Fuente: NASA
Jennifer Wiseman es una prestigiosa astrónoma norteamericana, directora del ExoPlanets and Stellar Astrophysics Laboratory del Goddard Space Flight Center de la NASA.
Recientemente, la científico acudió como ponente invitada al Faraday Institute for Science and Religion, de Cambridge, para hablar de los últimos descubrimientos acerca de la potencial existencia de formas de vida extraterrestre, y las consecuencias de éstos para las creencias religiosas.
Posible universo repleto de vida
En declaraciones realizadas por Wiseman y recogidas por la BBC, la astrónoma afirma: “no me sorprendería si encontramos un universo repleto de vida”
Ésta es, de hecho, una posibilidad que barajan los astrónomos. Wiseman y sus colaboradores de la NASA se afanan por buscar signos de vida en otros lugares del cosmos, en los que han hallado numerosos planetas hasta ahora no identificados.
El descubrimiento de cientos de exoplanetas (exteriores a nuestro sistema solar) es considerado por Wiseman un “enorme privilegio”. Desde una perspectiva religiosa, la astrónoma considera que estos hallazgos, y la posible constatación futura de la existencia de vida extraterrestre en algunos de ellos, propiciarán conmoción, y también un “sentimiento de humildad”.
Además de ser científico, Wiseman es creyente. Según ella, la religiosidad y la ciencia se complementan: la ciencia se encarga de explicar cómo suceden las cosas en la naturaleza, mientras que la religión se ocupa de dar respuesta a los “porqués”.
Datos y religiosidad
La conferencia de Jennifer Wiseman ha coincidido con un encuentro celebrado en febrero por la American Association for the Advancement of Science (AAAS) en Washington, al que también acudió la astrónoma, y en el que se habló de las implicaciones religiosas de la enorme cantidad de datos recogidos en los últimos dos años por el telescopio Kepler de la NASA.
Preguntas como cuántos mundos existen o si estamos solos en el universo podrían llegar a responderse con datos reales: los que desde 2009 este telescopio ha ido recopilando. El análisis de una pequeña porción del universo ha revelado la existencia de alrededor de 150.000 estrellas. Además, a través de las mediciones de las fluctuaciones de la luz de las estrellas, los astrónomos han podido deducir la existencia de planetas que orbitan alrededor de éstas.
Unos 1.235 planetas de estas características han sido identificados. De ellos, 68 son de un tamaño similar al de la Tierra, y 54 se encuentran dentro de una zona Goldilocks, que es una región del espacio considerada como habitable, ni demasiado cercana ni demasiado alejada de cada una de estas estrellas.
En el encuentro de la AAAS, un planeta particular, el KOI 326.01, despertó especial interés, por sus características potencialmente similares a las de la Tierra, publica la revista NewScientist.
Recientemente, la científico acudió como ponente invitada al Faraday Institute for Science and Religion, de Cambridge, para hablar de los últimos descubrimientos acerca de la potencial existencia de formas de vida extraterrestre, y las consecuencias de éstos para las creencias religiosas.
Posible universo repleto de vida
En declaraciones realizadas por Wiseman y recogidas por la BBC, la astrónoma afirma: “no me sorprendería si encontramos un universo repleto de vida”
Ésta es, de hecho, una posibilidad que barajan los astrónomos. Wiseman y sus colaboradores de la NASA se afanan por buscar signos de vida en otros lugares del cosmos, en los que han hallado numerosos planetas hasta ahora no identificados.
El descubrimiento de cientos de exoplanetas (exteriores a nuestro sistema solar) es considerado por Wiseman un “enorme privilegio”. Desde una perspectiva religiosa, la astrónoma considera que estos hallazgos, y la posible constatación futura de la existencia de vida extraterrestre en algunos de ellos, propiciarán conmoción, y también un “sentimiento de humildad”.
