Eclosiona la crisis de la biodiversidad

Las actividades humanas aceleran la extinción de especies a un ritmo sin precedentes


Las actividades humanas ya han provocado la desaparición de 680 especies de vertebrados y ha puesto al borde de la extinción a un millón de especies de animales y plantas. El impacto no es solo ambiental: también amenaza a la economía y a la vida de generaciones humanas.


Redacción T21
08/05/2019

La biodiversidad está disminuyendo a escala mundial de una forma sin precedentes en la historia de la humanidad, al mismo tiempo que la tasa de extinción de especies se está acelerando, según un informe de la Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos presentado esta semana en París.

Según este informe, la actividad humana ha provocado ya la desaparición de 680 especies de vertebrados, y un millón de especies de animales y plantas están en grave peligro de extinción. El 75% del medio ambiente de la Tierra ha sido "gravemente dañado" por las actividades humanas y el 66% del medio marino también está afectado.

La abundancia de especies nativas en la mayoría de los principales hábitats terrestres ha disminuido en al menos un 20%, en su mayoría desde 1900. Asimismo, más del 40% de las especies de anfibios, casi el 33% de los corales y más de un tercio de todos los mamíferos marinos, están seriamente amenazados. El panorama es menos claro para las especies de insectos, pero según la evidencia disponible se estima que un 10% están amenazados.

Cinco causas claras

El informe señala claramente las causas de esta degradación de la biodiversidad: el uso del suelo (agricultura, deforestación); la explotación directa de recursos (pesca, caza); el cambio climático; la contaminación y las especies invasoras.

El informe desvela que, desde 1980, las emisiones de gases de efecto invernadero se han duplicado, elevando las temperaturas globales promedio en al menos 0.7 grados centígrados, y advierte que el cambio climático está afectando a la naturaleza desde el nivel de los ecosistemas hasta el de la genética.

Además, se espera que los impactos aumenten en las próximas décadas y,  en algunos casos, que lleguen a superar el derivado del cambio en el uso de la tierra y del mar, entre otros factores impulsores del cambio climático.

A pesar del progreso para conservar la naturaleza e implementar políticas, el Informe también descubrió que los objetivos globales para conservar y usar la naturaleza de manera sostenible y lograr la sostenibilidad no pueden alcanzarse con las trayectorias actuales. Añade que los objetivos para 2030 y más allá solo pueden lograrse a través de cambios transformadores en los ámbitos económicos, sociales, políticos y tecnológicos.

Un problema no solo ambiental

Se refiere asimismo al Plan Estratégico para la Diversidad Biológica (más conocido como los objetivos o las metas Aichi), elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Se trata de un marco de acción que durará 10 años (hasta 2020) que debe ser aplicado por todos los países con el fin de salvar a la diversidad biológica y de mejorar los beneficios que de ella obtienen las personas. El informe considera que los objetivos de este plan están muy lejos de ser alcanzados en la fecha prevista.

Destaca que este incumplimiento de los objetivos para salvar la diversidad no refleja sólo un problema ambiental, ya que afectará también a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la ONU para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible.

Las tendencias negativas actuales en la biodiversidad y los ecosistemas se prolongarán al menos hasta 2050 y socavarán el progreso hacia el 80% (35 de 44) de los ODS relacionados con la pobreza, el hambre, la salud, el agua, las ciudades, el clima, los océanos y la tierra, por lo que su trascendencia afecta también al desarrollo, la economía, la seguridad, la sociedad y la ética, establece el informe.

Panorama completo

El informe ha evaluado los cambios naturales observados en las últimas cinco décadas, proporcionando un panorama completo de la relación entre las vías de desarrollo económico y su impacto en la naturaleza. También ofrece una gama de posibles escenarios para las próximas décadas y señala la urgente necesidad de "cambios transformadores" para restaurar y proteger la naturaleza.

El Informe se basa en la histórica Evaluación de los Ecosistemas del Milenio de 2005, que presenta formas innovadoras de evaluar la evidencia. Ha sido recopilado por 145 autores expertos de 50 países en los últimos tres años, con aportaciones de otros 310 autores. Se ha basado también en la revisión sistemática de alrededor de 15.000 fuentes científicas y gubernamentales, así como (por primera vez en esta escala) en el conocimiento indígena y local, en particular sobre temas relevantes para los pueblos indígenas y las comunidades locales.



Redacción T21
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