Imagen: Norm_Bosworth. Fuente: Pixabay.
El impacto que han provocado los seres humanos en la Tierra en términos de cómo se producen y consumen los recursos ha formado un "llamativo nuevo modelo" en el flujo de energía global del planeta, según investigadores de la Universidad de Leicester (Reino Unido).
La investigación sugiere que la Tierra se caracteriza ahora por un modelo geológico sin precedentes de flujo de energía global que está influido de forma omnipresente por los seres humanos -y que es necesario para el mantenimiento de la complejidad de las sociedades humanas modernas.
El nuevo estudio, publicado en la revista Earth's Future, está dirigido por los profesores Mark Williams y Jan Zalasiewicz, del departamento de Geología, que han trabajado con un equipo internacional de investigadores, informa la Universidad en un comunicado.
Mientras analizaban el fenómeno del Antropoceno -la época en la que los humanos dominan la geología de la superficie de la Tierra- el equipo identificó que los patrones humanos de producción y consumo son un factor clave la que caracteriza, y comparados con los viejos patrones de miles de millones de años del planeta Tierra, forman un llamativo nuevo patrón.
Zalasiewicz explica: "Cambios muy grandes en el patrón de producción y consumo biológico de nuestro planeta no ocurren muy a menudo. La aparición de la fotosíntesis fue uno, en torno a 2.500 millones de años. Luego, hace un poco más de 500.000 millones de años, aparecieron animales como los trilobites, que se añadieron a los carroñeros y depredadores en una red alimentaria de complejidad creciente".
"Otros acontecimientos importantes han sucedido desde entonces: por ejemplo, cinco grandes extinciones masivas, pero incluso comparados con estos eventos, los cambios impulsados por los humanos en la producción y el consumo son claramente nuevos."
Cary Bennett, del mismo departamento, añade: "No tiene precedentes que una sola especie se apropie de algo así como un cuarto de la producción biológica primaria neta del planeta y se convierta en la práctica en el depredador superior tanto en tierra como en el mar".
Además, por la extracción del fósforo del suelo y del nitrógeno del aire para hacer fertilizantes; y mediante la explotación de cientos de millones de años de energía almacenada basada en carbono, de una forma aún acelerada, los seres humanos están aumentando la productividad muy por encima de los niveles naturales. Además, los animales han sido rediseñados para adaptarse a nuestros propósitos.
La investigación sugiere que la Tierra se caracteriza ahora por un modelo geológico sin precedentes de flujo de energía global que está influido de forma omnipresente por los seres humanos -y que es necesario para el mantenimiento de la complejidad de las sociedades humanas modernas.
El nuevo estudio, publicado en la revista Earth's Future, está dirigido por los profesores Mark Williams y Jan Zalasiewicz, del departamento de Geología, que han trabajado con un equipo internacional de investigadores, informa la Universidad en un comunicado.
Mientras analizaban el fenómeno del Antropoceno -la época en la que los humanos dominan la geología de la superficie de la Tierra- el equipo identificó que los patrones humanos de producción y consumo son un factor clave la que caracteriza, y comparados con los viejos patrones de miles de millones de años del planeta Tierra, forman un llamativo nuevo patrón.
Zalasiewicz explica: "Cambios muy grandes en el patrón de producción y consumo biológico de nuestro planeta no ocurren muy a menudo. La aparición de la fotosíntesis fue uno, en torno a 2.500 millones de años. Luego, hace un poco más de 500.000 millones de años, aparecieron animales como los trilobites, que se añadieron a los carroñeros y depredadores en una red alimentaria de complejidad creciente".
"Otros acontecimientos importantes han sucedido desde entonces: por ejemplo, cinco grandes extinciones masivas, pero incluso comparados con estos eventos, los cambios impulsados por los humanos en la producción y el consumo son claramente nuevos."
Cary Bennett, del mismo departamento, añade: "No tiene precedentes que una sola especie se apropie de algo así como un cuarto de la producción biológica primaria neta del planeta y se convierta en la práctica en el depredador superior tanto en tierra como en el mar".
Además, por la extracción del fósforo del suelo y del nitrógeno del aire para hacer fertilizantes; y mediante la explotación de cientos de millones de años de energía almacenada basada en carbono, de una forma aún acelerada, los seres humanos están aumentando la productividad muy por encima de los niveles naturales. Además, los animales han sido rediseñados para adaptarse a nuestros propósitos.
