El dolor como arma


El Pentágono está financiando la investigación de una nueva arma capaz de provocar un insoportable dolor a una persona situada a dos kilómetros de distancia. Aunque fue originalmente concebida para disolver manifestantes urbanos sin causarles daño, el objetivo del Pentágono es conseguir que un soldado enemigo quede paralizado temporalmente por el dolor. La tecnología es la así conocida Pulsed Energy Projectiles (PEPs). Se trata de un plasma inducido por láser que explota cuando choca con un cuerpo, provocando una sensación de dolor agudo. Según Newscientist, la comunidad científica está disgustada con el proyecto porque usa conocimientos generados para aliviar el dolor con fines militares y, posiblemente, de tortura. Sin olvidar los posibles efectos secundarios.


Eduardo Martínez
06/03/2005



Eduardo Martínez
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