El instinto maternal es una realidad biológica universal

El llanto del recién nacido activa regiones cerebrales de la madre que la impulsan a tomarlo en brazos


El instinto maternal es una realidad biológica universal, ha descubierto un estudio. El llanto del recién nacido activa unas regiones específicas del cerebro de su madre que están vinculadas a la atención, al movimiento y a la palabra, independientemente de su cultura, lo que las impulsa a tomar a su hijo en brazos.


Redacción T21
27/10/2017

Las madres reaccionan de la misma forma ante el llanto del recién nacido, independientemente de dónde se encuentren a lo largo del planeta, ha descubierto un estudio que confirma la naturaleza biológica del instinto maternal.

El estudio, realizado en once países, demuestra que una madre que oye llorar a su bebé tiene tendencia a tener siempre el mismo comportamiento: tomarlo en brazos y hablarle con el fin de tranquilizarlo.

El análisis de las imágenes de resonancia magnética del cerebro de las madres señala que el llanto del recién nacido activa unas regiones específicas del cerebro de su madre que están vinculadas a la atención, al movimiento y a la palabra, independientemente de su cultura, lo que las impulsa a tomar a su hijo en brazos.

Además, las zonas frontales del cerebro implicadas en la capacidad de interpretar los sonidos se activan también cuando llora un bebé, ha constatado también el estudio. Estos resultados permiten deducir que las respuestas de las madres a los llantos de su bebé son programadas en el cerebro y que son comunes a todas las culturas.

Los autores de esta investigación explican en un comunicado que una mejor comprensión de la naturaleza psicológica de la relación madre-hijo permitirá identificar y ayudar a las madres con riesgo de maltrato infantil o de otros comportamientos problemáticos.

En el estudio, realizado por investigadores del Eunice Kennedy Shriver National Institute of Child Health and Human Development, participaron 684 mujeres jóvenes convertidas en madres por primera vez, procedentes de Argentina, Bélgica, Brasil, Camerún, Francia, Israel, Italia, Japón, Kenia, Corea del Sur y Estados Unidos.

Durante la investigación, se registraron y analizaron las interacciones entre las madres y sus bebés. De esta forma, los científicos pudieron establecer si ellas respondían a los llantos de su recién nacido mostrándole afecto, entretenimiento, alimento, cambiándole el pañal, tomándolo en brazos o hablándole.

Hombres diferentes

Un estudio anterior había mostrado que el cerebro de las mujeres y de los hombres percibe de manera diferente el llanto de un bebé. Durante la noche, por ejemplo, los hombres parecen menos atentos a los llantos del recién nacido, mientras que las mujeres son más propensas a levantarse para confortarlos, a pesar de la evolución de los papeles parentales ocurrida en las últimas décadas.

En este estudio previo, los investigadores pidieron a hombres y mujeres que dejaran vagar sus mentes, y luego reprodujeron una grabación de ruido blanco intercalado con los sonidos de un bebé llorando.

Los escáneres cerebrales mostraron que, en las mujeres, los patrones de actividad cerebral cambiaban abruptamente a un modo atento cuando escuchaban los gritos del bebé, mientras que los cerebros de los hombres permanecían en estado de reposo.

Aunque ya se sabía que, a nivel emocional, hombres y mujeres reaccionan de forma diferente ante el llanto de un bebé, este estudio demostró que ambos muestran también marcadas diferencias en términos de atención ante esas circunstancias.

En otro estudio anterior, el mismo equipo descubrió también que los patrones de actividad cerebral en hombres y mujeres cambian cuando ven una imagen de la cara de un bebé y que los patrones indican en ambos casos una predisposición a relacionarse y cuidar al recién nacido.

Estos  estudios que documentan los patrones de actividad cerebral de los adultos representan las primeras etapas de una investigación en neurociencia que pretende entender cómo los adultos se relacionan y cuidan de los bebés, según los investigadores. Es posible que no todos los adultos exhiban los patrones cerebrales observados en estos estudios, añaden.

Referencia

Neurobiology of culturally common maternal responses to infant cry. Proceedings of the National Academy of Sciences DOI: 10.1073/pnas.1712022114 (2017)
 
 



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