Logo de OxyAlert. Fuente: Geobiomet.
El grupo de Biometeorología de la Universidad de Cantabria, Geobiomet, analiza la relación entre el tiempo meteorológico y la salud, con el fin de desarrollar sistemas de alerta biometeorológicos (SAB) que mejoren la calidad de vida de las personas y ayuden a gestionar los recursos naturales, agrícolas, ganaderos y sanitarios.
La historia del planeta en el que habitamos, explica el grupo en su web, muestra innumerables situaciones en las que la madre naturaleza ha incidido sobre el devenir humano. El hombre ha empleado los recursos naturales de la tierra para su crecimiento y desarrollo tanto en las sociedades recolectoras como en las agrícolas, las industriales o tecnológicas. Y el tiempo atmosférico, en concreto, es fundamental en el mundo de la agricultura y del mar, en el transporte, bien sea aéreo o por carretera, o en los pronósticos para las temporadas vacacionales.
La aclimatación y la adaptación de los seres vivos a los cambios suele ser progresiva y constante a lo largo de su vida. De no producirse ésta, nuestro organismo se enfrenta a una crisis de salud. "Al trasladar este hecho a la esfera meteorológica y climática nos encontramos con una continua necesidad de cambio dada la variabilidad de la dinámica atmosférica."
"Existe la creencia generalizada", señala la web, "de que el tiempo cronológico y los ritmos naturales caminaban de la mano en el pasado, de forma acompasada, de tal manera que las necesidades humanas se satisfacían de forma armónica desde el medio natural atendiendo a la estacional climática y a la cotidianeidad de los procesos físicos diarios. Este hecho puede ser cuestionable por responder a una idealización de la naturaleza si bien lo que no resulta tan cuestionable es que actualmente, los ritmos cronológicos y los naturales han perdido su sincronicidad."
El desajuste extremo con el ritmo natural del cambio implica desadaptación y, la incapacidad para adaptarse, conlleva en gran medida una crisis de salud en ciertas personas.
El grupo Geobiomet propone el estudio integrado de ambos elementos, tiempo atmosférico y salud, a muy diferentes escalas espaciales y temporales." En el actual contexto socio-económico resulta necesario el desarrollo de nuevos enfoques epistemológicos en materia científica que aborden desde la transversalidad aspectos como este", señala la web. "¿Cómo nos afecta el clima? ¿Y el tiempo atmosférico y sus cambios? ¿Hasta qué punto estos cambios intervienen sobre nuestra salud personal o la de los animales o plantas?"
La historia del planeta en el que habitamos, explica el grupo en su web, muestra innumerables situaciones en las que la madre naturaleza ha incidido sobre el devenir humano. El hombre ha empleado los recursos naturales de la tierra para su crecimiento y desarrollo tanto en las sociedades recolectoras como en las agrícolas, las industriales o tecnológicas. Y el tiempo atmosférico, en concreto, es fundamental en el mundo de la agricultura y del mar, en el transporte, bien sea aéreo o por carretera, o en los pronósticos para las temporadas vacacionales.
La aclimatación y la adaptación de los seres vivos a los cambios suele ser progresiva y constante a lo largo de su vida. De no producirse ésta, nuestro organismo se enfrenta a una crisis de salud. "Al trasladar este hecho a la esfera meteorológica y climática nos encontramos con una continua necesidad de cambio dada la variabilidad de la dinámica atmosférica."
"Existe la creencia generalizada", señala la web, "de que el tiempo cronológico y los ritmos naturales caminaban de la mano en el pasado, de forma acompasada, de tal manera que las necesidades humanas se satisfacían de forma armónica desde el medio natural atendiendo a la estacional climática y a la cotidianeidad de los procesos físicos diarios. Este hecho puede ser cuestionable por responder a una idealización de la naturaleza si bien lo que no resulta tan cuestionable es que actualmente, los ritmos cronológicos y los naturales han perdido su sincronicidad."
El desajuste extremo con el ritmo natural del cambio implica desadaptación y, la incapacidad para adaptarse, conlleva en gran medida una crisis de salud en ciertas personas.
