Desarrollan carteles publicitarios que hablan cuando los tocan

Emiten mensajes pregrabados cuando se presiona una tinta sensible al tacto


Científicos de la universidad Mid Sweden de Suecia han desarrollado carteles interactivos con papel electrónico y tinta conductora, capaces de emitir información audible cuando el usuario los toca. Un mensaje pregrabado sale entonces a través de altavoces fabricados con electroimanes impresos, y que vibran en respuesta a una corriente, generando así el sonido. El invento está pensado para convertir los carteles publicitarios en fuentes de información auditiva, pero la miniaturización del sistema podría llevar al desarrollo de envoltorios para productos pequeños, como el tabaco, que también “hablasen” cuando se los toque. Por Olga Castro-Perea.


Olga Castro-Perea
16/06/2007

Una joven experimenta con el cartel parlante. PF.
Los carteles publicitarios podrían ser transformados en interesantes dispositivos interactivos gracias a sensores táctiles impresos con tintas conductoras. Al presionar dichos sensores, los carteles “hablan”, señala un equipo de investigadores de la Fibre Science and Communication Network (FSCN de la Mid Sweden University (en Sundsvall, Suecia), en un comunicado

El invento ha sido bautizado como paper four y consiste en un papel interactivo con el que ya se han fabricado diversos prototipos que actualmente se encuentran en exposición en dicha universidad. Las superficies de papel, en carteles de dos metros de altura, emiten música o diálogos humorísticos al contacto con los dedos de los usuarios, añade la revista NewScientist.

Elementos del papel

Según explica a su vez la universidad Mid Sweeden, la interactividad sobre el papel se ha conseguido gracias a diversos elementos. Además de la tinta conductora, se han utilizado lectores electrónicos de silicio y sensores en gráficos de alta calidad.

Las características de este material permiten la producción de cualquier forma, y la posibilidad de aplicar respuestas de sonido, vídeo y luz, a un coste bajo de producción y distribución, según sus creadores. Además es completamente reciclable.

Se fabrica casi todo con materiales de papel, lo que hace que sea barato y fácil de reciclar y de montar utilizando un proceso típicamente industrial en la composición de materiales de papel.

Para convertir las superficies en interactivas, se imprimen los patrones con la tinta conductora antes mencionada, que contiene partículas de plata que se superponen, dando lugar a un flujo de corriente.

Altavoces e información

Cuando se presiona sobre la tinta, ésta envía la información a un micro-ordenador que contiene una serie de ficheros registrados con anterioridad. Los sensores táctiles fueron realizados utilizando un fino patrón de líneas conductoras cuyo flujo de corriente se ve alterado cuando una mano los toca.

Por tanto, la tinta es sensible al tacto, y produce una respuesta eléctrica que activa la información digital incrustada en el papel, produciendo así los datos audibles, que salen a través de altavoces fabricados con electroimanes también impresos, y que vibran en respuesta a una corriente, generando así el sonido.

Los investigadores han pensado que la principal aplicación de este papel sería publicitaria, porque permitiría anunciar determinados productos más allá de lo que aparece en las imágenes, con información añadida que surgiría –en forma de sonido- cuando el posible comprador toque los carteles expuestos: descripciones de productos, promoción de un destino de vacaciones o la sinopsis de una película, por ejemplo.

Papel electrónico e interactivo

El resultado es un producto aparentemente de papel, con todas las características de un dispositivo electrónico e interactivo, aseguran sus creadores. Cambiar un anuncio es tan sencillo como quitar las dos capas exteriores de éste por otras nuevas que quedarán conectadas a otras capas inferiores, que contienen la fuente de energía y los dispositivos electrónicos necesarios para la interactividad.

En un futuro, los científicos esperan integrar todos estos dispositivos a las superficies externas imprimiéndolos con polímeros (macromoléculas formadas por monómeros o moléculas más pequeñas) semiconductores.

Otra aplicación posible a largo plazo sería integrar este tipo de papel a los envoltorios, por ejemplo en los paquetes de tabaco. En ese caso, en lugar de leer los mensajes de advertencia sobre el peligro de fumar, los usuarios escucharían un mensaje hablado cada vez que tocaran la cajetilla. Pero, para conseguir este tipo de aplicaciones, se debe en primer lugar miniaturizar el sistema.



Olga Castro-Perea
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