Po-ética. Poema objeto de Rosana Acquaroni.
Que la historia de la Literatura española es una historia sesgada, pues tradicionalmente ha obviado la escritura de mujeres, quedó patente con el proyecto BIESES (acrónimo de Bibliografía de Escritoras Españolas), diseñado en 2003 por Nieves Baranda, catedrática de Literatura Española de la UNED.
A principios del siglo pasado, en España, empezaron a componerse bibliografías de las escritoras nacidas entre los siglos XV y XVIII. Sin embargo, estas recopilaciones se encontraban geográficamente muy dispersas, y a menudo eran inaccesibles. Por eso, Baranda inició este proyecto.
Gracias a él, se creó una base de datos on line de acceso abierto, que reúne toda la información disponible de las escritoras españolas desde la Edad Media hasta 1800. El proyecto reúne ya miles de registros. ¿Conoce alguien a esas escritoras?
En siglos consecutivos, la cuestión ha avanzado algo, pero no lo suficiente. En las reuniones de la Asociación de mujeres poetas Genialogías, que semestralmente se celebran en la Fundación Entredós de Madrid y a las que acuden numerosas mujeres poetas de toda España, a menudo se ha analizado el problema, desde la óptica de miradas tan ricas como las de las poetas Noni Benegas o Juana Castro, autoras con una importante trayectoria como escritoras y como "visibilizadoras" de la poesía escrita por mujeres.
Hace unos años, Tendencias21 ya publicó un artículo de Castro en el que se explicaba muy bien la situación de la escritura de mujeres, en el que se hacía hincapié en la importancia del silenciamiento (a veces por inercia cultural, a veces por acción directa), que al final acaba haciendo que se pierda un "capital simbólico" que ha de ser de todos.
A principios del siglo pasado, en España, empezaron a componerse bibliografías de las escritoras nacidas entre los siglos XV y XVIII. Sin embargo, estas recopilaciones se encontraban geográficamente muy dispersas, y a menudo eran inaccesibles. Por eso, Baranda inició este proyecto.
Gracias a él, se creó una base de datos on line de acceso abierto, que reúne toda la información disponible de las escritoras españolas desde la Edad Media hasta 1800. El proyecto reúne ya miles de registros. ¿Conoce alguien a esas escritoras?
En siglos consecutivos, la cuestión ha avanzado algo, pero no lo suficiente. En las reuniones de la Asociación de mujeres poetas Genialogías, que semestralmente se celebran en la Fundación Entredós de Madrid y a las que acuden numerosas mujeres poetas de toda España, a menudo se ha analizado el problema, desde la óptica de miradas tan ricas como las de las poetas Noni Benegas o Juana Castro, autoras con una importante trayectoria como escritoras y como "visibilizadoras" de la poesía escrita por mujeres.
Hace unos años, Tendencias21 ya publicó un artículo de Castro en el que se explicaba muy bien la situación de la escritura de mujeres, en el que se hacía hincapié en la importancia del silenciamiento (a veces por inercia cultural, a veces por acción directa), que al final acaba haciendo que se pierda un "capital simbólico" que ha de ser de todos.
Siglo XXI, ¿algún cambio?
El siglo XXI se nos presenta con tantos desafíos sociales y personales que apenas sabemos a cuál de ellos atender. Pero, evidentemente, uno de ellos sigue siendo la lucha por la igualdad de género, en todos los ámbitos, entre ellos el de la literatura.
En el terreno de la poesía española, numerosos autores y autoras reclaman cada vez mayor reconocimiento hacia la poesía de calidad escrita por mujeres. La lista de grandes poetas del país es extensa; así que, poco a poco, ese "capital simbólico" va saliendo a la luz.
Pero, tristemente, no todo es apoyo ni reconocimiento. Hace unos días, el suplemento El Cultural del diario El Mundo, un periódico de tirada nacional, publicaba las siguientes declaraciones de Chus Visor, editor de uno de las principales editoriales de poesía de España: "Lo siento, la poesía femenina en España no está a la altura de la masculina. No hay mujerespoetas comparables a lo que suponen en la novela Ana María Matute o Martín Gaite (...). Desde la generación del 98 y todo el siglo XX no hay ninguna gran poeta, ninguna (...). Hay muchas que están bien, como Elena Medel, pero no se la puede considerar, por una Medel hay cinco hombres equivalentes”.
