Fuente: Valkee.
Millones de personas en el mundo experimentan durante el invierno un trastorno conocido como Trastorno Afectivo Estacional (TAD) que se cree está originado por la insuficiencia de luz solar.
Los individuos que padecen este trastorno, que es más común en los lugares de mayor latitud, con inviernos prolongados y pocas horas de luz al día, pueden sufrir depresión severa con riesgo de suicido y, además, suelen sentirse muy bajos de energía.
Hasta ahora, el TAD había sido tratado mediante exposición repetida a luz de gama completa, difundida por lámparas fluorescentes. Sin embargo, la eficiencia de esta terapia ha sido siempre dudosa.
Recientemente, investigadores de la Universidad de Oulu, en Finlandia, han descubierto que regiones cerebrales sensibles a la luz jugarían un papel más importante en el desarrollo de los síntomas del TAD que los propios ojos.
Por esta razón, los científicos han desarrollado unos auriculares que proyectan luz a través de los canales auditivos, para hacerla llegar hasta unas proteínas fotosensibles presentes en la superficie del cerebro. Los resultados obtenidos por el momento en el tratamiento del TAD con este sistema han resultado prometedores.
Proteínas fotosensibles en la superficie cerebral
El dispositivo ha sido desarrollado por un fisiólogo de la Universidad de Oulu llamado Juuso Nissilä, después de que éste realizara una investigación en la que se descubrieron proteínas fotosensibles en la superficie de los cerebros de animales.
Los individuos que padecen este trastorno, que es más común en los lugares de mayor latitud, con inviernos prolongados y pocas horas de luz al día, pueden sufrir depresión severa con riesgo de suicido y, además, suelen sentirse muy bajos de energía.
Hasta ahora, el TAD había sido tratado mediante exposición repetida a luz de gama completa, difundida por lámparas fluorescentes. Sin embargo, la eficiencia de esta terapia ha sido siempre dudosa.
Recientemente, investigadores de la Universidad de Oulu, en Finlandia, han descubierto que regiones cerebrales sensibles a la luz jugarían un papel más importante en el desarrollo de los síntomas del TAD que los propios ojos.
Por esta razón, los científicos han desarrollado unos auriculares que proyectan luz a través de los canales auditivos, para hacerla llegar hasta unas proteínas fotosensibles presentes en la superficie del cerebro. Los resultados obtenidos por el momento en el tratamiento del TAD con este sistema han resultado prometedores.
Proteínas fotosensibles en la superficie cerebral
El dispositivo ha sido desarrollado por un fisiólogo de la Universidad de Oulu llamado Juuso Nissilä, después de que éste realizara una investigación en la que se descubrieron proteínas fotosensibles en la superficie de los cerebros de animales.
Profundizando en este campo, Nissilä halló también que un tipo de proteínas fotosensibles que se encuentran en la retina humana (OPN3), también está presente en 18 regiones del cerebro humano.
Además, el investigador descubrió que estas proteínas son abundantes en áreas implicadas en la producción y almacenamiento de la serotonina, la melatonina y la dopamina, que son neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo y con el sueño.
Según publica MedicalXpress, las proteínas OPN3 del cerebro, y no las de los ojos, serían las que tienen un gran impacto en las fluctuaciones del estado de ánimo asociadas a los cambios de luz del día. Y que los canales auditivos son las mejores vías para alcanzar las áreas cerebrales en las que dichas proteínas se encuentran.
Por qué emplear los canales auditivos
Nissilä, en declaraciones recogidas por TheEngineer explica que: “Proyectar luz en el cerebro a través de los oídos es una fórmula mucho más eficiente que el uso de una lámpara, en la aplicación de la terapia lumínica. No existen evidencias de que la proyección de la luz sobre los ojos tenga un efecto sobre el estado de ánimo, y nosotros tenemos evidencias de que estas proteínas de la superficie del cerebro sí que están implicadas (en el humor)”.
Nissilä afirma que el hueso es realmente un muy buen transmisor de luz (si pones una linterna dentro de un cráneo, verás su haz muy claramente). Y que, por eso, la luz puede alcanzar la superficie cerebral a través del cráneo.
Para hacerla llegar hasta allí, se usan los canales auditivos por dos razones. La primera, porque el cráneo rodea de cerca el área del canal auditivo y, por tanto, por esta vía puede hacerse llegar al cerebro una muy buena proporción de luz.
La segunda razón es que hay comparativamente pocos vasos sanguíneos en la superficie del cerebro en este punto, un aspecto que resulta clave porque la sangre absorbe mucho la luz.
Además, el investigador descubrió que estas proteínas son abundantes en áreas implicadas en la producción y almacenamiento de la serotonina, la melatonina y la dopamina, que son neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo y con el sueño.
