El 41% de los medicamentos del mundo están falsificados

Un estudio revela el aumento del tráfico de fármacos inadecuados


El 41% de los 17.000 medicamentos estudiados en una investigación global no cumplen las normas de calidad. Las falsificaciones y la falta de controles de calidad perjudican a la lucha contra enfermedades como la malaria, según una serie de artículos publicados en la revista 'The American Journal of Tropical Medicine and Hygiene'.


Redacción T21
21/04/2015

Las medicinas falsificadas cada vez están más extendidas. Imagen: Scott Feldstein. Fuente: Flickr.
Los medicamentos de mala calidad son una amenaza real para la lucha contra el VIH/sida, la malaria y la tuberculosis, según una serie de artículos publicados ayer.

Los científicos informan de que hasta un 41 por ciento de las 17.000 muestras de medicamentos estudiadas a nivel global no cumplieron las normas de calidad.

Entre los artículos hay uno que describe el descubrimiento de fármacos contra la malaria falsificados y de calidad inferior que causaron unas 122.350 muertes en niños africanos en 2013. Otros estudios identifican antibióticos de mala calidad, que pueden dañar la salud y aumentar la resistencia antimicrobiana. Sin embargo, se están desarrollando nuevos y prometedores métodos para detectar drogas problemáticas en el punto de compra, dicen los científicos.

Son 17 artículos en total, que detallan diversos aspectos de la cuestión y proponen posibles soluciones, y que aparecen en en un suplemento especial de The American Journal of Tropical Medicine and Hygiene. Varios artículos sugieren intervenciones políticas, incluyendo un marco internacional y la adopción de estrictas leyes nacionales contra la falsificación de medicamentos.

"Este problema continúa propagándose en todo el mundo, creando un desafío aún mayor a la cooperación entre las partes interesadas, muchas de ellos con recursos limitados", señala el co-editor del suplemento, Joel Breman, del Centro Internacional Fogarty, en la nota de prensa de los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses. "Hay una necesidad urgente de colaboración entre expertos en política, ciencia, tecnología, vigilancia, epidemiología y logística, con el fin de asegurar las cadenas de suministro globales."

En un ensayo introductorio, la ex comisionada de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos, Margaret Hamburg, dice que la globalización ha añadido capas de complejidad a la cadena de suministro de medicamentos, que requieren una mayor supervisión. "El panorama actual de productos médicos desdibuja la línea entre la producción nacional y extranjera, llamando la atención sobre la necesidad de vigilancia a nivel mundial sobre la calidad y la seguridad para evitar la exposición del paciente a productos falsificados", escribe Hamburg, que fue nombrada recientemente secretaria de Relaciones Exteriores de la ONG Instituto de Medicina.

Análisis

Los científicos inspeccionaron la calidad de alrededor de 16.800 muestras de medicamentos contra la malaria, medicamentos contra la tuberculosis, antibióticos y medicamentos contra la leishmaniasis. Entre el 9 y el 41 por ciento no cumplieron con las especificaciones. Se llevaron a cabo siete estudios independientes, sobre todo en entornos de bajos recursos, y se incluyeron muestras de fuentes públicas y privadas.

"La pandemia de medicamentos falsificados y de calidad inferior es omnipresente y subestimada, particularmente en los países de ingresos bajos y medios, donde los sistemas de reglamentación farmacéutica son débiles o inexistentes, como lo demuestran estos estudios", dice Jim Herrington, co-editor del suplemento.

Están surgiendo nuevas metodologías para poner a prueba la calidad de los medicamentos. Por ejemplo, sencillas tarjetas de papel resultaron ser un método económico y portable para identificar fármacos contra la malaria de muy baja calidad. Los enfoques más sofisticados que utilizan técnicas fluorescentes y luminiscentes u otras tecnologías novedosas pueden medir con mayor precisión, pero pueden ser difíciles de usar en entornos remotos. Todas estas herramientas prometedoras requieren pruebas adicionales para proporcionar una mayor base de pruebas para guiar a los políticos, dicen los autores.

Las propuestas de políticas incluyen un acuerdo global, similar al Convenio Marco para el Control del Tabaco, y las más estrictas leyes nacionales para procesar a los que venden a sabiendas medicamentos falsificados.

Tanzania y Camboya

Alguno de los estudios publicados en el suplemento, sin embargo, dan motivos para el optimismo. Por ejemplo, uno de la Escuela de Londres de Medicina Tropical e Higiene, que revela que, en una muestra de 2.028 medicamentos anti-malaria de Camboya y Tanzania, no había medicamentos falsificados, pese a que la predicción era que un tercio de ellos lo serían.

Eso sí, se encontraron medicamentos oficiales (realizados de manera legítima), que no cumplían con los estándares de composición (31% en Camboya y 12% en Tanzania). De hecho, los científicos del estudio advierten de que este es un problema más extendido que el de la falsificación.

Además de por Fogarty, el suplemento está patrocinado por la Fundación Bill y Melinda Gates y el New Venture Fund.

Referencia bibliográfica:

Gaurvika M. L. Nayyar, Joel G. Breman y James Herrington: The Global Pandemic of Falsified Medicines: Laboratory and Field Innovations and Policy Perspectives: Summary.
Am J Trop Med Hyg (2015). DOI:10.4269/ajtmh.15-0221.



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