Los servicios ferroviarios de alta velocidad se expanden en todo el mundo. Fuente: rail.co
En los próximos años, las redes ferroviarias de alta velocidad registrarán una importante expansión a nivel mundial. Así lo establece una investigación del Worldwatch Institute for Vital Signs Online, que indica que estos servicios estarán en funcionamiento en 2014 en 24 países. Actualmente solamente operan en 14. Los especialistas ven a la alta velocidad ferroviaria como una opción fiable y segura con respecto al transporte aéreo y automotor.
El interés por los trenes de alta velocidad se hace evidente en todo el mundo, donde gran cantidad de países los han adoptado o están en ese camino. En los próximos años, prácticamente se duplicará el número de naciones que contarán con esta tecnología, según el estudio del Worldwatch Institute for Vital Signs Online, del que se hace eco un artículo del medio especializado rail.co.
Veinticuatro serán los países que contarán con esta tecnología en 2014, incluyendo a los grandes exponentes de la economía mundial y a las naciones precursoras en este campo, como China, Francia, Italia, Japón, España y Estados Unidos. El aumento en la cantidad de proyectos y servicios actualmente en planificación se debe a múltiples factores.
¿Por qué más de 10 países incorporarán esta tecnología en los próximos tres años y muchos otros lo harán algunos años después? Básicamente, porque la fiabilidad de los trenes de alta velocidad ha sido demostrada en múltiples ocasiones, y porque se los considera un medio de transporte muy seguro, incluso por encima de la navegación aérea. Además, pueden ser muy útiles para disminuir la congestión del tráfico en carreteras y para unir zonas hoy aisladas por cuestiones geográficas.
El interés por los trenes de alta velocidad se hace evidente en todo el mundo, donde gran cantidad de países los han adoptado o están en ese camino. En los próximos años, prácticamente se duplicará el número de naciones que contarán con esta tecnología, según el estudio del Worldwatch Institute for Vital Signs Online, del que se hace eco un artículo del medio especializado rail.co.
Veinticuatro serán los países que contarán con esta tecnología en 2014, incluyendo a los grandes exponentes de la economía mundial y a las naciones precursoras en este campo, como China, Francia, Italia, Japón, España y Estados Unidos. El aumento en la cantidad de proyectos y servicios actualmente en planificación se debe a múltiples factores.
¿Por qué más de 10 países incorporarán esta tecnología en los próximos tres años y muchos otros lo harán algunos años después? Básicamente, porque la fiabilidad de los trenes de alta velocidad ha sido demostrada en múltiples ocasiones, y porque se los considera un medio de transporte muy seguro, incluso por encima de la navegación aérea. Además, pueden ser muy útiles para disminuir la congestión del tráfico en carreteras y para unir zonas hoy aisladas por cuestiones geográficas.
Un crecimiento vertiginoso
El estudio también pone en evidencia la rapidez que ha registrado el desarrollo de los trenes de alta velocidad en todo el mundo. Por ejemplo, en sólo tres años, entre enero de 2008 y enero de 2011, la flota operativa de estos trenes en todo el planeta creció de 1.737 a 2.517 unidades.
Sin embargo, la flota aún se encuentra excesivamente concentrada, ya que dos tercios de la misma está en sólo cinco países: Francia, China, Japón, Alemania y España. Se prevé que para el año 2014 la flota mundial de trenes de alta velocidad alcance una cifra de 3.700 unidades, lo que significaría un aumento mayor al 100% en un periodo de seis años.
Por otro lado, los servicios ferroviarios de alta velocidad registran importantes ventajas en términos de cuidado del medio ambiente con respecto al transporte automotor y aéreo. Un estudio realizado en 2006 por el Center for Neighborhood Technologies puso en evidencia esta cuestión, tras analizar las emisiones de gases de efecto invernadero registradas en cada caso.
Comparando los datos obtenidos en Europa y Japón, mientras las redes ferroviarias de alta velocidad alcanzaron un promedio de entre 30 y 70 gramos de dióxido de carbono por pasajero-kilómetro, los automóviles emitieron 150 gramos y los aviones registraron una media de 170 gramos de emisiones contaminantes.
El estudio también pone en evidencia la rapidez que ha registrado el desarrollo de los trenes de alta velocidad en todo el mundo. Por ejemplo, en sólo tres años, entre enero de 2008 y enero de 2011, la flota operativa de estos trenes en todo el planeta creció de 1.737 a 2.517 unidades.
