Perforando corales para rastrear la historia de El Niño en la Isla de la Navidad, situada en el océano Índico, a 2.360 km al noroeste de Perth, en el estado de Australia Occidental, a 360 km al sur de Yakarta, la capital de Indonesia, y a 975 km de las Islas Cocos. Foto: Jason Turl, Centre of Excellence for Climate Extremes.
En las últimas décadas, el fenómeno El Niño ha experimentado una evolución extraordinaria e intrigante, según una reconstrucción de 400 años de historia obtenida a través del análisis de muestras de coral.
Este análisis demuestra que se ha roto un equilibrio de cuatro siglos de antigüedad que tiene consecuencias para los patrones de lluvia en el cinturón tropical y otras regiones, dependiendo de las anomalías que se registran en la superficie marina y en las corrientes oceánicas.
El Niño/Oscilación del Sur (ENSO) es un fenómeno natural caracterizado por la fluctuación de las temperaturas en las partes central y oriental del océano Pacífico, asociada a cambios en la atmósfera. Este fenómeno tiene una gran influencia en las condiciones climáticas de numerosas partes del mundo y ocasiona un calentamiento de las temperaturas del aire a escala mundial, según la OMM.
El intenso episodio de El Niño de 2015/2016, que vino acompañado de sequías, inundaciones y decoloración coralina en varias zonas del mundo, asociado al cambio climático a largo plazo, provocó que las temperaturas mundiales aumentasen hasta alcanzar máximos históricos, tanto en 2015 como en 2016.
El fenómeno de El Niño ha sido suficientemente estudiado mediante datos terrestres y de satélite, pero ahora científicos de la Universidad de Melbourne han desarrollado un método innovador que utiliza núcleos perforados de coral para obtener un primer registro estacional anual de los últimos 400 años de eventos de El Niño.
Cambios estructurales
El registro, publicado en Nature Geoscience, muestra que la naturaleza de los eventos de El Niño ha cambiado en las últimas décadas.
Hay dos tipos de El Niño. Uno marcado por las máximas anomalías cálidas al este de la cuenca del océano Pacífico, y el otro por las máximas anomalías cálidas registradas en el centro de dicha cuenca. Para referirse a ambos tipos de fenómenos climáticos, los científicos hablan de El Niño Canónico y El Niño Modoki, respectivamente.
Los resultados de este registro en los corales señalan que los patrones de comportamiento de ambas anomalías climáticas han cambiado desde comienzos del siglo pasado.
Estos investigadores han apreciado que los eventos Modoki se han multiplicado por cuatro en relación con los eventos Canónicos, así como que estos eventos Canónicos han aumentado en intensidad.
"Estamos viendo más fenómenos de El Niño formándose en el Océano Pacífico central en las últimas décadas, lo cual es inusual en los últimos 400 años", señala la autora principal, Mandy Freund, en un comunicado.
"Incluso hay algunos indicios de que en el Este del Pacífico los episodios de El Niño están creciendo en intensidad, como ya ocurrió en 1997/98 y 2015/16”, añade. Los episodios muy fuertes de El Niño se han registrado en 1925, 1983, 1997 y 2015. Antes ocurrían cada 50 años, pero ahora se suceden con menos de 20 años de diferencia, según los registros históricos.
Este análisis demuestra que se ha roto un equilibrio de cuatro siglos de antigüedad que tiene consecuencias para los patrones de lluvia en el cinturón tropical y otras regiones, dependiendo de las anomalías que se registran en la superficie marina y en las corrientes oceánicas.
El Niño/Oscilación del Sur (ENSO) es un fenómeno natural caracterizado por la fluctuación de las temperaturas en las partes central y oriental del océano Pacífico, asociada a cambios en la atmósfera. Este fenómeno tiene una gran influencia en las condiciones climáticas de numerosas partes del mundo y ocasiona un calentamiento de las temperaturas del aire a escala mundial, según la OMM.
El intenso episodio de El Niño de 2015/2016, que vino acompañado de sequías, inundaciones y decoloración coralina en varias zonas del mundo, asociado al cambio climático a largo plazo, provocó que las temperaturas mundiales aumentasen hasta alcanzar máximos históricos, tanto en 2015 como en 2016.
El fenómeno de El Niño ha sido suficientemente estudiado mediante datos terrestres y de satélite, pero ahora científicos de la Universidad de Melbourne han desarrollado un método innovador que utiliza núcleos perforados de coral para obtener un primer registro estacional anual de los últimos 400 años de eventos de El Niño.
