Foto: Albert Giordan. Museo de la Música de París.
Un conservador del Museo de la Música de París y un criptólogo del Centro Nacional francés de la Investigación Científica (CNRS) han descifrado el código secreto de un taller de fabricación de instrumentos de cuerda frotada y pulsada (lutier) del siglo XIX.
La clave es una palabra “musical” que permitirá descubrir nuevos datos sobre el mercado antiguo de violines, entre ellos el famoso Stradivarius, un mercado que forma una parte importante de la historia de la música.
Los lutieres son los encargados de crear o restaurar instrumentos históricos de cuerda frotada, como violines, violas, chelos, guitarras, entre otros. Durante siglos, algunos lutieres encriptaban informaciones en sus libros contables para ocultar sus márgenes a clientes y curiosos.
En el siglo XIX, el taller del lutier Gand & Bernardel era uno de los principales fabricantes de violines de París, al que acudían los músicos para encontrar instrumentos nuevos, entre ellos los afamados Stradivarius, Guarneri, Amati, Bergonzi...
El estudio de los archivos de este taller, conservados en el Museo de la Música de París, y especialmente de tres registros utilizados por Gand & Bernardel, ha descubierto que el precio de compra y el precio de reserva de los instrumentos estaba codificado con la finalidad de ocultar su valor a clientes potenciales. De esta manera, el lutier se aseguraba una posición ventajosa en las negociaciones de venta. Algunas cantidades eran anotadas en letras, en vez de números, según explica el CNRS en un comunicado.
Jean-Philippe Echard, conservador del Museo de la Música e investigador del Centro de Investigación sobre la Conservación (CNRS/MHNH/Ministerio de Cultura y Comunicación) y Pierrick Gaudry, director de investigación del Instituto de Investigación en Informática (LORIA - CNRS/Universidad de Lorraine/Inria), estudiaron detenidamente estos registros históricos y descubrieron cuál era ese código secreto utilizado como arma de venta por Gand & Bernardel.
La clave del código es una palabra muy musical: «HARMONIEUX » (armonioso). Cada letra representa una cifra «1234567890», «H» equivale a 1, «A» equivale a 2... Este código es simple y eficaz, fácil de convertir rápidamente por el lutier vendedor, permitiéndole llevar a buen término sus negociaciones de venta, sin que el cliente pueda darse cuenta, ni siquiera los empleados del taller.
La clave es una palabra “musical” que permitirá descubrir nuevos datos sobre el mercado antiguo de violines, entre ellos el famoso Stradivarius, un mercado que forma una parte importante de la historia de la música.
Los lutieres son los encargados de crear o restaurar instrumentos históricos de cuerda frotada, como violines, violas, chelos, guitarras, entre otros. Durante siglos, algunos lutieres encriptaban informaciones en sus libros contables para ocultar sus márgenes a clientes y curiosos.
En el siglo XIX, el taller del lutier Gand & Bernardel era uno de los principales fabricantes de violines de París, al que acudían los músicos para encontrar instrumentos nuevos, entre ellos los afamados Stradivarius, Guarneri, Amati, Bergonzi...
El estudio de los archivos de este taller, conservados en el Museo de la Música de París, y especialmente de tres registros utilizados por Gand & Bernardel, ha descubierto que el precio de compra y el precio de reserva de los instrumentos estaba codificado con la finalidad de ocultar su valor a clientes potenciales. De esta manera, el lutier se aseguraba una posición ventajosa en las negociaciones de venta. Algunas cantidades eran anotadas en letras, en vez de números, según explica el CNRS en un comunicado.
Jean-Philippe Echard, conservador del Museo de la Música e investigador del Centro de Investigación sobre la Conservación (CNRS/MHNH/Ministerio de Cultura y Comunicación) y Pierrick Gaudry, director de investigación del Instituto de Investigación en Informática (LORIA - CNRS/Universidad de Lorraine/Inria), estudiaron detenidamente estos registros históricos y descubrieron cuál era ese código secreto utilizado como arma de venta por Gand & Bernardel.
La clave del código es una palabra muy musical: «HARMONIEUX » (armonioso). Cada letra representa una cifra «1234567890», «H» equivale a 1, «A» equivale a 2... Este código es simple y eficaz, fácil de convertir rápidamente por el lutier vendedor, permitiéndole llevar a buen término sus negociaciones de venta, sin que el cliente pueda darse cuenta, ni siquiera los empleados del taller.
Evolución del mercado lutier
Este código, una vez aplicado a más de 2.500 transacciones anotadas en los registros, permitirá disponer de una imagen precisa y definida del mercado lutier del siglo XIX, y particularmente conocer la evolución de los costes y beneficios de los mayores fabricantes de violines y de otros instrumentos afines.
En estos registros figura especialmente una venta relacionada con uno de los instrumentos emblemáticos de la colección del Museo de la Música, el violín fabricado por Antonio Stradivarius en 1708, conocido posteriormente con el nombre de “Tua”.
El 29 de diciembre de 1885, Teresa Tua, que por entonces tenía 19 años y era ya una gran esperanza del violín, compró este violín Stradivarius en el taller de Gand & Bernardel, por un importe de 8.000 francos.
La aplicación del código permitió a los investigadores descubrir que estos lutieres habían adquirido ese mismo violín por 5.500 francos, que el precio de reserva era de 10.000 francos y que en la negociación el precio no podía bajar en ningún caso de los 8.000 francos, el precio que finalmente pagó Teresa Tua.
Según se explica en la web del Museo de la Música de París, Teresa Tua recibió el primer premio de violin (Nicodami) en 1880. Los 500 francos que recibió por este premio fueron la primera aportación para comprar el Stradivarius que le vendió Gand & Bernardel. En 1935, ese violín fue donado por Tua al Museo de París, donde sigue expuesto en la actualidad.
Este código, una vez aplicado a más de 2.500 transacciones anotadas en los registros, permitirá disponer de una imagen precisa y definida del mercado lutier del siglo XIX, y particularmente conocer la evolución de los costes y beneficios de los mayores fabricantes de violines y de otros instrumentos afines.
En estos registros figura especialmente una venta relacionada con uno de los instrumentos emblemáticos de la colección del Museo de la Música, el violín fabricado por Antonio Stradivarius en 1708, conocido posteriormente con el nombre de “Tua”.
El 29 de diciembre de 1885, Teresa Tua, que por entonces tenía 19 años y era ya una gran esperanza del violín, compró este violín Stradivarius en el taller de Gand & Bernardel, por un importe de 8.000 francos.
La aplicación del código permitió a los investigadores descubrir que estos lutieres habían adquirido ese mismo violín por 5.500 francos, que el precio de reserva era de 10.000 francos y que en la negociación el precio no podía bajar en ningún caso de los 8.000 francos, el precio que finalmente pagó Teresa Tua.
Según se explica en la web del Museo de la Música de París, Teresa Tua recibió el primer premio de violin (Nicodami) en 1880. Los 500 francos que recibió por este premio fueron la primera aportación para comprar el Stradivarius que le vendió Gand & Bernardel. En 1935, ese violín fue donado por Tua al Museo de París, donde sigue expuesto en la actualidad.
Referencia
Echard J.-P., Gaudry P., 2017, A harmonious encoding of instrument values by a nineteenth-century Parisian violin dealer, Cryptologia, pp. 1-11. DOI: http://dx.doi.org/10.1080/01611194.2016.1257524
Echard J.-P., Gaudry P., 2017, A harmonious encoding of instrument values by a nineteenth-century Parisian violin dealer, Cryptologia, pp. 1-11. DOI: http://dx.doi.org/10.1080/01611194.2016.1257524