Todo viaje tiene tres fases
1. El antes: la búsqueda, elección y diseño;
2. El durante: la experiencia;
3. El después: lo que deja en uno.
Y en este relato voy a marcarlas.
1. El antes:
La Búsqueda:
En realidad hay dos búsquedas. Una genérica que aunque no lo sepamos es de nuestros límites y otra más específica y más evidente que tiene que ver con nuestros gustos y aficiones.
Me explicaré. Una de las frases más citada en español es: “Yo soy yo y mi circunstancia” de Ortega y Gasset. La publicó en 1914, en su libro “Meditaciones del Quijote”. Pero lo que se conoce menos es que dicha frase tiene una coletilla: “Y si no la salvo a ella no me salvo yo”. Pero sería Niklas Luckman quien al tratar sobre los sistemas sociales convertiría en epistemológica esta idea filosófica y reafirmaría que “sistema y entorno mantienen una unidad indisoluble”. Y añadiría que los sistemas se constituyen y mantienen mediante la creación y la conservación de la diferencia con el entorno. De forma que la conservación de los límites es la conservación del sistema.
Cuando trasladamos estas ideas a nuestras propias vidas vemos que una forma de experimentar nuevas experiencias sin necesidad de cambiarnos a nosotros mismos- cosa que nadie suele querer- es cambiando nuestra circunstancia, nuestro entorno, y poniendo a prueba con ello nuestros propios límites y fronteras. Y resulta que la forma más eficaz de lograrlo es viajando. El turismo nos permite transformarnos siendo los mismos.