Según publica MedicalXpress, las proteínas OPN3 del cerebro, y no las de los ojos, serían las que tienen un gran impacto en las fluctuaciones del estado de ánimo asociadas a los cambios de luz del día. Y que los canales auditivos son las mejores vías para alcanzar las áreas cerebrales en las que dichas proteínas se encuentran.
Por qué emplear los canales auditivos
Nissilä, en declaraciones recogidas por TheEngineer explica que: “Proyectar luz en el cerebro a través de los oídos es una fórmula mucho más eficiente que el uso de una lámpara, en la aplicación de la terapia lumínica. No existen evidencias de que la proyección de la luz sobre los ojos tenga un efecto sobre el estado de ánimo, y nosotros tenemos evidencias de que estas proteínas de la superficie del cerebro sí que están implicadas (en el humor)”.
Nissilä afirma que el hueso es realmente un muy buen transmisor de luz (si pones una linterna dentro de un cráneo, verás su haz muy claramente). Y que, por eso, la luz puede alcanzar la superficie cerebral a través del cráneo.
Para hacerla llegar hasta allí, se usan los canales auditivos por dos razones. La primera, porque el cráneo rodea de cerca el área del canal auditivo y, por tanto, por esta vía puede hacerse llegar al cerebro una muy buena proporción de luz.
La segunda razón es que hay comparativamente pocos vasos sanguíneos en la superficie del cerebro en este punto, un aspecto que resulta clave porque la sangre absorbe mucho la luz.
El aparato creado por Valkee contiene en cada auricular un White LED que produce luz en longitudes de onda cercanas a las de la luz solar. Fuente: Valkee.
Dispositivo comercialmente disponible
Para desarrollar el casco auricular de luz, Nissilä ha co-fundado una compañía bautizada como Valkee. El aparato creado contiene en cada auricular un White LED (diodo orgánico que emite luz blanca más brillante) que produce luz en longitudes de onda cercanas a las de la luz solar. Los investigadores de Valkee han publicado recientemente los resultados de su primera prueba clínica con este sistema en la revista Medical Hypothesis.
Estas pruebas fueron realizadas con pacientes que recibieron entre ocho y 12 minutos de luz brillante de entre 6,0 y 8,5 lúmenes diariamente, en ambos canales auditivos y durante cuatro semanas.
Pasado este tiempo, los resultados de un cuestionario de auto evaluación realizado a los pacientes demostraron que un 92% de éstos, con síntomas de TAD severo, se curaron completamente del trastorno. Otro cuestionario, de evaluación psiquiátrica, arrojó una tasa de curaciones del 77%.
A raíz de estos resultados tan positivos, los investigadores planean ahora seguir profundizando en los efectos de esta terapia, en sus dosis y en su posible efecto placebo. Actualmente, los auriculares de luz ya están disponibles comercialmente en Europa, y se pueden adquirir por 290 euros.
Según sus creadores, el dispositivo puede usarse para tratar estados de ánimo negativos relacionados con el TAD, como la ansiedad, la fatiga o la reducción del rendimiento cognitivo. En futuros estudios, se analizará su eficiencia en el tratamiento del jet lag y de las migrañas.
Para desarrollar el casco auricular de luz, Nissilä ha co-fundado una compañía bautizada como Valkee. El aparato creado contiene en cada auricular un White LED (diodo orgánico que emite luz blanca más brillante) que produce luz en longitudes de onda cercanas a las de la luz solar. Los investigadores de Valkee han publicado recientemente los resultados de su primera prueba clínica con este sistema en la revista Medical Hypothesis.
Estas pruebas fueron realizadas con pacientes que recibieron entre ocho y 12 minutos de luz brillante de entre 6,0 y 8,5 lúmenes diariamente, en ambos canales auditivos y durante cuatro semanas.
Pasado este tiempo, los resultados de un cuestionario de auto evaluación realizado a los pacientes demostraron que un 92% de éstos, con síntomas de TAD severo, se curaron completamente del trastorno. Otro cuestionario, de evaluación psiquiátrica, arrojó una tasa de curaciones del 77%.
A raíz de estos resultados tan positivos, los investigadores planean ahora seguir profundizando en los efectos de esta terapia, en sus dosis y en su posible efecto placebo. Actualmente, los auriculares de luz ya están disponibles comercialmente en Europa, y se pueden adquirir por 290 euros.
Según sus creadores, el dispositivo puede usarse para tratar estados de ánimo negativos relacionados con el TAD, como la ansiedad, la fatiga o la reducción del rendimiento cognitivo. En futuros estudios, se analizará su eficiencia en el tratamiento del jet lag y de las migrañas.