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Según un reciente estudio, realizado por un grupo de expertos de la Universidad Médica de Innsbruck en Austria y hecho público el 18 de enero por la revista Journal of Adolescent Medicine, los piercings de metal colocados en la lengua tienden a causar graves infecciones bucales y provocan daños en las encías y en los dientes, de acuerdo con un comunicado de prensa de la revista online Science News.
Para algunos adolescentes la utilización de accesorios en la boca es sinónimo de estar a la moda, sin embargo, la mayoría no conoce los problemas que a corto plazo se generan dentro de la cavidad bucal al realizarse una perforación. A pesar de que en el mercado existe una gran variedad de materiales, tanto de plásticos (o teflón) como de acero inoxidable (o titanio), los piercings metálicos son los más elegidos por el público joven.
Para llegar al fondo del asunto, la doctora Inés Kapferer y su grupo de especialistas realizaron un estudio con 68 mujeres y 12 hombres con una edad promedio de 23 años. Ambos contaban con perforaciones en la lengua. Los investigadores colocaron de forma aleatoria piercings de distintos materiales en los participantes, algunos de acero inoxidable y titanio, y otros de materiales plásticos (como polipropileno). Los pendientes se extrajeron después de dos semanas y se tomaron muestras microbiológicas de los mismos, del lugar de la perforación y de la lengua.
Los resultados fueron contundentes: de 80 bacterias vinculadas a enfermedades bucales, 67 se habían acumulado en los pernos de acero inoxidable que en los polímeros. Al mismo tiempo, las bacterias encontradas en el metal eran asociadas a bacilos que originaban problemas en todo el cuerpo, como la Staphylococcus aureus y la Haemophilus influenza. En conclusión, tanto los hombres como las mujeres tenían una gran cantidad de bacterias en los pernos metálicos que en los pendientes plásticos.
Para algunos adolescentes la utilización de accesorios en la boca es sinónimo de estar a la moda, sin embargo, la mayoría no conoce los problemas que a corto plazo se generan dentro de la cavidad bucal al realizarse una perforación. A pesar de que en el mercado existe una gran variedad de materiales, tanto de plásticos (o teflón) como de acero inoxidable (o titanio), los piercings metálicos son los más elegidos por el público joven.
Para llegar al fondo del asunto, la doctora Inés Kapferer y su grupo de especialistas realizaron un estudio con 68 mujeres y 12 hombres con una edad promedio de 23 años. Ambos contaban con perforaciones en la lengua. Los investigadores colocaron de forma aleatoria piercings de distintos materiales en los participantes, algunos de acero inoxidable y titanio, y otros de materiales plásticos (como polipropileno). Los pendientes se extrajeron después de dos semanas y se tomaron muestras microbiológicas de los mismos, del lugar de la perforación y de la lengua.
Los resultados fueron contundentes: de 80 bacterias vinculadas a enfermedades bucales, 67 se habían acumulado en los pernos de acero inoxidable que en los polímeros. Al mismo tiempo, las bacterias encontradas en el metal eran asociadas a bacilos que originaban problemas en todo el cuerpo, como la Staphylococcus aureus y la Haemophilus influenza. En conclusión, tanto los hombres como las mujeres tenían una gran cantidad de bacterias en los pernos metálicos que en los pendientes plásticos.
Depósito bacteriológico
Un foco de infección podría hallarse en las capas finas de bacterias, conocidas normalmente como biopelículas (o biofilms), que cubren los piercing y que actúan como reserva de gérmenes, de acuerdo con Kapferer y sus colegas. Las biopelículas son un gran ecosistema microbiano organizado, conformado por uno o varios microorganismos asociados a una superficie viva o inerte, con características funcionales y estructuras complejas. Este tipo de conformación microbiana ocurre cuando las células planctónicas se adhieren a una superficie o sustrato.
Muchas de estas bacterias normalmente se producen en las biopelículas, una combinación pegajosa de bacterias, células, lípidos, proteínas, hilos de azúcar molecular y otras sustancias. Los investigadores consideran que las superficies de acero inoxidable son más propicias a la formación de biopelículas que los pernos de plástico.
Para el científico Sharukh Khajotia, especialista en biomateriales dentales de la Universidad de Oklahoma, las biopelículas forman una cubierta protectora para las bacterias. “Esto significa que las bacterias son difíciles de combatir con los antibióticos”, reveló el especialista. “Mucho trabajo queda por hacer para entender cuáles son los factores que influyen en su formación”, sostuvo el experto.
