El Plan Bolonia no ha afectado al rendimiento académico de los universitarios

Aumentan las diferencias regionales entre las titulaciones y las tasas, según un informe de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas


El proceso de adaptación al Plan Bolonia no ha perjudicado el rendimiento académicos de los estudiantes de universidades españolas, según un informe realizado por la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas. Además, la producción científica ha aumentado ligeramente, pese a los recortes. En el informe, un grupo de expertos recomienda internacionalizar más la universidad, así como reducir las diferencias entre las distintas comunidades autónomas, mediante un eficaz sistema de becas que compense los desequilibrios provocados por el aumento de las tasas y por la variabilidad de las titulaciones. También apuestan por apoyar la investigación, un sector muy perjudicado por la crisis económica. Por Carlos Gómez Abajo.


29/11/2013

Evolución del rendimiento académico, que ha ido aumentando paulatinamente en la última década. Fuente: CRUE.
Las universidades españolas mejoraron su rendimiento académico en los años 2010 y 2011 respecto al periodo 2008-2010, según el informe La Universidad española en cifras 2012, publicado por la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE). Además aumentaron moderadamente su producción científica, a pesar de los recortes presupuestarios.

Se trata de la séptima edición de este informe, que se publica desde el año 2000, como señala la nota de prensa de la CRUE. El Sistema Universitario Español concluyó su proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (Plan Bolonia) precisamente en el curso 2010-2011.

El informe destaca que, pese a los augurios de que el cambio del sistema universitario provocado por el Plan Bolonia reduciría el rendimiento de las universidades, ocurrió al contrario, puesto que se graduó un 2,82% más de alumnos en el curso 2010-2011 respecto al número de matriculados en el 2006-2007. También aumentó el número de tesis doctorales defendidas respecto al número de estudiantes de doctorado, que pasó del 9,40% en 2008-2010 al 10,98% en 2010-2011.

La demanda de alumnos de nuevo ingreso, que se había reducido notablemente en los últimos años (de 294.631 en el curso 2002-2003 a 208.962 en 2007-2008), volvió a crecer en el periodo analizado (308.165). También aumentó significativamente el número de alumnos de doctorado. El informe lo atribuye "probablemente" al elevado desempleo juvenil. Lo previsible es que con la reciente elevación de las tasas universitarias la tendencia vuelva a caer, añade, el informe, que también lamenta las amplias diferencias de tasas entre las distintas comunidades autónomas.

Becas y elección de carrera

En cuanto a becas, el 32,3% de alumnos solicitaron una beca en 2010-11, un 7% más que en el curso anterior. Los expertos advierten del peligro de que se pierda la equidad del sistema por el aumento de las tasas y el ineficaz sistema de becas, que no se ha adaptado al cambio de las tasas.

Entre 2002-03 y 2010-11 aumentó notablemente la demanda de estudios de ciencias de la salud (100,7% más), y de humanidades y artes (31,8%), y cayó la de ingenierías y arquitectura (-21,3%), y de ciencias sociales y jurídicas (-4,6%). El estudio advierte del "problema futuro" que puede provocar la menor demanda de las ingenierías.

El número de estudiantes que cursaron la carrera elegida en primera opción se mantuvo estable: del 72,4% al 71,2%. Los alumnos procedentes de la misma provincia son el 42,2%.

El ratio de alumnos por profesor ha ido cayendo paulatinamente a lo largo de la última década. De los 18,7 de 2002-2003 se ha pasado a 14,03 en 2010-2011. La media de la UE para ese curso fue de 15,82, similar al dato de Francia, mientras que en Alemania fue de 11,56 y en Suecia 12,48. La cifra irá en aumento, señala el informe, debido a la reducción de plantillas provocada por los recortes.

En las universidades públicas trabajaban 155.108 personas en el curso analizado, de las que el 65,2% eran profesores. Prácticamente la mitad de profesores son funcionarios, y la otra mitad contratados, aunque en algunas comunidades el ratio es de 7 a 3. La edad del profesorado cada vez es mayor y será un factor importante en los próximos años, según el informe, debido a que casi no hay contrataciones actualemente. Menores de 41 años son el 24,3%; entre 41 y 50, el 34,8%; y entre 51 y 60, el 28,3%. Seis de cada diez son hombres, así como ocho de cada diez catedráticos.

Los trabajadores de administración y servicios son en un 60,6% funcionarios, con una mediana de edad entre los 41 y 50 años (43,2%).

En cuanto a la producción científica, en 2010-11 se hicieron más de 82.000 publicaciones, y un total de 39.144 artículos fueron referenciados en el índice ISI (de factor de impacto), un 15% más que en 2008. De ellos, el 39,6% fueron de la rama de Ciencias, el 23,1% de Ingeniería y Arquitectura, y el 19,6% de Ciencias de la Salud. Las patentes en explotación originadas por las universidades públicas españolas en ese curso sumaron un total de 250.

