Estados Unidos invertirá un total de 7.200 millones de dólares para que este sistema de conexión se extienda por esa nación. Esta apuesta traerá consigo la creación 400.000 puestos de trabajo que ayudarán a paliar, un poco, la grave crisis económica, según el profesor Raúl Katz, Director de Análisis de Estrategia del Instituto Columbia de Teleinformación, informa el Centro para el Análisis de la Sociedad de la Información y las Telecomunicaciones.
La banda ancha
En ocasiones, a la hora de hablar de la banda ancha se cometen ciertas imprecisiones debido a la rapidez en la evolución tecnológica. Por ello, al hablar de banda ancha remitiremos a la definición de la Unión Internacional de Telecomunicaciones que afirma lo siguiente: “El concepto de banda ancha combina la capacidad de conexión (anchura de banda) y la velocidad. Por ello, en la Recomendación I.113 del Sector de Normalización de la UIT se define la banda ancha como una "capacidad de transmisión más rápida que la velocidad primaria de la red digital de servicios integrados (RDSI) a 1,5 ó 2,0 megabits por segundo (Mbits)".
Implantación de la banda ancha
La región del globo con mayor implantación de la banda ancha es la zona Asia-Pacífico. Es el mayor mercado mundial con una cuota del 39% a finales del 2007, tal y como informaba la ITU a finales del 2008. De hecho, si nos fijamos en el número de abonados en los últimos años, los datos se han multiplicado por cinco. De 27 millones de personas abonadas en el 2003, se ha pasado a 133 millones a comienzos del 2008.
En el mismo 2008, la OCDE hizo público un informe sobre la necesidad de que los gobiernos pongan de su parte para que dicha tecnología se pueda implantar con solidez.
Por ello, y por estar situados en el décimo puesto, el Gobierno estadounidense ha decido tomar cartas en el asunto. Obviamente, lo que se va a conseguir favoreciendo esta tecnología es hacer, básicamente, lo que los usuarios de Internet han hecho siempre, pero mejor.
Efectos económicos
Un efecto derivado de este intento estadounidense de mejorar su puesto en el ranking de implantación de la banda ancha, es el de la creación de puestos de trabajo. En este sentido, y como se expone en el informe de ENTER, los puestos de trabajo serán producidos por dos vías.
La primera vía provendrá del despliegue de esta red. De aquí se prevé una creación de unos 128.000 empleos directos, indirectos e inducidos a lo largo de los próximos cuatro años. Asimismo, y por otro lado, se generarán puestos de trabajo producto de la innovación y de la atracción de empleo de otras zonas. Es decir, fruto del llamado “efecto red” que no es otra cosa que la implementación de esta tecnología. En este último caso, los datos más optimistas llegan a hablar de unos 273.000 puestos de trabajo.
Tal y como hemos dicho, la llegada de la ADSL y el cable posibilitó la popularización de diversos servicios web en todo el mundo, así como la puesta en marcha de empresas y transformaciones en los hábitos sociales. Lo curioso de ello, es que las velocidades de las primeras bandas anchas eran de 3-6 Mbps.
Parece lógico pensar, entonces, que un incremento en el ancho de banda y una ampliación en las posibilidades de conexión favorecerían un incremento del tejido empresarial. Además, es posible que se vuelva a producir otra transformación social substancial, ya que podrían asentarse definitivamente los medios de comunicación audiovisuales a través de la red.
La banda ancha
En ocasiones, a la hora de hablar de la banda ancha se cometen ciertas imprecisiones debido a la rapidez en la evolución tecnológica. Por ello, al hablar de banda ancha remitiremos a la definición de la Unión Internacional de Telecomunicaciones que afirma lo siguiente: “El concepto de banda ancha combina la capacidad de conexión (anchura de banda) y la velocidad. Por ello, en la Recomendación I.113 del Sector de Normalización de la UIT se define la banda ancha como una "capacidad de transmisión más rápida que la velocidad primaria de la red digital de servicios integrados (RDSI) a 1,5 ó 2,0 megabits por segundo (Mbits)".
Implantación de la banda ancha
La región del globo con mayor implantación de la banda ancha es la zona Asia-Pacífico. Es el mayor mercado mundial con una cuota del 39% a finales del 2007, tal y como informaba la ITU a finales del 2008. De hecho, si nos fijamos en el número de abonados en los últimos años, los datos se han multiplicado por cinco. De 27 millones de personas abonadas en el 2003, se ha pasado a 133 millones a comienzos del 2008.
En el mismo 2008, la OCDE hizo público un informe sobre la necesidad de que los gobiernos pongan de su parte para que dicha tecnología se pueda implantar con solidez.
Por ello, y por estar situados en el décimo puesto, el Gobierno estadounidense ha decido tomar cartas en el asunto. Obviamente, lo que se va a conseguir favoreciendo esta tecnología es hacer, básicamente, lo que los usuarios de Internet han hecho siempre, pero mejor.
Efectos económicos
Un efecto derivado de este intento estadounidense de mejorar su puesto en el ranking de implantación de la banda ancha, es el de la creación de puestos de trabajo. En este sentido, y como se expone en el informe de ENTER, los puestos de trabajo serán producidos por dos vías.
La primera vía provendrá del despliegue de esta red. De aquí se prevé una creación de unos 128.000 empleos directos, indirectos e inducidos a lo largo de los próximos cuatro años. Asimismo, y por otro lado, se generarán puestos de trabajo producto de la innovación y de la atracción de empleo de otras zonas. Es decir, fruto del llamado “efecto red” que no es otra cosa que la implementación de esta tecnología. En este último caso, los datos más optimistas llegan a hablar de unos 273.000 puestos de trabajo.
Tal y como hemos dicho, la llegada de la ADSL y el cable posibilitó la popularización de diversos servicios web en todo el mundo, así como la puesta en marcha de empresas y transformaciones en los hábitos sociales. Lo curioso de ello, es que las velocidades de las primeras bandas anchas eran de 3-6 Mbps.
Parece lógico pensar, entonces, que un incremento en el ancho de banda y una ampliación en las posibilidades de conexión favorecerían un incremento del tejido empresarial. Además, es posible que se vuelva a producir otra transformación social substancial, ya que podrían asentarse definitivamente los medios de comunicación audiovisuales a través de la red.