Las biopelículas están asociadas a la naturaleza crónica de infecciones como las que se presentan en los pulmones de pacientes con fibrosis quística. También se ha encontrado que más del 60% de las infecciones bacterianas son causadas por biopelículas. Por este motivo, han sido ampliamente estudiadas y actualmente se las consideran una amenaza clínica potencialmente peligrosas ya que son capaces de crecer en catéteres e implementos médicos y quirúrgicos. “Una biopartícula bien conocida es la placa dental”, reveló Khajotia.
Un foco de infección podría hallarse en las capas finas de bacterias, conocidas normalmente como biopelículas (o biofilms), que cubren los piercing y que actúan como reserva de gérmenes, de acuerdo con Kapferer y sus colegas. Las biopelículas son un gran ecosistema microbiano organizado, conformado por uno o varios microorganismos asociados a una superficie viva o inerte, con características funcionales y estructuras complejas. Este tipo de conformación microbiana ocurre cuando las células planctónicas se adhieren a una superficie o sustrato.
Muchas de estas bacterias normalmente se producen en las biopelículas, una combinación pegajosa de bacterias, células, lípidos, proteínas, hilos de azúcar molecular y otras sustancias. Los investigadores consideran que las superficies de acero inoxidable son más propicias a la formación de biopelículas que los pernos de plástico.
Para el científico Sharukh Khajotia, especialista en biomateriales dentales de la Universidad de Oklahoma, las biopelículas forman una cubierta protectora para las bacterias. “Esto significa que las bacterias son difíciles de combatir con los antibióticos”, reveló el especialista. “Mucho trabajo queda por hacer para entender cuáles son los factores que influyen en su formación”, sostuvo el experto.
Las biopelículas están asociadas a la naturaleza crónica de infecciones como las que se presentan en los pulmones de pacientes con fibrosis quística. También se ha encontrado que más del 60% de las infecciones bacterianas son causadas por biopelículas. Por este motivo, han sido ampliamente estudiadas y actualmente se las consideran una amenaza clínica potencialmente peligrosas ya que son capaces de crecer en catéteres e implementos médicos y quirúrgicos. “Una biopartícula bien conocida es la placa dental”, reveló Khajotia.
Riesgos mayores
Para la doctora Ruchi Nijjar Sahota, dentista de Fremont (California) asesora de consumidores de la American Dental Association, no es importante el tipo de material del arete porque probablemente éste dañe la parte posterior de los dientes frontales. “La mayoría de los pacientes que he visto han desarrollado o una infección en las encías o han sufrido algún tipo de trauma en sus dientes debido al aro en la lengua”, sostuvo.
Estudios anteriores han arrojado que las perforaciones en la lengua aumentan los riesgos de sufrir infecciones en la boca, que más tarde se pueden expandir a otras zonas del cuerpo. De esta manera, se han registrado casos de Hepatitis C, síndrome de shock tóxico (produciéndose por vía cutánea, vaginal o faríngea), abscesos cerebrales (cuando las bacterias u hongos infectan parte del cerebro) y una infección cardíaca denominada endocarditis (inflamación provocada en las cámaras y válvulas cardíacas). Los investigadores señalan que varias de las bacterias que se encuentran en los pernos de metal también se muestran en las infecciones sistémicas, es decir, en todo el organismo.
Las infecciones graves se pueden desarrollar a pocas semanas de la perforación o pueden aparecer en varios meses. Actualmente, la American Dental Association se opone rotundamente a la colocación de piercings en la lengua.
Para la doctora Ruchi Nijjar Sahota, dentista de Fremont (California) asesora de consumidores de la American Dental Association, no es importante el tipo de material del arete porque probablemente éste dañe la parte posterior de los dientes frontales. “La mayoría de los pacientes que he visto han desarrollado o una infección en las encías o han sufrido algún tipo de trauma en sus dientes debido al aro en la lengua”, sostuvo.
Estudios anteriores han arrojado que las perforaciones en la lengua aumentan los riesgos de sufrir infecciones en la boca, que más tarde se pueden expandir a otras zonas del cuerpo. De esta manera, se han registrado casos de Hepatitis C, síndrome de shock tóxico (produciéndose por vía cutánea, vaginal o faríngea), abscesos cerebrales (cuando las bacterias u hongos infectan parte del cerebro) y una infección cardíaca denominada endocarditis (inflamación provocada en las cámaras y válvulas cardíacas). Los investigadores señalan que varias de las bacterias que se encuentran en los pernos de metal también se muestran en las infecciones sistémicas, es decir, en todo el organismo.
Las infecciones graves se pueden desarrollar a pocas semanas de la perforación o pueden aparecer en varios meses. Actualmente, la American Dental Association se opone rotundamente a la colocación de piercings en la lengua.