Menos presupuesto para investigación

Las universidades públicas españolas consiguieron en 2010 un total de 1.375 millones de euros para actividades de investigación, un 7% menos que dos años antes. Se rompía de ese modo la tendencia ascendente que se había producido desde 2002. El 69% del dinero fue destinado a investigación básica, y el resto a la aplicada. La investigación básica tiene financiación casi totalmente pública, mientras que en la aplicada predomina el dinero privado.

El informe señala que en 2010 el 18,5% de los mismos era generado por las propias universidades. Y casi seis de cada diez provenían de las comunidades autónomas. El gasto de personal suponía el 58% del gasto total en 2010. "Las universidades tienen en las estrategias de captación de recursos externos uno de sus principales objetivos a alcanzar en los próximos años", señalan los autores del informe, que apunta a alianzas en el entorno europeo y a colaboraciones con el mundo empresarial. Para esto último será necesario un estímulo público, añaden, a través de mecanismos fiscales y de control más eficientes.

En 2010, España ocupaba el puesto 22 mundial en cuanto a número de documentos científicos por millón de habitantes, con solo un 11% menos que Alemania. En la última década se había pasado de estar un 40% por debajo de Francia a estar casi a la par, señala el informe, "a pesar de ser la inversión española en I+D+i mucho menor". En cuanto a calidad, España ocupaba el lugar 16, ligeramente por debajo de Francia e Italia.

Otro dato destacado en la nota de prensa es la presencia de estudiantes extranjeros, que desde 2002-2003 aumentó del 1,24% al 2,00% en los grados, y del 14,0% al 20,6% en el doctorado. En el máster se situó en 2010-2011 en el 10,5%. El informe recomienda que se aumente la oferta bilingüe y en lenguas extranjeras, así como la flexibilidad para acceder a los estudios en España desde sistemas extranjeros.

Evolución de la demanda de estudios universitarios, por ramas del conocimiento. El informe advierte de los riesgos de que haya caído mucho la demanda de ingenierías. Fuente: CRUE.
Conclusiones y recomendaciones

La CRUE ha emitido también un documento más extenso de conclusiones y recomendaciones, en el que destaca que el sistema universitario español sigue siendo mayoritariamente público (50 universidades son públicas y 33 privadas y de la Iglesia católica; y 9 de cada 10 estudiantes van a centros públicos). El informe destaca que el nivel de transparencia de las universidades públicas es mucho mayor que el de las privadas, y que éstas deben hacer un esfuerzo para que sucesivos informes reflejen su realidad adecuadamente.

El total de alumnos matriculados en el curso 2010-11 fue de 1.438.165, el 10,3% de ellos en cursos oficiales de posgrado. Desde 1989-1990 el número de alumnos ha aumentado un 34%, y la producción de artículos un 115,9%, en tanto que la financiación crecía un 46%, señala el documento. La crisis, que alcanzó a la universidad "con cierto desfase", parece marcar un punto de inflexión, según los autores del documento, aunque advierten de que sus peores consecuencias aún no aparecen en este informe.

El informe de este año ha sido elaborado junto con la Cátedra Unesco de Gestión y Política Universitaria de la Universidad Politécnica de Madrid, y dirigido por Francisco Michavila. Además, cinco expertos del mundo universitario (Rafael Puyol, Federico Gutiérrez-Solana, Carmen Pérez-Esparrells, Javier Uceda y Juan Vázquez) han extraído una serie de tendencias y recomendaciones sobre el sistema universitario.

Entre las más importantes, destacan que la idea generalizada de que la oferta de estudios a nivel licenciatura (ahora grado) ha crecido de forma desordenada con el paso del sistema de primer y segundo ciclo al de los grados, y que además es excesiva en todas las ramas del conocimiento y en todas las comunidades, es falsa o, al menos inexacta. De hecho, el número de estudios de grado (antes licenciaturas y diplomaturas) cayó de 2.586 a 2.192 en la última década. Además, la mayoría de los nuevos estudios corresponden a Economía, y pocos a Ciencias.

Con todo, los expertos recomiendan que en un plazo no demasiado largo se aborde una racionalización del sistema de titulaciones, mediante acuerdos entre universidades, gobiernos regionales y el nacional, para facilitar la movilidad de estudiantes de unas universidades a otras y la colaboración entre los centros. "Una mejora de la eficiencia, en definitiva". Las becas también deben facilitar la movilidad, compensando los desequilibrios entre regiones.

Los autores también advierten de que "urge" que se potencie la formación de doctores, para que haya más investigadores, y evolucionar así a otro modelo de desarrollo.

La internacionalización del profesorado y el personal de administración y servicios es otro de los asuntos pendientes, aunque los programas de movilidad sí estén bastante desarrollados, en el apartado de los profesores.

Para concluir, los autores advierten de que si la universidad no cumple su papel en la formación de capital humano y en la creación de conocimientos, eso tendrá un efecto "devastador" en toda la sociedad. Por ello urgen a la reflexión y a las acciones políticas.



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