El grupo Geobiomet propone el estudio integrado de ambos elementos, tiempo atmosférico y salud, a muy diferentes escalas espaciales y temporales." En el actual contexto socio-económico resulta necesario el desarrollo de nuevos enfoques epistemológicos en materia científica que aborden desde la transversalidad aspectos como este", señala la web. "¿Cómo nos afecta el clima? ¿Y el tiempo atmosférico y sus cambios? ¿Hasta qué punto estos cambios intervienen sobre nuestra salud personal o la de los animales o plantas?"
Proyectos
Entre los proyectos de Geobiomet, destaca por ejemplo OxyAlert, un sistema de alertas mediante aplicaciones móviles, que avisa de cambios bruscos en la cantidad de oxígeno.
Una caída excesiva del oxígeno puede provocar hipoxia extrema, y una subida, hiperoxia. Generalmente los seres humanos se adaptan a estos cambios sin problemas dentro de una situación normal y si su estado de salud es bueno, explica la UC en una nota, pero cuando los cambios acontecen bruscamente o son extremos, nuestra salud puede verse seriamente comprometida sobre todo si tenemos una edad avanzada y/o alguna patología médica seria.
OxyAlert Beta es una app gratuita que recoge datos meteorológicos de todo el mundo y calcula los cambios que se producen en la cantidad de oxígeno en la atmósfera para el lugar en que te encuentras.
La cantidad de oxígeno se calcula cada seis horas a tres días vista a partir de un modelo biometeorológico llamado Pronbiomet desarrollado por investigadores cubanos y mejorado por Geobiomet. Una vez obtenidos los resultados del modelo se calcula continuamente la diferencia en 24 horas con el fin de obtener el incremento o decremento en gramos por metro cúbico (gr/m3) que se va a producir en tu localidad. Tanto las diferencias como los valores calculados para el lugar en que te encuentras son presentados en los correspondientes gráficos.
La finalidad de la app es que cada usuario observe en qué grado los cambios del tiempo le afectan y si es más meteoro-sensible a las hipoxias o las hiperoxias atmosféricas. Estudios previos han relacionado las situaciones de hipoxia atmosférica con las enfermedades cerebrovasculares, migrañas y cefaleas y algunas alergias mientras que las situaciones de hiperoxia se han asociado con el asma bronquial, la hipertensión arterial y las infecciones respiratorias agudas y con ciertos dolores articulares y reumáticos.
Entre los proyectos de Geobiomet, destaca por ejemplo OxyAlert, un sistema de alertas mediante aplicaciones móviles, que avisa de cambios bruscos en la cantidad de oxígeno.
Una caída excesiva del oxígeno puede provocar hipoxia extrema, y una subida, hiperoxia. Generalmente los seres humanos se adaptan a estos cambios sin problemas dentro de una situación normal y si su estado de salud es bueno, explica la UC en una nota, pero cuando los cambios acontecen bruscamente o son extremos, nuestra salud puede verse seriamente comprometida sobre todo si tenemos una edad avanzada y/o alguna patología médica seria.
OxyAlert Beta es una app gratuita que recoge datos meteorológicos de todo el mundo y calcula los cambios que se producen en la cantidad de oxígeno en la atmósfera para el lugar en que te encuentras.
La cantidad de oxígeno se calcula cada seis horas a tres días vista a partir de un modelo biometeorológico llamado Pronbiomet desarrollado por investigadores cubanos y mejorado por Geobiomet. Una vez obtenidos los resultados del modelo se calcula continuamente la diferencia en 24 horas con el fin de obtener el incremento o decremento en gramos por metro cúbico (gr/m3) que se va a producir en tu localidad. Tanto las diferencias como los valores calculados para el lugar en que te encuentras son presentados en los correspondientes gráficos.
La finalidad de la app es que cada usuario observe en qué grado los cambios del tiempo le afectan y si es más meteoro-sensible a las hipoxias o las hiperoxias atmosféricas. Estudios previos han relacionado las situaciones de hipoxia atmosférica con las enfermedades cerebrovasculares, migrañas y cefaleas y algunas alergias mientras que las situaciones de hiperoxia se han asociado con el asma bronquial, la hipertensión arterial y las infecciones respiratorias agudas y con ciertos dolores articulares y reumáticos.