupo) "egoísta", otros mineros querrán unirse a ese grupo para aumentar sus ingresos. Este proceso puede llevar a que tomen el control del sistema.
Bitcoin es una moneda online que funciona sin un banco emisor central, sino de forma descentralizada, de ordenador a ordenador (peer-to-peer). En lugar de intercambiar monedas físicas, los usuarios de Bitcoin utilizan Internet para registrar transacciones de dinero en un libro de contabilidad global.
Esta contabilidad es mantenida por una red peer-to-peer de ordenadores llamado mineros, que reciben Bitcoins en pago por su trabajo. En teoría, el sistema Bitcoin está protegido contra una conspiración de grupos minoritarios de estos mineros.
Pero los investigadores Ittay Eyal y Emin Gün Sirer han descubierto que esto no es así. En un artículo publicado en ArXiv, y resumido en Newswise, describen una estrategia minera que denominan "Selfish-Mine", "mina egoísta", que permite a un grupo de mineros que estén en connivencia ganar más de lo que les corresponde.
Las implicaciones de estos resultados son devastadoras para el sistema, aseguran Eyal y Sirer. Una vez que se forma un pool (grupo) "egoísta", otros mineros querrán unirse a ese grupo para aumentar sus ingresos. Este proceso puede llevar a que tomen el control del sistema.
Posible solución
En la actualidad, cualquier grupo puede utilizar la estrategia Selfish-Mine. Eyal y Sirer sugieren un parche para evitar que para utilizarla el grupo deba tener al menos el tamaño de la cuarta parte del sistema.
Advierten, sin embargo, de que los grupos de este tamaño sí existen en la actualidad (por razones más positivas), y deben ser desmantelados para que el sistema sea inmune a la "minería egoísta".
Este sistema requeriría que tres de cada cuatro mineros sean honestos. Este límite es significativamente más alto que el considerado hasta ahora correcto: la mitad.
Los autores creen, sin embargo, que "el ecosistema Bitcoin es lo suficientemente fuerte como para mantener una gran mayoría de mineros honestos". La pregunta es: ¿Pueden los mineros aprobar la propuesta de parche y desmontar los grupos demasiado antes de que surja un grupo minero egoísta?
Controversias
Bitcoin ha recibido críticas a menudo puesto que se basa puramente en la confianza mutua de la gente, a diferencia de los sistemas monetarios tradicionales, que confían en una autoridad central (el banco emisor), que en principio es bastante fiable.
Además, el sistema está sometido a riesgos por la volatilidad del tipo de cambio, por errores en el software, virus informáticos, ataques de otro tipo, etc. Como actualmente no existe ningún sistema de protección de depósitos para fondos en Bitcoin, es el propio usuario el que debe hacer frente directamente a todos esos riesgos.
Otro problema de Bitcoin es que al realizarse de manera casi anónima, puede simplificar la compra de drogas y otras mercancías ilegales, el lavado de dinero y la evasión de impuestos.
Por último, Bitcoin no está respaldado por el gobierno de ningún país, ni se rige por la normativa del Fondo Monetario Internacional. Por esta razón, si Bitcoin alcanzara un valor significativo, podría llegar a suponer una amenaza a la estabilidad de las divisas mediante la puesta en marcha de ataques especulativos, a no ser que el propio Fondo Monetario Internacional desarrollara algún método fuera de la normativa actual para evitarlo.
En la actualidad, cualquier grupo puede utilizar la estrategia Selfish-Mine. Eyal y Sirer sugieren un parche para evitar que para utilizarla el grupo deba tener al menos el tamaño de la cuarta parte del sistema.
Advierten, sin embargo, de que los grupos de este tamaño sí existen en la actualidad (por razones más positivas), y deben ser desmantelados para que el sistema sea inmune a la "minería egoísta".
Este sistema requeriría que tres de cada cuatro mineros sean honestos. Este límite es significativamente más alto que el considerado hasta ahora correcto: la mitad.
Los autores creen, sin embargo, que "el ecosistema Bitcoin es lo suficientemente fuerte como para mantener una gran mayoría de mineros honestos". La pregunta es: ¿Pueden los mineros aprobar la propuesta de parche y desmontar los grupos demasiado antes de que surja un grupo minero egoísta?
Controversias
Bitcoin ha recibido críticas a menudo puesto que se basa puramente en la confianza mutua de la gente, a diferencia de los sistemas monetarios tradicionales, que confían en una autoridad central (el banco emisor), que en principio es bastante fiable.
Además, el sistema está sometido a riesgos por la volatilidad del tipo de cambio, por errores en el software, virus informáticos, ataques de otro tipo, etc. Como actualmente no existe ningún sistema de protección de depósitos para fondos en Bitcoin, es el propio usuario el que debe hacer frente directamente a todos esos riesgos.
Otro problema de Bitcoin es que al realizarse de manera casi anónima, puede simplificar la compra de drogas y otras mercancías ilegales, el lavado de dinero y la evasión de impuestos.
Por último, Bitcoin no está respaldado por el gobierno de ningún país, ni se rige por la normativa del Fondo Monetario Internacional. Por esta razón, si Bitcoin alcanzara un valor significativo, podría llegar a suponer una amenaza a la estabilidad de las divisas mediante la puesta en marcha de ataques especulativos, a no ser que el propio Fondo Monetario Internacional desarrollara algún método fuera de la normativa actual para evitarlo.
Referencia bibliográfica:
Ittay Eyal y Emin Gun Sirer. Majority is not Enough: Bitcoin Mining is Vulnerable. arXiv:1311.0243.
Ittay Eyal y Emin Gun Sirer. Majority is not Enough: Bitcoin Mining is Vulnerable. arXiv:1311.0243.