Además de ser científico, Wiseman es creyente. Según ella, la religiosidad y la ciencia se complementan: la ciencia se encarga de explicar cómo suceden las cosas en la naturaleza, mientras que la religión se ocupa de dar respuesta a los “porqués”.
Datos y religiosidad
La conferencia de Jennifer Wiseman ha coincidido con un encuentro celebrado en febrero por la American Association for the Advancement of Science (AAAS) en Washington, al que también acudió la astrónoma, y en el que se habló de las implicaciones religiosas de la enorme cantidad de datos recogidos en los últimos dos años por el telescopio Kepler de la NASA.
Preguntas como cuántos mundos existen o si estamos solos en el universo podrían llegar a responderse con datos reales: los que desde 2009 este telescopio ha ido recopilando. El análisis de una pequeña porción del universo ha revelado la existencia de alrededor de 150.000 estrellas. Además, a través de las mediciones de las fluctuaciones de la luz de las estrellas, los astrónomos han podido deducir la existencia de planetas que orbitan alrededor de éstas.
Unos 1.235 planetas de estas características han sido identificados. De ellos, 68 son de un tamaño similar al de la Tierra, y 54 se encuentran dentro de una zona Goldilocks, que es una región del espacio considerada como habitable, ni demasiado cercana ni demasiado alejada de cada una de estas estrellas.
En el encuentro de la AAAS, un planeta particular, el KOI 326.01, despertó especial interés, por sus características potencialmente similares a las de la Tierra, publica la revista NewScientist.
Jennifer Wiseman. Fuente: AAAS.
Implicaciones para el cristianismo
¿Qué efectos tendrían estos datos sobre el pensamiento religioso humano? En el encuentro de la AAAS, Wiseman trató de contestar a esta pregunta desde la perspectiva del cristianismo.
Según ella, el pensamiento cristiano, a lo largo del tiempo, ha tenido reacciones diversas ante la idea de vida extraterrestre. Mientras que la mayoría de las tradiciones cristianas actuales pueden aceptar la idea de un universo lleno de vida, especialmente de formas de vida simples, como una extensión de los abundantes dones de Dios, otros dogmas del cristianismo requerirían una consideración especial.
En particular, señaló Wiseman, sería la doctrina de la “encarnación” (Dios se ha hecho humano para ayudarnos y redimirnos) la que necesitaría de una revisión si realmente se descubre que hay vida en otros planetas.
Asambleas recientes de científicos y teólogos, como las organizadas por la Academia Pontificia de las Ciencias, han señalado la importancia de considerar todos estos temas, explicó la astrónoma.
Vida extraterrestre e Islam
Por su parte, un físico de la American University de Sharjah llamado Nidhal Guessoum habló de las implicaciones del hallazgo de vida extraterrestre para el Islam.
Guessoum señaló que los pensadores musulmanes, tanto durante la era islámica clásica como en la actualidad, han reflexionado poco sobre las consecuencias del descubrimiento de vida extraterrestre, ya sea inteligente o primitiva.
Aquéllos que han comentado el tema, en su mayor parte intérpretes del Corán, han mostrado escasas objeciones sobre la existencia de otros mundos y especies en el cosmos, y han señalado versos del Corán que respaldan esta posibilidad, particularmente en lo que se refiere a la existencia de “otras tierras”.
Diversos intérpretes han señalado asimismo que el Corán habla de bestias, animales o “criaturas vivas de todo tipo” esparcidas por los cielos y la Tierra.
A pesar de esto, la existencia y naturaleza de especies inteligentes extraterrestres es un tema complicado desde la perspectiva islámica porque el Corán presenta al Hombre como “vice-regente de Dios” en la Tierra, y el beneficiario de “todo lo que hay en los cielos y en la Tierra”, afirma Guessoum.