Cambios estructurales
El registro, publicado en Nature Geoscience, muestra que la naturaleza de los eventos de El Niño ha cambiado en las últimas décadas.
Hay dos tipos de El Niño. Uno marcado por las máximas anomalías cálidas al este de la cuenca del océano Pacífico, y el otro por las máximas anomalías cálidas registradas en el centro de dicha cuenca. Para referirse a ambos tipos de fenómenos climáticos, los científicos hablan de El Niño Canónico y El Niño Modoki, respectivamente.
Los resultados de este registro en los corales señalan que los patrones de comportamiento de ambas anomalías climáticas han cambiado desde comienzos del siglo pasado.
Estos investigadores han apreciado que los eventos Modoki se han multiplicado por cuatro en relación con los eventos Canónicos, así como que estos eventos Canónicos han aumentado en intensidad.
"Estamos viendo más fenómenos de El Niño formándose en el Océano Pacífico central en las últimas décadas, lo cual es inusual en los últimos 400 años", señala la autora principal, Mandy Freund, en un comunicado.
"Incluso hay algunos indicios de que en el Este del Pacífico los episodios de El Niño están creciendo en intensidad, como ya ocurrió en 1997/98 y 2015/16”, añade. Los episodios muy fuertes de El Niño se han registrado en 1925, 1983, 1997 y 2015. Antes ocurrían cada 50 años, pero ahora se suceden con menos de 20 años de diferencia, según los registros históricos.
Historia en los corales
Para obtener la nueva perspectiva, los investigadores utilizaron muestras de corales dispersos entre el Océano Índico y el Pacífico Oriental.
Los núcleos de coral, como los anillos de los árboles, tienen patrones de crecimiento de siglos y contienen isótopos que pueden decir mucho sobre el clima del pasado. Sin embargo, hasta ahora, no se habían utilizado para detectar los diferentes tipos de eventos de El Niño.
Gracias a estos registros, los investigadores han podido determinar la evolución del fenómeno El Niño desde 1617 hasta 2005.
"El fenómeno de El Niño es una de las características más importantes del clima global, y los cambios en su comportamiento tienen implicaciones muy serias para los patrones climáticos y los eventos extremos en todo el mundo", explica Ben Henley, otro de los investigadores.
Y añade: "Esto nos da la oportunidad de explorar con mayor precisión cómo el calentamiento global puede cambiar a Los Niños y lo que esto significa para el clima futuro y las condiciones climáticas extremas".
"Tener una mejor comprensión de cómo los diferentes tipos de El Niño nos han afectado en el pasado y en el presente, significará que somos más capaces de modelar, predecir y planificar para el futuro de El Niños y su amplio impacto", concluye Freund.
Para obtener la nueva perspectiva, los investigadores utilizaron muestras de corales dispersos entre el Océano Índico y el Pacífico Oriental.
Los núcleos de coral, como los anillos de los árboles, tienen patrones de crecimiento de siglos y contienen isótopos que pueden decir mucho sobre el clima del pasado. Sin embargo, hasta ahora, no se habían utilizado para detectar los diferentes tipos de eventos de El Niño.
Gracias a estos registros, los investigadores han podido determinar la evolución del fenómeno El Niño desde 1617 hasta 2005.
"El fenómeno de El Niño es una de las características más importantes del clima global, y los cambios en su comportamiento tienen implicaciones muy serias para los patrones climáticos y los eventos extremos en todo el mundo", explica Ben Henley, otro de los investigadores.
Y añade: "Esto nos da la oportunidad de explorar con mayor precisión cómo el calentamiento global puede cambiar a Los Niños y lo que esto significa para el clima futuro y las condiciones climáticas extremas".
"Tener una mejor comprensión de cómo los diferentes tipos de El Niño nos han afectado en el pasado y en el presente, significará que somos más capaces de modelar, predecir y planificar para el futuro de El Niños y su amplio impacto", concluye Freund.
Referencia
Higher frequency of Central Pacific El Niño events in recent decades relative to past centuries. Mandy B. Freund et al. Nature Geoscience (2019). DOI:https://doi.org/10.1038/s41561-019-0353-3.
Higher frequency of Central Pacific El Niño events in recent decades relative to past centuries. Mandy B. Freund et al. Nature Geoscience (2019). DOI:https://doi.org/10.1038/s41561-019-0353-3.