Sin embargo, la flota aún se encuentra excesivamente concentrada, ya que dos tercios de la misma está en sólo cinco países: Francia, China, Japón, Alemania y España. Se prevé que para el año 2014 la flota mundial de trenes de alta velocidad alcance una cifra de 3.700 unidades, lo que significaría un aumento mayor al 100% en un periodo de seis años.
Por otro lado, los servicios ferroviarios de alta velocidad registran importantes ventajas en términos de cuidado del medio ambiente con respecto al transporte automotor y aéreo. Un estudio realizado en 2006 por el Center for Neighborhood Technologies puso en evidencia esta cuestión, tras analizar las emisiones de gases de efecto invernadero registradas en cada caso.
Comparando los datos obtenidos en Europa y Japón, mientras las redes ferroviarias de alta velocidad alcanzaron un promedio de entre 30 y 70 gramos de dióxido de carbono por pasajero-kilómetro, los automóviles emitieron 150 gramos y los aviones registraron una media de 170 gramos de emisiones contaminantes.
Aumento en la longitud de las redes y éxito comercial
Por otro lado, otros resultados del estudio del Worldwatch Institute for Vital Signs Online también permiten evidenciar el crecimiento de este medio de transporte. Por ejemplo, entre 2009 y 2011 la longitud total de las redes operativas ha aumentado de unos 10.700 kilómetros a alrededor de 17.000 kilómetros.
Además, unos 8.000 kilómetros se encuentran actualmente en construcción, y está previsto desarrollar 17.700 kilómetros más en los próximos años, sobre un total combinado de cerca de 43.000 kilómetros. Esta longitud es equivalente a alrededor del 4% de la extensión de todas las líneas de ferrocarril, de pasajeros y de carga, existentes hoy en el mundo.
Considerando la longitud de sus redes, los líderes actuales en el campo de la alta velocidad ferroviaria son China, Japón, España, Francia y Alemania. Sin embargo, otros países se están uniendo rápidamente a esta tendencia. Por ejemplo, Turquía tiene ambiciosos planes que le permitirían llegar a los 2.424 kilómetros de vías férreas de alta velocidad, superando la longitud de la red de Alemania.
En el mismo sentido, países como Italia, Portugal y Estados Unidos tienen esperanzas de llegar en los próximos años a más de 1.000 kilómetros de redes operativas, mientras que otros 15 países cuentan con planes para desarrollar redes de corta extensión, buscando hacer frente a necesidades de comunicación en zonas concretas.
El éxito de los servicios también es claro. En Francia, la ruta París-Marsella pasó de un 22% de la cuota de mercado en 2001, antes de la introducción del servicio de alta velocidad, a un 69% en 2006. En España, la cuota del ferrocarril Madrid-Sevilla pasó de un 33 a un 84%.
Por otro lado, otros resultados del estudio del Worldwatch Institute for Vital Signs Online también permiten evidenciar el crecimiento de este medio de transporte. Por ejemplo, entre 2009 y 2011 la longitud total de las redes operativas ha aumentado de unos 10.700 kilómetros a alrededor de 17.000 kilómetros.
Además, unos 8.000 kilómetros se encuentran actualmente en construcción, y está previsto desarrollar 17.700 kilómetros más en los próximos años, sobre un total combinado de cerca de 43.000 kilómetros. Esta longitud es equivalente a alrededor del 4% de la extensión de todas las líneas de ferrocarril, de pasajeros y de carga, existentes hoy en el mundo.
Considerando la longitud de sus redes, los líderes actuales en el campo de la alta velocidad ferroviaria son China, Japón, España, Francia y Alemania. Sin embargo, otros países se están uniendo rápidamente a esta tendencia. Por ejemplo, Turquía tiene ambiciosos planes que le permitirían llegar a los 2.424 kilómetros de vías férreas de alta velocidad, superando la longitud de la red de Alemania.
En el mismo sentido, países como Italia, Portugal y Estados Unidos tienen esperanzas de llegar en los próximos años a más de 1.000 kilómetros de redes operativas, mientras que otros 15 países cuentan con planes para desarrollar redes de corta extensión, buscando hacer frente a necesidades de comunicación en zonas concretas.
El éxito de los servicios también es claro. En Francia, la ruta París-Marsella pasó de un 22% de la cuota de mercado en 2001, antes de la introducción del servicio de alta velocidad, a un 69% en 2006. En España, la cuota del ferrocarril Madrid-Sevilla pasó de un 33 a un 84%.