Simonkolleite [Zn5(OH)8Cl2·H2O], un mineral antropogénico. RRUFF
El ingenio y la industria humana han hecho más por diversificar y distribuir minerales sobre la Tierra que cualquier otro desarrollo producido desde la "Gran Oxidación", cuando los niveles de oxígeno en el planeta se dispararon hace 2.200 millones de años, según un artículo publicado en la revista American Mineralogist.
Los autores de este artículo han catalogado por primera vez 208 minerales cuya existencia es consecuencia directa de actividades humanas, lo que significa que la acción humana ha generado casi un 4 % de los minerales reconocidos oficialmente, informa un comunicado de la Carnegie Science and the Deep Carbon Observatory.
Esta contribución humana es suficientemente importante como para llamar oficialmente Antropoceno a nuestra época actual, según los investigadores.
La mayor parte de los minerales surgidos de la actividad humana fueron creados espontáneamente y proceden de la industria minera. Otros han sido producidos deliberadamente, para ser usados en diferentes ramas industriales.
Según los investigadores, el primer gran evento de puntuación en la historia de la diversidad de los minerales presentes en la Tierra se produjo hace 2.000 millones de años, cuando el aumento del oxígeno en la atmósfera, conocido como la Gran Oxidación, favoreció la aparición de las dos terceras partes de los 5.200 tipos de minerales que existen hoy en día, según la Asociación Internacional de Mineralogía (IMA).
La evolución mineral continuó a través de la historia de la Tierra e hicieron falta 4.500 millones de años para que diferentes combinaciones de elementos, presentes naturalmente en el planeta, se formaran en ocultos rincones de las entrañas de la Tierra, a profundidades y temperaturas específicas. La mayor parte de los minerales aparecieron durante la Gran Oxidación, explican los investigadores.
Entre los 5.200 minerales catalogados, 208 son el resultado directo o indirecto de la actividad humana, especialmente a partir de los años 1700, señalan en su artículo, y en la actualidad se siguen formando nuevos minerales a un ritmo trepidante.
Eso significa que los humanos han producido estos minerales “artificiales” en los últimos 250 años, por lo que si se compara con los 2.000 millones de años que fueron necesarios para la formación de la mayoría de los minerales, es como si comparáramos la tercera parte de un segundo con un mes entero.
Vivimos en una época en la que la diversificación de los componentes inertes alcanza velocidades inigualadas, por lo que podemos decir que si la Gran Oxidación es una coma, el impacto geológico del Antropoceno es un punto de exclamación, explican los investigadores.
Los autores de este artículo han catalogado por primera vez 208 minerales cuya existencia es consecuencia directa de actividades humanas, lo que significa que la acción humana ha generado casi un 4 % de los minerales reconocidos oficialmente, informa un comunicado de la Carnegie Science and the Deep Carbon Observatory.
Esta contribución humana es suficientemente importante como para llamar oficialmente Antropoceno a nuestra época actual, según los investigadores.
La mayor parte de los minerales surgidos de la actividad humana fueron creados espontáneamente y proceden de la industria minera. Otros han sido producidos deliberadamente, para ser usados en diferentes ramas industriales.
Según los investigadores, el primer gran evento de puntuación en la historia de la diversidad de los minerales presentes en la Tierra se produjo hace 2.000 millones de años, cuando el aumento del oxígeno en la atmósfera, conocido como la Gran Oxidación, favoreció la aparición de las dos terceras partes de los 5.200 tipos de minerales que existen hoy en día, según la Asociación Internacional de Mineralogía (IMA).
La evolución mineral continuó a través de la historia de la Tierra e hicieron falta 4.500 millones de años para que diferentes combinaciones de elementos, presentes naturalmente en el planeta, se formaran en ocultos rincones de las entrañas de la Tierra, a profundidades y temperaturas específicas. La mayor parte de los minerales aparecieron durante la Gran Oxidación, explican los investigadores.
Entre los 5.200 minerales catalogados, 208 son el resultado directo o indirecto de la actividad humana, especialmente a partir de los años 1700, señalan en su artículo, y en la actualidad se siguen formando nuevos minerales a un ritmo trepidante.
Eso significa que los humanos han producido estos minerales “artificiales” en los últimos 250 años, por lo que si se compara con los 2.000 millones de años que fueron necesarios para la formación de la mayoría de los minerales, es como si comparáramos la tercera parte de un segundo con un mes entero.
Vivimos en una época en la que la diversificación de los componentes inertes alcanza velocidades inigualadas, por lo que podemos decir que si la Gran Oxidación es una coma, el impacto geológico del Antropoceno es un punto de exclamación, explican los investigadores.