Otras perspectivas
Otros dos ponentes del encuentro de la AAAS defendieron posturas distintas. Por un lado, el astrofísico Howard Smith, del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, señaló que, aunque existan bacterias, plantas o formas de vida inteligente en otros planetas, en la práctica seguimos estando solos en el universo, porque no podremos comunicarnos con ellas, al menos durante las 100 próximas generaciones de humanos.
Por otra parte, Seth Shostak, director del Search for Extraterrestrial Intelligence Institute in Mountain View de California (SETI) se mostró extremadamente optimista acerca de la posibilidad de encontrar vida extraterrestre gracias al aumento de la potencia de los ordenadores, que nos permitirá analizar muchos más datos planetarios que nunca.
Shostak confía en que estos análisis permitan identificar civilizaciones alienígenas en tan sólo 24 años. Este hallazgo podría servir “como catalizador que unifique las culturas humanas y provocar un cambio trascendental en las prioridades del planeta”.
¿Qué efectos tendrían estos datos sobre el pensamiento religioso humano? En el encuentro de la AAAS, Wiseman trató de contestar a esta pregunta desde la perspectiva del cristianismo.
Según ella, el pensamiento cristiano, a lo largo del tiempo, ha tenido reacciones diversas ante la idea de vida extraterrestre. Mientras que la mayoría de las tradiciones cristianas actuales pueden aceptar la idea de un universo lleno de vida, especialmente de formas de vida simples, como una extensión de los abundantes dones de Dios, otros dogmas del cristianismo requerirían una consideración especial.
En particular, señaló Wiseman, sería la doctrina de la “encarnación” (Dios se ha hecho humano para ayudarnos y redimirnos) la que necesitaría de una revisión si realmente se descubre que hay vida en otros planetas.
Asambleas recientes de científicos y teólogos, como las organizadas por la Academia Pontificia de las Ciencias, han señalado la importancia de considerar todos estos temas, explicó la astrónoma.
Vida extraterrestre e Islam
Por su parte, un físico de la American University de Sharjah llamado Nidhal Guessoum habló de las implicaciones del hallazgo de vida extraterrestre para el Islam.
Guessoum señaló que los pensadores musulmanes, tanto durante la era islámica clásica como en la actualidad, han reflexionado poco sobre las consecuencias del descubrimiento de vida extraterrestre, ya sea inteligente o primitiva.
Aquéllos que han comentado el tema, en su mayor parte intérpretes del Corán, han mostrado escasas objeciones sobre la existencia de otros mundos y especies en el cosmos, y han señalado versos del Corán que respaldan esta posibilidad, particularmente en lo que se refiere a la existencia de “otras tierras”.
Diversos intérpretes han señalado asimismo que el Corán habla de bestias, animales o “criaturas vivas de todo tipo” esparcidas por los cielos y la Tierra.
A pesar de esto, la existencia y naturaleza de especies inteligentes extraterrestres es un tema complicado desde la perspectiva islámica porque el Corán presenta al Hombre como “vice-regente de Dios” en la Tierra, y el beneficiario de “todo lo que hay en los cielos y en la Tierra”, afirma Guessoum.
Otras perspectivas
Otros dos ponentes del encuentro de la AAAS defendieron posturas distintas. Por un lado, el astrofísico Howard Smith, del Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics, señaló que, aunque existan bacterias, plantas o formas de vida inteligente en otros planetas, en la práctica seguimos estando solos en el universo, porque no podremos comunicarnos con ellas, al menos durante las 100 próximas generaciones de humanos.
Por otra parte, Seth Shostak, director del Search for Extraterrestrial Intelligence Institute in Mountain View de California (SETI) se mostró extremadamente optimista acerca de la posibilidad de encontrar vida extraterrestre gracias al aumento de la potencia de los ordenadores, que nos permitirá analizar muchos más datos planetarios que nunca.
Shostak confía en que estos análisis permitan identificar civilizaciones alienígenas en tan sólo 24 años. Este hallazgo podría servir “como catalizador que unifique las culturas humanas y provocar un cambio trascendental en las prioridades del planeta”.