Descubren huesos humanos grabados hace 115.000 años

Habrían sido adornados por denisovanos con capacidades mentales similares al Sapiens


Huesos grabados y resaltados con ocre de una antigüedad de 115.000 años han sido descubiertos en China. Habrían sido adornados por denisovanos con capacidades mentales comparables a las del Homo sapiens.


Redacción T21
22/07/2019

Fotografías de los dos fragmentos de hueso grabados de Lingjing, China. Crédito de la imagen: F. d'Errico & L. Doyon.
Un equipo de arqueólogos de China, Francia y Noruega ha descubierto en China huesos humanos de hace alrededor de  115.000 años, con evidentes signos de haber sido trabajados para convertirlos en objetos de arte.

El descubrimiento confirma que los humanos extintos que vivieron alguna vez en el Este de Asia tenían una cultura compleja y que  incluso pudieron haber tenido capacidades mentales comparables a las del Homo sapiens.

Los huesos fueron encontrados en Xuchang, en la provincia central china de Henan. Fueron desenterrados en un sitio llamado Lingjing por un equipo internacional, que ha estado cavando en el lugar desde 2005.

Según Indian Express, los arqueólogos han desenterrado 45 fragmentos de fósiles craneales humanos en un sitio que se considera fue habitado por al así llamado Hombre Xuchang'”.

Según el equipo, los fragmentos de hueso probablemente fueron grabados simbólicamente por el Homínido de Denísova, que vivió entre hace un millón de años y 40.000 años, en áreas en las que también vivían neandertales y Homo sapiens.

Se cree que los denisovanos se separaron del hombre de Neandertal hace 640 000 años. Asimismo, se han encontrado evidencias de la existencia de un ancestro común entre el homínido de Denísova, el Homo sapiens y el hombre de Neandertal, que pudo vivir hace aproximadamente un millón de años.

Capa geológica de 125.000 años

Los huesos encontrados ahora se encontraban en una capa geológica correspondiente a una época que se sitúa entre los 105.000 y los 125.000 años atrás.

Los investigadores descubrieron que dos de los huesos, de las costillas, habían sido grabados: mostraban marcas consecutivas que habían sido hechas con herramientas.

También descubrieron restos de ocre, un pigmento de óxido de hierro que se produce de forma natural, en las líneas que habían sido talladas en el hueso.

Uno de los dos huesos había sido grabado con siete líneas que luego se pintaron con ocre. Según los investigadores, este descubrimiento representa la primera evidencia del uso deliberado de grabados con ocre de esa antigüedad.

Los investigadores consideran que ese hueso humano fue coloreado y convertido en una obra de arte o instrumento cultural, lo que plantea la posibilidad de que los humanos primitivos poseyeran una idea o concepto cultural. Tal como explicamos en otro artículo, los grabados prehistóricos tienen un significado, confirmado por la neurociencia.

Los autores de esta investigación señalan que “un creciente cuerpo de evidencias de Europa y el sudeste asiático apoya la hipótesis de que las adaptaciones culturales de los homínidos arcaicos involucraron el comportamiento mediado simbólicamente, desafiando así la idea de que las capacidades cognitivas modernas están restringidas al Homo sapiens".

Y añaden: "si bien muchos estudiosos están de acuerdo con esta hipótesis con respecto a los neandertales, ofrecemos la primera evidencia para sugerir que lo mismo puede aplicarse a los denisovanos, los probables creadores de los grabados de Lingjing".

Los grabados representan el primer ejemplo posible de tal comportamiento en Asia oriental anterior a hace 40.000 años, añaden.

Misterio sin resolver

"Todavía estamos lejos de comprender el significado de estos grabados para los grupos humanos arcaicos que vivieron en China durante el Pleistoceno", dijeron los investigadores.

"Una reciente identificación de los fragmentos de huesos y astas que se utilizaron para retocar los elementos líticos demuestra que los homininos (una sub-tribu de primates homínidos) de Lingjing estaban familiarizadas con las propiedades mecánicas del hueso degradado y consideraron que era una materia prima adecuada para producir artefactos".

"Los grabados de Lingjing sugieren que estas poblaciones también vieron al hueso como un medio en el que podían registrar permanentemente las marcas secuenciales y usar el ocre como una sustancia para ayudar a resaltarlas".

"Las investigaciones futuras pueden identificar consistencias espaciotemporales que podrían ofrecer pistas que ayuden a evaluar completamente la importancia de estos comportamientos", concluyen los investigadores.




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