El líder no nace, se hace

Sigue un proceso de tres fases: estar listo para serlo, estar dispuesto, y ser capaz


Un estudio realizado en la Universidad de Illinois (EE.UU.) ha comprobado que el liderazgo se desarrolla durante la vida y no es algo innato, y que además sigue un proceso de tres fases: estar listo, estar dispuesto, y ser capaz. En los cursos de liderazgo que imparte la universidad han observado que estas tres fases deben seguirse de forma ordenada y que no se puede mejorar en una de ellas si no se han satisfecho los objetivos de las anteriores.


Universidad de Illinois/T21
07/10/2014

Escultura de Julio César, en el Museo de Historia del Arte de Viena (Austria). Imagen: Andrew Bossi. Fuente: Wikipedia.
Un nuevo estudio de la Universidad de Illinois apoya la idea de que los líderes, no nacen, se hacen; y de que el desarrollo del liderazgo sigue una progresión específica.

Investigaciones anteriores sugerían que el liderazgo es en un 30 por ciento genético y el 70 por ciento la consecuencia de las lecciones aprendidas a través de experiencias de la vida. Teniendo en cuenta estos porcentajes, los profesores Kari Keating, David Rosch, y Lisa Burgoon sugieren una vía más eficiente para el desarrollo del liderazgo.

"En sólo 15 semanas de nuestra clase de introducción, los estudiantes comunicaron ganancias significativas en tres componentes importantes del liderazgo: la auto-eficiencia, es decir, la confianza en su capacidad para dirigir; en habilidades; y en la motivación para liderar", enumera Keating, que enseña liderazgo, en la nota de prensa de la universidad.

"Es un taburete de tres patas: las llamamos estar listo, estar dispuesto y ser capaz. Los estudiantes primero deben estar listos para aprender acerca de ser un líder; entonces se disponen a aprender las habilidades necesarias para ejercer liderazgo; y finalmente son capaces de dirigir porque tienen las habilidades y la motivación para hacerlo", explica Rosch.

Si los estudiantes entran al curso con bajos niveles de autoeficiencia -diciendo "yo realmente no pienso en mí mismo como un líder" o "no estoy seguro de mis capacidades"- no aumentan en su disposición ni en su capacidad en las 15 semanas, pero hacen grandes progresos en la preparación, agrega.

"Es como una clase de matemáticas. No se está listo para hacer el cálculo si no se saben los fundamentos del álgebra", apunta. "Esto nos muestra que tenemos que trabajar en la preparación para que los estudiantes puedan aprovechar al máximo los cursos de liderazgo avanzados."

"Soy un líder"

Los estudiantes que entran en la clase introductoria con disposición al liderazgo, diciendo "soy un líder", tienen una experiencia de aprendizaje diferente. Se vuelven dispuestos a dirigir a la gente, señala Keating.

Entonces, ¿qué es el liderazgo? "Históricamente, los líderes se ha considerado que debían ser varones y orientados al poder. Si eras alto, elocuente, y con educación superior, solías ser considerado un líder en la mente de otras personas", recuerda Burgoon. Y los estudiantes a menudo tienen una visión posicional del liderazgo. "Pero, al igual que un año en una cueva no te hace un geólogo, ser presidente de la clase no te hace un líder", afirma Rosch.

El liderazgo es más que eso, subraya. "La definición que utilizamos en el curso es que el liderazgo es un individuo que influye en un grupo de personas hacia un objetivo común. Entonces, ¿cómo influir en las personas? Puede liderar a través de sus interacciones, sus relaciones, su comunicación, la forma en que expresa gracias, su ética". "El liderazgo no se hace en el vacío. Se hace con los demás ", agrega Keating.

Evaluación

Los estudiantes completaron entre 10 y 12 autoevaluaciones para aprender dónde están sus propias fortalezas y debilidades como líder. Al final del semestre, pueden decir, por ejemplo: "Suelo ser autoritario al liderar. Tal vez tengo que cambiar lo que estoy haciendo para que nuestro equipo pueda obtener mejores resultados", explica Keating.

Rosch señala que cada semestre una docena de estudiantes van a verle tras entrevistas de trabajo en las que les fue bien porque fueron capaces de mostrar y hablar sobre el liderazgo. Agregó que los asesores académicos están empezando a recomendar clases de liderazgo a los estudiantes que no estudian las titulaciones completas.

Referencia bibliográfica:

Kari Keating, David Rosch y Lisa Burgoon: Developmental Readiness for Leadership: The Differential Effects of Leadership Courses on Creating “Ready, Willing, and Able” Leader. Journal of Leadership Education (2014). DOI: 1012806/V13/I3/R1.



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