El AVE contamina menos que los trenes tradicionales

El consumo de energía y las emisiones de CO2 se reducen en un 29%, según un estudio


Una investigación realizada recientemente por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles indica que los trenes de alta velocidad alcanzan un consumo energético un 29% menor por pasajero con relación a los trenes convencionales, mientras que las emisiones de dióxido de carbono disminuyen en el mismo porcentaje. Las cifras se encuentran directamente relacionadas con las características de la tecnología utilizada en la red AVE. Por Pablo Javier Piacente.


Pablo javier Piacente
14/01/2011

El AVE no solamente es más rápido: también permite disminuir las emisiones contaminantes y el consumo de energía. Imagen: FFE.
De acuerdo a un estudio desarrollado por especialistas españoles, los trenes de alta velocidad de la red AVE disminuyen casi en un tercio el consumo energético y las emisiones de CO2 con respecto a los ferrocarriles tradicionales. La investigación, difundida en diciembre pasado, recoge datos de quince años de operaciones del sistema de alta velocidad.

Las conclusiones del estudio realizado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles fueron publicadas en la revista especializada Transportation Research Record, como así también en otros medios internacionales como Physorg.com o Science Daily. El autor del estudio fue el ingeniero Alberto García Álvarez, investigador de la Fundación de los Ferrocarriles Españoles.

Según García, un tren de alta velocidad en condiciones normales de funcionamiento consume menos energía y produce menos emisiones de CO2 por pasajero transportado, a razón de un 29% de promedio, que un tren convencional viajando entre los mismos dos puntos a una velocidad inferior.

¿Por qué los trenes de alta velocidad alcanzan mayor eficiencia energética y producen una menor cantidad de emisiones contaminantes?. Principalmente, debido a las características intrínsecas del sistema ferroviario de alta velocidad, como por ejemplo su perfil de velocidad más uniforme.

Variables analizadas

Otros puntos que inciden en el mejor rendimiento de los trenes de la red AVE son el menor número de paradas y de curvas durante el viaje con relación a los trenes tradicionales. Asimismo, el consumo energético ligado a servicios auxiliares como el aire acondicionado, la iluminación o la ventilación también se reduce en proporción directa a la velocidad alcanzada por los trenes.

Específicamente en cuanto a las emisiones contaminantes, los trenes de alta velocidad emplean un sistema de tracción eléctrica, lo que significa que no emiten gases de efecto invernadero y, en consecuencia, contribuyen en menor medida al consumo de combustibles fósiles con respecto a otros medios de transporte.

En esta cuestión específica, las ventajas del AVE son idénticas a las obtenidas en otros trenes eléctricos, pero por supuesto potenciadas por su mayor velocidad y el menor tiempo empleado en los viajes. Sin embargo, García aclaró que una línea ferroviaria de alta velocidad no solamente está destinada a la sustitución de los trenes convencionales.

También resulta primordial la posibilidad de captar un gran número de pasajeros que, de otro modo, se transportarían en avión o coche privado. Allí radican quizás las mayores potencialidades del AVE en su contribución ambiental, teniendo en cuenta la diferencia en cuanto al consumo energético y la emisión de CO2 entre los distintos medios de transporte mencionados.

Ventajas ambientales

De esta manera, el AVE impide la emisión de 3 kilogramos de CO2 por pasajero en comparación con otros trenes, pero al mismo tiempo permite evitar que 31 kilogramos de CO2 sean liberados a la atmósfera por cada pasajero que no viaja en coche o en avión y elige los trenes de alta velocidad.

Para llevar a cabo el estudio, el ingeniero García utilizó datos de 2008 y un simulador desarrollado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, que registra más de 15 años de operaciones de los trenes de alta velocidad. El simulador matemático ha procesado 200 variables relacionadas con el tren convencional y el AVE.

Algunas de estas variables son las características de la pista, el número de paradas, los sistemas eléctricos empleados y los coeficientes de corrección, estudiados en 10 viajes de media y larga distancia. El estudio incluye las dos líneas de alta velocidad recientemente inauguradas (Madrid-Valencia y Madrid-Albacete).

Se ha indicado además que la reducción en el consumo energético y las emisiones contaminantes se incrementa en las rutas en las cuales el AVE alcanza velocidades más altas. La comparación incluye una verificación empírica de las diferencias entre los servicios de alta velocidad y los sistemas ferroviarios convencionales, en el marco de un análisis basado en modelos teóricos.



Pablo javier Piacente
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