El LSD reorganiza y armoniza el cerebro

Puede aprovecharse para tratar enfermedades mentales


Una nueva investigación ha descubierto que el LSD no sólo aumenta la energía total del cerebro, sino que también potencia las conexiones armónicas. Recluta zonas neuronales que generalmente no trabajan juntas y sus efectos se amplifican con la música. El nuevo orden cerebral puede aprovecharse para tratar enfermedades mentales.


Redacción T21
05/03/2018

Una investigación desarrollada en el  CBC (Center for Brain and Cognition) de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona ha descubierto que el LSD provoca un proceso de armonización entre zonas del cerebro que generalmente no trabajan juntas.

Este proceso inducido de armonización conduce al cerebro a desarrollar nuevos esquemas de actividad capaces de compensar las conexiones desordenadas que se producen como consecuencia de determinadas enfermedades mentales.

El equipo aplicó un método original que permite descomponer los datos procedentes de resonancia magnética funcional de cerebros en estado de reposo y bajo los efectos del LSD, para un conjunto de estados independientes, según se explica en un comunicado.

A través de este método han podido observar la actividad neuronal como una combinación de ondas armónicas, cada una asociada a una longitud de onda espacial diferente. A esa perspectiva la han llamado connectoma armónico.

La descomposición de los datos obtenidos mediante la resonancia magnética de los cerebros bajo la influencia del LSD, permitió descubrir que con el LSD no sólo aumenta la energía total del cerebro, sino que también se enriquece el repertorio de conectomas armónicos.

El efecto no es circunstancial ni aleatorio, sino que es consistente, lo que para los investigadores supone que el LSD provoca una reorganización profunda de la dinámica cerebral y la aparición de un nuevo tipo de orden en el cerebro.

Otra constatación del estudio es que el LSD es selectivo, ya que se concentra en los armónicos de alta frecuencia, lo que provoca que la actividad cerebral se reorganice cercana al estado crítico, es decir, en un estado límite entre el equilibrio y el caos.

LSD y música

En el estudio participaron doce individuos que vivieron seis posibles situaciones: LSD; placebo; LSD o placebo, mientras escuchaban música; LSD o placebo, después de la sesión musical.

Según los investigadores, explorar los efectos combinados de la música y los estados psicodélicos inducidos por LSD brindó la oportunidad de revelar no sólo los cambios dinámicos inducidos por LSD en el cerebro, sino también cómo estas dinámicas se ven afectadas por la presencia de estímulos complejos y naturales como la música.

Se interesaron especialmente por la forma en la que las redes de actividad neuronal oscilan en los diferentes modelos del experimento, armonizándose entre sí, de la misma forma que lo hacen las ondas que emergen de un instrumento musical.

Así comprobaron que el LSD modifica la forma habitual de proceder del cerebro, asociando zonas neuronales que generalmente no trabajan juntas. También descubrieron que escuchar música amplifica la reorganización cerebral que provoca el LSD.

Este descubrimiento puede ser fundamental para el tratamiento de determinadas enfermedades mentales, que se originan por conexiones defectuosas de las redes cerebrales. Como con el LSD el cerebro crea nuevas sinapsis, es posible que estas nuevas conexiones neuronales contribuyan a remediar algunas enfermedades mentales.

Nuevos conocimientos

El descubrimiento es importante, pero necesita de nuevos conocimientos para articular posibles terapias para enfermedades mentales mediante el uso controlado y dirigido del LSD. Es preciso conocer mejor los mecanismos neuronales que desencadena el alucinógeno en la dinámica cerebral y vincularlos con los neurotransmisores, que son los que provocan los efectos psicodélicos.

Aunque no es el primer estudio que analiza los efectos en el cerebro de las sustancias psicodélicas, la nueva investigación es pionera en analizar sus efectos armónicos en respuesta a dosis de LSD, y en describir los mecanismos implicados en potenciales efectos terapéuticos.

La dietilamida de ácido lisérgico (LSD) es una droga psicodélica cuyos efectos pueden incluir alucinaciones, sinestesia, percepción distorsionada del tiempo y disolución del ego, la alteración de la percepción, la conciencia y los sentimientos, además de sentir o visualizar sensaciones o imágenes que pueden parecer reales, pero que no lo son.

Referencia

Connectome-harmonic decomposition of human brain activity reveals dynamical repertoire re-organization under LSD. Selen Atasoy, Leor Roseman, Mendel Kaelen, Morten L. Kringelbach, Gustavo Deco & Robin L. Carhart-Harris. Scientific Reports, Volume 7, Article number: 17661 (2017). doi:10.1038/s41598-017-17546-0



Redacción T21
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