En el aeropuerto de Siem Reap, ETC Travel había dispuesto un guía y un conductor local esperándome para los traslados y las vistas a las ruinas. Pero antes me alojé en el hotel, almorcé en The Square y, ya por la tarde de la mano de mi buen guía, visité el Grupo Rolous, que fue la capital de Indravarma I durante su reinado (877-89) y que marca el comienzo del arte clásico Khemer. Ya de regreso al hotel después de un buen baño en la piscina, cené en la terraza del Phum Baitang Resort en plena naturaleza.
El 2º día en Angkor me llevaron al parque arqueológico de Angkor. Comenzamos por Banteay Sanmre, la Ciudadela de los agricultores y seguimos la visita por la Ciudadela de las mujeres.
Volví a comer en The Square cuya cocina me había encantado, descansé en el hotel y por la tarde seguí la visita arqueológica por las galerías de Ta Prohm, el templo en el que Angelina Jolie rodó la película Tomb Rider.
Cerré el día asistiendo a un espectáculo del Circo Phare Poleu, que además de entretenernos con sus acrobacias y su humor es un centro social y una escuela de arte para ayudar a los jóvenes a salir de la pobreza.
Al siguiente día fui al templo Bayon con sus 54 torres adornadas con más de 200 rostros sonrientes.
Y cerré la visita con la joya de la corona: Angkor Wat con sus patios y sus impresionantes bajorrelieves una de las series más largas del mundo que narran historias de la mitológica hindú.
Y me despedí con otro baño en la piscina y otra cena en el Phum Baitang Resort.
No me extendiendo con elogios al Hotel, sus espacios naturales y mi vila porque creo que las fotos ya lo dicen todo, o casi. Una maravilla.