La buena noticia es que más de 400 personas del mundo de la cultura han firmado, en un solo día desde que se puso en marcha la inciativa, un manifiesto en contra de estas declaraciones. También que cientos de personas han firmado en el mismo tiempo una petición popular lanzada para tal fin a través de la plataforma Change.org.
En honor a la verdad
El manifiesto, bautizado como "Justicia poética ya" simplemente demanda el reconocimiento del papel de las mujeres en la historia de la literatura española y, en especial, en la historia de la poesía.
Además, señala la necesidad de que los jurados de premios de poesía concedidos por instituciones públicas (cuya dotación se paga con el dinero de todos), así como las publicaciones que se hacen de esos mismos títulos galardonados con dinero público, no dependan de personas con un criterio clara y públicamente sesgado contra la poesía escrita por mujeres. Esto, indica el manifiesto, "iría en contra del artículo 14 de la Ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo para la igualdad efectiva de mujeres y hombres".
La iniciativa "Justicia poética ya" ha sido impulsada por componentes de la Asociación Genialogías de mujeres poetas, a título individual, y está siendo apoyada por diversos hombres y mujeres del mundo de la cultura y la sociedad civil.
Así, al manifiesto se han adherido ya poetas como Jorge Riechmann, Amalia Iglesias o Luz Pichel; escritores como Milena Busquets o Laura Freixas; artistas como Eva Lootz o Gonzalo Torné; editores como Elsa López o Pepo Paz Saz; y periodistas como Pepa Bueno y Maruja Torres; entre otros muchos.
El siglo XXI se nos presenta con tantos desafíos sociales y personales que apenas sabemos a cuál de ellos atender. Pero, evidentemente, uno de ellos sigue siendo la lucha por la igualdad de género, en todos los ámbitos, entre ellos el de la literatura.
En el terreno de la poesía española, numerosos autores y autoras reclaman cada vez mayor reconocimiento hacia la poesía de calidad escrita por mujeres. La lista de grandes poetas del país es extensa; así que, poco a poco, ese "capital simbólico" va saliendo a la luz.
Pero, tristemente, no todo es apoyo ni reconocimiento. Hace unos días, el suplemento El Cultural del diario El Mundo, un periódico de tirada nacional, publicaba las siguientes declaraciones de Chus Visor, editor de uno de las principales editoriales de poesía de España: "Lo siento, la poesía femenina en España no está a la altura de la masculina. No hay mujerespoetas comparables a lo que suponen en la novela Ana María Matute o Martín Gaite (...). Desde la generación del 98 y todo el siglo XX no hay ninguna gran poeta, ninguna (...). Hay muchas que están bien, como Elena Medel, pero no se la puede considerar, por una Medel hay cinco hombres equivalentes”.
La buena noticia es que más de 400 personas del mundo de la cultura han firmado, en un solo día desde que se puso en marcha la inciativa, un manifiesto en contra de estas declaraciones. También que cientos de personas han firmado en el mismo tiempo una petición popular lanzada para tal fin a través de la plataforma Change.org.
En honor a la verdad
El manifiesto, bautizado como "Justicia poética ya" simplemente demanda el reconocimiento del papel de las mujeres en la historia de la literatura española y, en especial, en la historia de la poesía.
Además, señala la necesidad de que los jurados de premios de poesía concedidos por instituciones públicas (cuya dotación se paga con el dinero de todos), así como las publicaciones que se hacen de esos mismos títulos galardonados con dinero público, no dependan de personas con un criterio clara y públicamente sesgado contra la poesía escrita por mujeres. Esto, indica el manifiesto, "iría en contra del artículo 14 de la Ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo para la igualdad efectiva de mujeres y hombres".
La iniciativa "Justicia poética ya" ha sido impulsada por componentes de la Asociación Genialogías de mujeres poetas, a título individual, y está siendo apoyada por diversos hombres y mujeres del mundo de la cultura y la sociedad civil.
Así, al manifiesto se han adherido ya poetas como Jorge Riechmann, Amalia Iglesias o Luz Pichel; escritores como Milena Busquets o Laura Freixas; artistas como Eva Lootz o Gonzalo Torné; editores como Elsa López o Pepo Paz Saz; y periodistas como Pepa Bueno y Maruja Torres; entre otros muchos.