El atuendo del empleado influye en la productividad de la empresa

Estudios confirman que la manera de vestir de los trabajadores condiciona su credibilidad frente a los clientes


Según los especialistas, dependiendo del área que abarque la empresa resulta fundamental el uso de determinado vestuario. El sistema visual en los seres humanos permite asimilar la información de su entorno y está comprobado que un trabajador con atuendo ejecutivo da mejor imagen ante la sociedad que quienes realizan sus labores con ropa más informal. Por Iván Abreu Anaya.


Iván Abreu Anaya
04/03/2013

Si bien es cierto que la diversidad en la forma de vestir de las personas depende de su propia personalidad, no lo es menos que durante las horas laborales ciertos empleos requieren determinados códigos de vestimenta para lograr una imagen profesional ante clientes y competidores.

Sin embargo, en todo Estados Unidos, según el experto en eficiencia de negocios Andrew Jensen los códigos de vestimenta para los empleados en una empresa son tan diversos como los propios trabajadores. Las empresas ciertamente parecen estar en desacuerdo sobre cómo afecta su ropa de trabajo a la productividad.

“Algunos sostienen que permitir ropa informal en la oficina implica que los empleados adopten una actitud casual, lo que deriva según ellos en una ética de trabajo informal (empleados perezosos). Otros argumentan que como a los empleados se les permite vestir con mayor comodidad, su confianza - y por lo tanto su productividad - se incrementará", explica Jensen en su página web sobre estrategias para la optimización del éxito.

Depende de la visión del gerente

Está claro que en temas tan subjetivos como el vestuario de los empleados incide directamente la visión del gerente. En la actualidad, la gran mayoría de las empresas tiende a poner en práctica una forma fácil de lograr el consenso, ‘la uniformidad de los empleados’.

Sin embargo, el experto plantea la interrogante “¿cuál es la estrategia correcta? Científicamente hablando, ¿cómo puede un código de vestimenta incidir en la productividad de gran impacto?”

“En pocas palabras, no lo sé. Al igual que los gerentes no están de acuerdo sobre la cuestión de la vestimenta, también ha habido poca consistencia entre los investigadores", señala Jensen.

De hecho, un estudio, patrocinado por el Colegio de la Maestría en California, publicó las siguientes conclusiones: "Hay un efecto sobre ... el desempeño en el lugar de trabajo vinculado con la forma de vestir, informal o formal... La ropa casual tiene efectos igualmente positivos y negativos, según el área".

"En conclusión, la ropa es una preferencia muy personal que, al menos desde un punto de vista estadístico, no hay mejor manera de predecir cómo la implementación de un código de vestimenta en su lugar de trabajo afectará a su productividad"; afirma el experto que, sin embargo, defiende la adaptación del empleado según su entorno de trabajo. Dependiendo de quiénes sean sus clientes y con qué frecuencia interactúan los empleados con ellos.

“Si usted o sus empleados se relacionan con sus clientes de una manera exclusivamente profesional y de negocios, entonces su código de vestir debe reflejar eso. Hemos de tener en cuenta que muchos clientes juzgarán la productividad de un negocio basados únicamente en su nivel de profesionalismo", recuerda Jensen.

La uniformidad, un dilema…

Parece obvio, y lo es. El experto considera importante una correcta manera de vestir del equipo en general, pero plantea que nunca podrían llegar a un acuerdo completo sobre el código de vestimenta, hay que saber negociar, apunta.

“Es importante tener en cuenta las preferencias generales de su personal, sobre todo si su objetivo principal en el establecimiento de directrices de vestimenta para aumentar la productividad y establecer un punto medio en el que la norma no signifique grandes gastos para la empresa en uniformidad, ni un mayor desembolso de dinero en ropa para los empleados.”

Si su lugar de trabajo es muy informal a nivel de gestión de las relaciones empleado-jefe, la introducción de un código de vestimenta intenso no es recomendable, por ser poco necesario e inclusive contraproducente para usted como líder. Del mismo modo, si usted ya tiene un estricto código de vestimenta en su empresa pero el resentimiento sentido entre su personal a causa de ello es notorio, considere la flexibilización de las normas de vestimenta. Sin embargo, es muy importante hacerlo sólo hasta el punto donde las percepciones de los clientes de su empresa no se verán afectadas negativamente. “Hay que lograr un punto medio” asegura el especialista.

Así que, aunque los efectos precisos de su ropa de trabajo en la productividad no se conocen, la cuestión de la vestimenta sigue siendo una muy importante variable según qué sector.

“No hay una fórmula que se puede aplicar a todos los lugares de trabajo, en su lugar, utilice su mejor juicio para decidir qué directrices de vestimenta son adecuadas para su empresa. Considere los objetivos particulares de su compañía, actitudes, empleados y clientes, y utilizar estas características para ayudarle a tomar una decisión.”

No todos los empleos requieren traje formal, pero algunos sí que requieren un look más juvenil y hasta controvertido, todo depende del sector al que vaya enfocado el producto.



Iván Abreu Anaya
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