Estratos
Zalasiewicz añade: "Esta remodelación de la relación entre la producción y el consumo de la Tierra está dejando señales en los estratos que se están formando, y esto ayuda a caracterizar el Antropoceno como una unidad de tiempo geológico. También tiene una importancia más amplia y fundamental en la señalización de una nueva etapa en la evolución biológica de este planeta".
El arqueólogo Mateo Edgeworth, de la Escuela de Arqueología e Historia Antigua de la Universidad de Leicester, añade: "Los recientes cambios en la biosfera de la Tierra, causados en parte por la actividad humana, están empezando a hacerse evidentes en las rocas y los estratos del suelo. Señales estratigráficas sin precedentes están retando a disciplinas como la geología y la arqueología para evaluar dichos cambios y ponerlos en contexto temporal, en relación con otras transiciones importantes de la historia de la Tierra".
Colin Waters, del British Geological Survey, señala: "La sociedad humana moderna está estructurada en torno a la producción económica y el consumo y nuestra reciente perturbación del equilibrio entre ambos, sobre todo desde la mitad del siglo XX, dejará una señal que proporcionará un legado duradero de nuestra existencia en este planeta".
En 2016 el Grupo de Trabajo Antropoceno, dirigido por el profesor Zalasiewicz, reunirá más datos del Antropoceno, lo cual ayudará a decidir si esta nueva unidad de tiempo debe ser formalizada y, si es así, cómo podría ser definida y caracterizada.
Zalasiewicz añade: "Esta remodelación de la relación entre la producción y el consumo de la Tierra está dejando señales en los estratos que se están formando, y esto ayuda a caracterizar el Antropoceno como una unidad de tiempo geológico. También tiene una importancia más amplia y fundamental en la señalización de una nueva etapa en la evolución biológica de este planeta".
El arqueólogo Mateo Edgeworth, de la Escuela de Arqueología e Historia Antigua de la Universidad de Leicester, añade: "Los recientes cambios en la biosfera de la Tierra, causados en parte por la actividad humana, están empezando a hacerse evidentes en las rocas y los estratos del suelo. Señales estratigráficas sin precedentes están retando a disciplinas como la geología y la arqueología para evaluar dichos cambios y ponerlos en contexto temporal, en relación con otras transiciones importantes de la historia de la Tierra".
Colin Waters, del British Geological Survey, señala: "La sociedad humana moderna está estructurada en torno a la producción económica y el consumo y nuestra reciente perturbación del equilibrio entre ambos, sobre todo desde la mitad del siglo XX, dejará una señal que proporcionará un legado duradero de nuestra existencia en este planeta".
En 2016 el Grupo de Trabajo Antropoceno, dirigido por el profesor Zalasiewicz, reunirá más datos del Antropoceno, lo cual ayudará a decidir si esta nueva unidad de tiempo debe ser formalizada y, si es así, cómo podría ser definida y caracterizada.
Referencia bibliográfica:
Mark Williams, Jan Zalasiewicz, Colin N. Waters, Matt Edgeworth, Carys Bennett, Anthony D. Barnosky, Erle C. Ellis, Michael A. Ellis, Alejandro Cearreta, Peter K. Haff, Juliana A. Ivar do Sul, Reinhold Leinfelder, John R. McNeill, Eric Odada, Naomi Oreskes, Andrew Revkin, Daniel deB Richter, Will Steffen, Colin Summerhayes, James P. Syvitski, Davor Vidas, Michael Wagreich, Scott L. Wing, Alexander P. Wolfe, An Zhisheng: The Anthropocene: a conspicuous stratigraphical signal of anthropogenic changes in production and consumption across the biosphere. Earth's Future (2016). DOI: 10.1002/2015EF000339.
Mark Williams, Jan Zalasiewicz, Colin N. Waters, Matt Edgeworth, Carys Bennett, Anthony D. Barnosky, Erle C. Ellis, Michael A. Ellis, Alejandro Cearreta, Peter K. Haff, Juliana A. Ivar do Sul, Reinhold Leinfelder, John R. McNeill, Eric Odada, Naomi Oreskes, Andrew Revkin, Daniel deB Richter, Will Steffen, Colin Summerhayes, James P. Syvitski, Davor Vidas, Michael Wagreich, Scott L. Wing, Alexander P. Wolfe, An Zhisheng: The Anthropocene: a conspicuous stratigraphical signal of anthropogenic changes in production and consumption across the biosphere. Earth's Future (2016). DOI: 10.1002/2015EF000339.