Los “whistleblowers” o informantes internos pueden ser vistos por algunos como los sapos pero realmente constituyen un bien invaluable para una organización, siempre y cuando denuncien las irregularidades internamente y siguiendo los canales adecuados.
Pero para que esto sea posible una empresa tiene que proporcionar seguridad, apoyo, canales de comunicación eficaces y otros elementos de motivación, ya que, de lo contrario, será muy difícil que un empleado corra riesgos personales y profesionales para ayudar a su compañía.
La Universidad de Indiana destaca en un artículo el nuevo estudio de dos de sus investigadores, Janet Near y Terry Morehead Dworkin, junto con Marcia Miceli, de la escuela de negocios de la Universidad de Georgetown, que fue dado a conocer a través de un artículo escrito por los tres en el Journal of Business Ethics.
El estudio habla sobre la situación de los “whistleblowers” dentro de las compañías y sobre cómo, hasta ahora, las estrategias de estas últimas han hecho que el 80% del personal que tiene la intención de denunciar situaciones irregulares dentro la empresa, aunque recurra a la jerarquía o trate de contarle a alguien, no pasa del primer intento.
El papel de los “whistleblowers”
Los autores de la investigación explican que los “whistleblowers” responden al estereotipo de ser quienes van a los medios de comunicación a contar lo que está pasando en sus compañías, pero que eso realmente no es así, ya que la mayoría de estas personas tratan de denunciar las situaciones internamente como primer paso.
Por eso, ellos analizan lo importante que es para una empresa incentivar este tipo de denuncias internas, “Si yo soy el gerente…me corresponde establecer procedimientos para que ellos (los empleados) puedan ‘dar el pitazo’ (denunciar) internamente y minimizar el daño externo de la organización”.
Los investigadores explican también cómo actualmente es muy difícil conocer lo que está pasando dentro de una organización, a diferencia de épocas pasadas en las que eran los periodistas los que denunciaban estas situaciones, lo que convierte a los “whistleblowers” en los personajes fundamentales que posibilitan el conocer a tiempo lo que sucede. Sin embargo, es necesario proporcionar herramientas, motivación y una comunicación abierta para que esta comunicación interna pueda hacerse de la forma adecuada.
Apoyo, motivación y comunicación para evitar catástrofes
Los autores del artículo recomiendan implementar sistemas especiales de evaluación para las denuncias de situaciones cuestionables por parte de los empleados a través de los canales correctos, y además hablan de que, teniendo en cuenta la interpretación más simple de la teoría de la motivación, se deduce que al ofrecer recompensas valoradas por los empleados a quienes delaten irregularidades, las denuncias aumentarán.
Ellos llaman la atención sobre el hecho de que no existan organizaciones que hayan seguido el ejemplo de los cambios en la ley estadounidense que han motivado a que la gente denuncie asuntos de fraudes federales y piensan que en una empresa el resultado podría ser el mismo.
Finalmente, los investigadores dan los siguientes consejos para que en las compañías existan políticas de apoyo y protección a los “whistleblowers”:
• Crear y comunicar códigos de ética y políticas de anti represalias.
• Realizar capacitaciones serias para que directivos y empleados aprendan a manejar las preocupaciones sin que existan represalias en el lugar de trabajo.
• Respaldar estos esfuerzos con canales para denunciar las situaciones irregulares. En este punto se menciona la importancia de la comunicación, la libertad de expresión y el diálogo para crear un ambiente de resolución abierta de conflictos.
• Proporcionar al empleador incentivos monetarios para los “whistlerblowers”.
La conclusión general es que en las organizaciones debe existir un sentimiento generalizado de seguridad, protección y libertad para cualquier empleado que sienta la necesidad de comunicar sus necesidades u opiniones en cualquier nivel jerárquico, para garantizar así que información de vital importancia no se enrede en el camino debido a miedo, falta de canales adecuados y motivación.
Pero para que esto sea posible una empresa tiene que proporcionar seguridad, apoyo, canales de comunicación eficaces y otros elementos de motivación, ya que, de lo contrario, será muy difícil que un empleado corra riesgos personales y profesionales para ayudar a su compañía.
La Universidad de Indiana destaca en un artículo el nuevo estudio de dos de sus investigadores, Janet Near y Terry Morehead Dworkin, junto con Marcia Miceli, de la escuela de negocios de la Universidad de Georgetown, que fue dado a conocer a través de un artículo escrito por los tres en el Journal of Business Ethics.
El estudio habla sobre la situación de los “whistleblowers” dentro de las compañías y sobre cómo, hasta ahora, las estrategias de estas últimas han hecho que el 80% del personal que tiene la intención de denunciar situaciones irregulares dentro la empresa, aunque recurra a la jerarquía o trate de contarle a alguien, no pasa del primer intento.
El papel de los “whistleblowers”
Los autores de la investigación explican que los “whistleblowers” responden al estereotipo de ser quienes van a los medios de comunicación a contar lo que está pasando en sus compañías, pero que eso realmente no es así, ya que la mayoría de estas personas tratan de denunciar las situaciones internamente como primer paso.
Por eso, ellos analizan lo importante que es para una empresa incentivar este tipo de denuncias internas, “Si yo soy el gerente…me corresponde establecer procedimientos para que ellos (los empleados) puedan ‘dar el pitazo’ (denunciar) internamente y minimizar el daño externo de la organización”.
Los investigadores explican también cómo actualmente es muy difícil conocer lo que está pasando dentro de una organización, a diferencia de épocas pasadas en las que eran los periodistas los que denunciaban estas situaciones, lo que convierte a los “whistleblowers” en los personajes fundamentales que posibilitan el conocer a tiempo lo que sucede. Sin embargo, es necesario proporcionar herramientas, motivación y una comunicación abierta para que esta comunicación interna pueda hacerse de la forma adecuada.
Apoyo, motivación y comunicación para evitar catástrofes
Los autores del artículo recomiendan implementar sistemas especiales de evaluación para las denuncias de situaciones cuestionables por parte de los empleados a través de los canales correctos, y además hablan de que, teniendo en cuenta la interpretación más simple de la teoría de la motivación, se deduce que al ofrecer recompensas valoradas por los empleados a quienes delaten irregularidades, las denuncias aumentarán.
Ellos llaman la atención sobre el hecho de que no existan organizaciones que hayan seguido el ejemplo de los cambios en la ley estadounidense que han motivado a que la gente denuncie asuntos de fraudes federales y piensan que en una empresa el resultado podría ser el mismo.
Finalmente, los investigadores dan los siguientes consejos para que en las compañías existan políticas de apoyo y protección a los “whistleblowers”:
• Crear y comunicar códigos de ética y políticas de anti represalias.
• Realizar capacitaciones serias para que directivos y empleados aprendan a manejar las preocupaciones sin que existan represalias en el lugar de trabajo.
• Respaldar estos esfuerzos con canales para denunciar las situaciones irregulares. En este punto se menciona la importancia de la comunicación, la libertad de expresión y el diálogo para crear un ambiente de resolución abierta de conflictos.
• Proporcionar al empleador incentivos monetarios para los “whistlerblowers”.
La conclusión general es que en las organizaciones debe existir un sentimiento generalizado de seguridad, protección y libertad para cualquier empleado que sienta la necesidad de comunicar sus necesidades u opiniones en cualquier nivel jerárquico, para garantizar así que información de vital importancia no se enrede en el camino debido a miedo, falta de canales adecuados y motivación.