Foto: ugaldew. Fuente: Everystockphoto.
Un grupo de investigadores ha constatado recientemente que ni el mercado ni la política son los únicos factores que determinan la riqueza de un país. Otro factor más tendría una gran importancia en este aspecto: la inteligencia de la población.
En un estudio reciente, cuyos resultados saldrán publicados en breve en la revista Psychological Science, de la Association for Psychological Science (APS) de Estados Unidos, los científicos analizaron las puntuaciones en tests de inteligencia de habitantes de 90 países distintos.
De esta forma, constataron que la inteligencia de la población, particularmente del 5% de los más inteligentes de cada país, supone una gran contribución a la fortaleza de las economías nacionales.
Análisis de la habilidad cognitiva
Según publica la APS en un comunicado, en los últimos 50 años, los economistas han mostrado un creciente interés por lo que se denomina el “capital humano”.
Este concepto hace referencia a un hipotético factor de producción: el de la calidad, el grado de formación y la productividad de los individuos involucrados en los procesos productivos. Es decir, contempla las capacidades de las personas que trabajan.
El psicólogo Heiner Rindermann, de la Universidad Tecnológica Chemnitz, de Alemania, quiso investigar más a fondo el capital humano y dentro de este factor, un aspecto concreto, el de la llamada “habilidad cognitiva”.
Según Rindermann: “La habilidad cognitiva es la capacidad que tiene una persona de resolver un problema de la forma más eficiente, sin violencia, razonando”.
Características de la investigación
El estudio fue realizado por Rindermann en colaboración con James Thompson, del University College London, y consistió en la recopilación de información de un total de 90 países muy diversos, como Estados Unidos, Nueva Zelanda, Colombia o Kazakhstan.
En un estudio reciente, cuyos resultados saldrán publicados en breve en la revista Psychological Science, de la Association for Psychological Science (APS) de Estados Unidos, los científicos analizaron las puntuaciones en tests de inteligencia de habitantes de 90 países distintos.
De esta forma, constataron que la inteligencia de la población, particularmente del 5% de los más inteligentes de cada país, supone una gran contribución a la fortaleza de las economías nacionales.
Análisis de la habilidad cognitiva
Según publica la APS en un comunicado, en los últimos 50 años, los economistas han mostrado un creciente interés por lo que se denomina el “capital humano”.
Este concepto hace referencia a un hipotético factor de producción: el de la calidad, el grado de formación y la productividad de los individuos involucrados en los procesos productivos. Es decir, contempla las capacidades de las personas que trabajan.
El psicólogo Heiner Rindermann, de la Universidad Tecnológica Chemnitz, de Alemania, quiso investigar más a fondo el capital humano y dentro de este factor, un aspecto concreto, el de la llamada “habilidad cognitiva”.
Según Rindermann: “La habilidad cognitiva es la capacidad que tiene una persona de resolver un problema de la forma más eficiente, sin violencia, razonando”.
Características de la investigación
El estudio fue realizado por Rindermann en colaboración con James Thompson, del University College London, y consistió en la recopilación de información de un total de 90 países muy diversos, como Estados Unidos, Nueva Zelanda, Colombia o Kazakhstan.
Heiner Rindermann. Fuente: Universidad Tecnológica Chemnitz.
Asimismo, los investigadores reunieron información sobre la excelencia de cada una de estas naciones en lo que a ciencia y tecnología se refiere (por ejemplo, considerando el número de patentes concedidas por persona o el número de Premios Nobel ganados en ciencia).
El análisis de todos estos datos reveló que la inteligencia marca una diferencia en el Producto Interior Bruto (gross domestic product o GDP en inglés), que es el valor de todos los mercados y servicios producidos por un país durante un año.
Así, por cada punto incrementado en la media del cociente intelectual (CI) de los habitantes de un país, el PIB per capita era 229 dólares (164 euros) más alta.
Se comprobó asimismo que esta diferencia es aún mayor si el 5% más inteligente de la población es aún más inteligente: por cada punto CI adicional en ese 5% de personas, el PIB per capita del país aumentaba hasta los 468 dólares (335 euros).
Importancia del capital humano
Rindermann explica que: “En una sociedad, el nivel de inteligencia de las personas más inteligentes es importante para la productividad económica”. El investigador cree que esto se debe a que estos individuos: “son relevantes para el progreso tecnológico, la innovación, la organización del país, las organizaciones directivas, las empresas, etc.”.
Desde que el economista y filósofo escocés Adam Smith publicara, en 1776 “La riqueza de las naciones” (primer estudio acerca del proceso de creación y acumulación de la riqueza), muchos economistas han asumido que lo más importante para hacer fuerte una economía son las acciones de los Gobiernos.
Rindermann, en cambio, opina que, en la economía moderna, el capital humano y la habilidad cognitiva son más importantes que la libertad económica.
Pero la inteligencia no sólo es importante para la economía. En un estudio anterior, publicado en 2007, Rindermann afirmaba que la educación y la inteligencia tienen, además de en la economía, un fuerte impacto positivo en la democracia, el gobierno de ley y la libertad política, independientemente de la riqueza.
Asimismo, en 2009, en otro estudio, Rindermann y sus colaboradores señalaron que la habilidad cognitiva media de las naciones tiene efectos beneficiosos para la salud general. La inteligencia, el conocimiento y el uso inteligente del conocimiento ayudan, por ejemplo, a frenar la expansión de enfermedades infecciosas. Algunos especialistas como Georg Oesterdiekhoff han llegado incluso a afirmar que la inteligencia es la fuerza motora de la historia.
El análisis de todos estos datos reveló que la inteligencia marca una diferencia en el Producto Interior Bruto (gross domestic product o GDP en inglés), que es el valor de todos los mercados y servicios producidos por un país durante un año.
Así, por cada punto incrementado en la media del cociente intelectual (CI) de los habitantes de un país, el PIB per capita era 229 dólares (164 euros) más alta.
Se comprobó asimismo que esta diferencia es aún mayor si el 5% más inteligente de la población es aún más inteligente: por cada punto CI adicional en ese 5% de personas, el PIB per capita del país aumentaba hasta los 468 dólares (335 euros).
Importancia del capital humano
Rindermann explica que: “En una sociedad, el nivel de inteligencia de las personas más inteligentes es importante para la productividad económica”. El investigador cree que esto se debe a que estos individuos: “son relevantes para el progreso tecnológico, la innovación, la organización del país, las organizaciones directivas, las empresas, etc.”.
Desde que el economista y filósofo escocés Adam Smith publicara, en 1776 “La riqueza de las naciones” (primer estudio acerca del proceso de creación y acumulación de la riqueza), muchos economistas han asumido que lo más importante para hacer fuerte una economía son las acciones de los Gobiernos.
Rindermann, en cambio, opina que, en la economía moderna, el capital humano y la habilidad cognitiva son más importantes que la libertad económica.
Pero la inteligencia no sólo es importante para la economía. En un estudio anterior, publicado en 2007, Rindermann afirmaba que la educación y la inteligencia tienen, además de en la economía, un fuerte impacto positivo en la democracia, el gobierno de ley y la libertad política, independientemente de la riqueza.
Asimismo, en 2009, en otro estudio, Rindermann y sus colaboradores señalaron que la habilidad cognitiva media de las naciones tiene efectos beneficiosos para la salud general. La inteligencia, el conocimiento y el uso inteligente del conocimiento ayudan, por ejemplo, a frenar la expansión de enfermedades infecciosas. Algunos especialistas como Georg Oesterdiekhoff han llegado incluso a afirmar que la inteligencia es la fuerza motora de la historia.