Minerales antropogénicos
Un tipo de mineral se define en función de su composición química y su estructura cristalina. La IMA identifica concretamente 5.208 tipos diferentes de minerales. La humanidad provoca un impacto importante en la diversidad y distribución de minerales en el mundo, y lo hace de tres formas diferentes.
La primera forma es mediante la fabricación de componentes sintéticos y la formación de minerales como subproducto de la actividad humana. Otra forma es mediante los grandes movimientos de rocas, sedimentos y minerales. La tercera forma es la distribución de minerales preciosos, cuya concentración no se produce espontáneamente en la naturaleza.
Según los investigadores, dada la poderosa influencia humana sobre el medio ambiente, seguramente deben existir todavía centenares de minerales no conocidos en antiguas minas, fundiciones y edificios abandonados. También pueden estar en la formación de nuevos componentes generados como consecuencia de los residuos de baterías y aparatos electrónicos, expuestos al medio ambiente.
En el futuro, los investigadores encontrarán en los sedimentos del terreno numerosos materiales de construcción y subproductos radiactivos, así como piedras preciosas sintéticas o rubíes artificiales, que definirán a nuestra época como totalmente diferente de cualquier era histórica anterior.
29 formas de carbono
De los 208 minerales surgidos de la actividad humana, 29 contienen carbono procedente de la actividad humana. Catorce de ellos no tienen equivalente en la naturaleza, por lo que pueden considerarse como los más recientes de la historia. De esos 14, doce incluyen minerales asociados a las minas de uranio.
El Antropoceno no ha sido reconocido todavía como una era histórica por la Union of Geological Sciences, pero muchos investigadores han solicitado ya su reconocimiento oficial. Si finalmente es reconocida, nuestra época será la sucesora del Holoceno, comenzado hace 11.500 años, cuando los glaciares del último periodo glaciar comenzaron a retirarse.
Las épocas se distinguen entre sí por hechos históricamente significativos en las capas rocosas correspondientes. El Working Group on the Anthropocene (WGA), integrado por 35 miembros, recomendó en agosto del año pasado llamar Antropoceno a nuestra época, pero todavía no se ha tomado ninguna decisión al respecto y tampoco se espera en lo inmediato.
Un tipo de mineral se define en función de su composición química y su estructura cristalina. La IMA identifica concretamente 5.208 tipos diferentes de minerales. La humanidad provoca un impacto importante en la diversidad y distribución de minerales en el mundo, y lo hace de tres formas diferentes.
La primera forma es mediante la fabricación de componentes sintéticos y la formación de minerales como subproducto de la actividad humana. Otra forma es mediante los grandes movimientos de rocas, sedimentos y minerales. La tercera forma es la distribución de minerales preciosos, cuya concentración no se produce espontáneamente en la naturaleza.
Según los investigadores, dada la poderosa influencia humana sobre el medio ambiente, seguramente deben existir todavía centenares de minerales no conocidos en antiguas minas, fundiciones y edificios abandonados. También pueden estar en la formación de nuevos componentes generados como consecuencia de los residuos de baterías y aparatos electrónicos, expuestos al medio ambiente.
En el futuro, los investigadores encontrarán en los sedimentos del terreno numerosos materiales de construcción y subproductos radiactivos, así como piedras preciosas sintéticas o rubíes artificiales, que definirán a nuestra época como totalmente diferente de cualquier era histórica anterior.
29 formas de carbono
De los 208 minerales surgidos de la actividad humana, 29 contienen carbono procedente de la actividad humana. Catorce de ellos no tienen equivalente en la naturaleza, por lo que pueden considerarse como los más recientes de la historia. De esos 14, doce incluyen minerales asociados a las minas de uranio.
El Antropoceno no ha sido reconocido todavía como una era histórica por la Union of Geological Sciences, pero muchos investigadores han solicitado ya su reconocimiento oficial. Si finalmente es reconocida, nuestra época será la sucesora del Holoceno, comenzado hace 11.500 años, cuando los glaciares del último periodo glaciar comenzaron a retirarse.
Las épocas se distinguen entre sí por hechos históricamente significativos en las capas rocosas correspondientes. El Working Group on the Anthropocene (WGA), integrado por 35 miembros, recomendó en agosto del año pasado llamar Antropoceno a nuestra época, pero todavía no se ha tomado ninguna decisión al respecto y tampoco se espera en lo inmediato.
Referencia
On the mineralogy of the “Anthropocene Epoch”. Robert M. Hazen, Edward S. Grew, Marcus J. Origlieri, and Robert T. Downs. American Mineralogist: Journal of Earth and Planetary Materials, Vol. 102, no. 3, March 2017.
On the mineralogy of the “Anthropocene Epoch”. Robert M. Hazen, Edward S. Grew, Marcus J. Origlieri, and Robert T. Downs. American Mineralogist: Journal of Earth and Planetary Materials, Vol. 102, no. 3, March 2017.