Cuatro compuestos orgánicos del cometa 67P no habían aparecido nunca en otros cometas

La revista ‘Science’ publica siete artículos sobre los datos recogidos por el robot Philae de la sonda Rosetta en el 67P/Churyumov-Gerasimenko


El módulo de aterrizaje de la sonda espacial Rosetta, Philae, ha encontrado compuestos orgánicos en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko considerados precursores de la vida, cuatro de ellos jamás encontrados en otro cometa. Los hallazgos salen publicados hoy en la revista ‘Science’ junto a otros sobre el cometa, también realizados gracias a los datos del robot. Por Marta Lorenzo.


Marta Lorenzo
31/07/2015

Módulo de aterrizaje Philae de la misión Rosetta. Imagen: ESA. Fuente: CAB.
El módulo de aterrizaje de la sonda espacial Rosetta, Philae, ha encontrado “compuestos orgánicos en el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, algunos considerados precursores de la vida”; cuatro de ellos nunca hallados en cometas, informa El Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA).

El descubrimiento ha sido realizado por un equipo científico liderado por Fred Goesmann (Instituto Max Planck de Alemania) y con participación del español Guillermo Muñoz Caro.  Se publica esta semana en Science, junto a otros seis trabajos sobre los datos recogidos por Philae.  

En noviembre, este módulo descendió desde la sonda Rosetta hasta el cometa 67P para recoger y registrar de él todo lo posible. Fue un momento histórico, pues era la primera vez que el ser humano intentaba un descenso controlado a un cometa. En total, Philae ha descubierto 16 compuestos orgánicos.  

Hallazgos realizados

Según se explica en la web del CAB, los cometas conservan el material más prístino de nuestro Sistema Solar en forma de hielo, silicatos y materia orgánica sólida que seguramente se formó en el espacio interestelar, incluso antes de que apareciese la nebulosa solar que, con el tiempo, se transformaría en el actual Sistema Solar.

Este material "primigenio" es interesante desde varios puntos de vista. Desde el geológico, porque aporta  claves sobre la formación del Sistema Solar. Desde el punto de vista de la habitabilidad, porque puede ayudar a entender el origen del agua en la Tierra y en otros planetas como Marte. Desde el punto de vista astrobiológico (la astrobiología estudia la vida en el conjunto del Universo), porque puede ayudar a comprender el origen de la vida en la Tierra.

Por tanto, los cometas serían algo así como un “archivo” de materiales, que aporta información sobre diversos aspectos de la historia del Sistema Solar. En el caso del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, y en lo que a los compuestos orgánicos encontrados en él se refiere, los hallazgos han sido los siguientes:

- Muchos de los compuestos orgánicos descubiertos ya habían sido hallados en cometas, salvo cuatro: isocianato de metilo, acetona, propanal y acetamida.

- Muchas de las especies encontradas contienen nitrógeno, pero no hay evidencias de azufre.

- Sorprendentemente, no se han encontrado las cantidades de amoníaco o dióxido de carbono que suelen formar parte del hielo cometario. Esto probablemente se deba a que las moléculas más volátiles no permanecieron en el detector el tiempo suficiente para ser medidas.

- Algunos de los productos hallados en el polvo cometario se consideran precursores de la vida, ya que intervienen en la formación de aminoácidos esenciales o de bases nucleicas. Este hallazgo y, en general, la complejidad de la química existente en los núcleos cometarios, sugiere que los procesos químicos que se dieron en sistema solar temprano favorecieron la formación de materiales prebióticos en concentraciones notables.

¿Panspermia o caldo primigenio?

Los compuestos orgánicos son aquellos compuestos químicos que contienen carbono. En realidad, son denominados “orgánicos” (etimología procedente de la palabra órgano) por la antigua creencia de que sólo podían ser sintetizados por organismos vivos, una creencia posteriormente refutada ; pero el nombre se les quedó.

A pesar de esto, sí es cierto que los compuestos orgánicos constituyen moléculas básicas para la actividad biológica. Por eso, la Astrobiología da tanta importancia a su hallazgo en otros lugares del cosmos.

Hasta ahora, se ha logrado constatar que estos compuestos existen en lugares como Marte e incluso en planetas externos a nuestro Sistema Solar, lo que, junto con otros datos, ha llevado a creer a astrobiólogos como Josep María Trigo, del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE, CSIC-IEEC),  que la vida podría no ser patrimonio único de la Tierra (teoría de la panspermia).

Sin embargo, aún está todo por demostrar, pues otra teoría señala que los ladrillos químicos necesarios para la vida (modelo de caldo primigenio) fueron de origen terrestre.  Este modelo fue demostrado por el científico estadounidense Stanley Miller  en 1953 y en laboratorio: Miller introdujo agua, metano, amoníaco en un recipiente de vidrio y simuló las condiciones de la Tierra primitiva. Después, una cromatografía en papel mostró que se habían formado varios aminoácidos y otras moléculas orgánicas.

Otros resultados de Philae

Como se ha dicho, además del estudio en el que ha participado Guillermo Muñoz Caro y que se publica hoy en Science, otros seis trabajos aparecen en este mismo número de la revista, todos referentes a los datos recogidos por Philae.

Según publica al respecto la agencia Sinc,  estos trabajos han registrado la presencia de un polímero inducido por radiación en la superficie del cometa y han confirmado la ausencia de compuestos aromáticos, como el benceno.

También han determinado otras características cometarias, que van más allá de la composición química del 67P/Churyumov-Gerasimenko, como que el cometa  está modelado por la erosión, que tiene una superficie muy fracturada (con granos de diversos tamaños y estructuras rocosas brillantes) y que la temperatura en dicha superficie varía durante el día entre 90 y 130 Kelvin (-183 y -143ºC).

Según los autores, el conjunto de datos recopilados por Philae “nos acercan más que nunca a la comprensión de la naturaleza de los cometas”.

Referencias bibliográficas:

F. Goesmann, Guillermo Muñoz Caro, et al. Organic compounds on comet 67P/Churyumov-Gerasimenko revealed by COSAC mass spectrometry. Science (2015). DOI: 10.1126/science.aab0689.

Jens Biele, et al. The landing(s) of Philae and inferences about comet surface mechanical properties. Science (2015). DOI: 10.1126/science.aaa9816.

W. Kofman et al. Properties of the 67P/Churyumov-Gerasimenko interior revealed by CONSERT radar. Science (2015). DOI: 10.1126/science.aab0639.

I.P. Wright et al. CHO-bearing organic compounds at the surface of 67P/Churyumov-Gerasimenko revealed by Ptolemy. Science (2015). DOI: 10.1126/science.aab0673.

J.-P. Bibring et al. 67P/Churyumov-Gerasimenko surface properties as derived from CIVA panoramic images. Science (2015). DOI: 10.1126/science.aab0673.

S. Mottola et al. The structure of the regolith on 67P/Churyumov-Gerasimenko from ROLIS descent imaging. Science (2015). DOI: 10.1126/science.aab0232.

T. Spohn et al. Thermal and mechanical properties of the near-surface layers of comet 67P/Churyumov-Gerasimenko. Science (2015). DOI: 10.1126/science.aab0464.



Marta Lorenzo
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