La máquina en pleno funcionamiento
Los problemas para conciliar el sueño forman parte del modo moderno de vida. La intensidad del trabajo, los estudios y los ordenadores disminuyen la eficacia del sueño, que debe regular la actividad diaria y servir de reequilibrio después del desgaste de la jornada.
Para dar respuesta a esta necesidad creciente de las sociedades modernas, una empresa japonesa ha creado lo que denomina “máquina de dormir”, que consigue que cualquier persona, sea cual sea su grado de inquietud en ese momento, duerma ocho horas de un tirón sin recurrir a medicamento alguno.
Se trata de un espacio concebido para facilitar el sueño que contiene una cama especial, una gran pantalla de televisión y paredes acogedoras que absorben todo el ruido. Todos estos elementos consiguen crear el ambiente adecuado para caer en un profundo y reparador sueño.
El juego de luces, el murmullo del viento que se crea en este entorno calman los nervios de la persona que quiere dormir. Su espalda es masajeada con suavidad al mismo tiempo por el mecanismo incluido en la cama que le acoge, lo que provoca el ansiado descanso. La televisión muestra un paisaje bucólico que completa el escenario ideal para dormir.
Sueño a medida
La persona puede diseñar el modelo de sueño pretendido, desde su duración (toda la noche o una siesta) hasta los ingredientes preferidos para provocar el estado necesario para descansar, mediante un programa de ordenador que combina el uso de todos los elementos de la “máquina de dormir”.
El proceso de dormirse dura alrededor de media hora y según sus creadores nadie puede impedir quedar dormido en ese espacio, equivalente al de una pequeña habitación de hotel.
La persona llega a este espacio y a través de un mando situado en la pared selecciona los elementos preferidos: piano o guitarra, escenas de mar o montaña, el canto de los pájaros.
La persona se acomoda en el sillón cama y empieza la sesión de sueño. A los pocos minutos las luces se debilitan, la pantalla de televisión se queda en blanco y la cama desciende hasta situarse en horizontal.
Despertar programado
Entonces el colchón se infla y comienza a masajear suavemente la espalda, estirando hasta el límite a la columna vertebral, liberando así las tensiones acumuladas en la espalda.
Finalmente, el colchón se desinfla, depositando suavemente al cuerpo sobre la superficie de la cama y cesa la música. El sueño así conseguido es profundo y se prolonga todo el tiempo escogido.
Pero el despertar también está programado. Se realiza con suavidad, vuelve la música, el canto de los pájaros, las luces progresivas y en la pantalla de televisión aparece una ventana con las cortinas corridas que muestra un prado verde.
La cama se levanta y el paciente despierta sentado, en un entorno apacible, completamente recuperado después de una experiencia de sueño que no recordaba desde su más tierna infancia. Nadie puede permanecer despierto después de media hora en este espacio, según sus creadores.
20 años de investigaciones
La empresa creadora de este invento se llama Matsushita Electric Works y el producto se denomina EMIT Suimin System. Creada el mes pasado después de 20 años de investigaciones en biociencias, la máquina de dormir ha estado expuesta esta semana en Tokio, donde todo el equipo puede adquirirse por 25.000 euros.
Sus creadores se basan en datos reales: el 31% de la población japonesa padece problemas de sueño debido al trabajo, los estudios o los ordenadores. Además, ya están apareciendo productos como almohadas especiales e inductores de sueño para aportar soluciones a este problema.
No sólo en Japón. Los problemas del sueño comienzan sobre los 25 años en las sociedades desarrolladas, mucho antes de lo que se creía, y a partir de los 50 se empiezan a perder 27 minutos de sueño por decenio de vida, según una investigación de la Universidad de Chicago.
La investigación establece una clara relación entre el deterioro del sueño, el envejecimiento y las modificaciones en dos hormonas, la del crecimiento y el cortisol, que se vincula al estrés. Cuarenta millones de estadounidenses tienen problemas crónicos de sueño, particularmente dificultad para dormirse o sueño esporádico.
Solución paliativa
Se considera que existen al menos 84 tipos de alteraciones del sueño y de la vigilia que interfieren en la calidad de vida y en la salud personal, además de poner en peligro la salud pública.
Entre dichos trastornos se incluyen los problemas para mantenerse despierto o mantener un ciclo regular de sueño y vigilia, el sonambulismo, la enuresis nocturna, las pesadillas, el insomnio, el síndrome de las piernas inquietas, los ronquidos y el síndrome de la apnea del sueño.
La máquina de dormir pretende solucionar algunos de estos problemas, cuyo origen muchas veces escapa incluso a la medicina, por lo que su real alcance será limitado.
Más bien puede considerarse por ello que la máquina de dormir es un paliativo al problema del sueño que padecen las sociedades modernas, cuya solución se encuentra más en cambios que afectan a los modos de vida, que en técnicas para provocar el sueño creando circunstancias artificiales que engañan al cerebro.
Para dar respuesta a esta necesidad creciente de las sociedades modernas, una empresa japonesa ha creado lo que denomina “máquina de dormir”, que consigue que cualquier persona, sea cual sea su grado de inquietud en ese momento, duerma ocho horas de un tirón sin recurrir a medicamento alguno.
Se trata de un espacio concebido para facilitar el sueño que contiene una cama especial, una gran pantalla de televisión y paredes acogedoras que absorben todo el ruido. Todos estos elementos consiguen crear el ambiente adecuado para caer en un profundo y reparador sueño.
El juego de luces, el murmullo del viento que se crea en este entorno calman los nervios de la persona que quiere dormir. Su espalda es masajeada con suavidad al mismo tiempo por el mecanismo incluido en la cama que le acoge, lo que provoca el ansiado descanso. La televisión muestra un paisaje bucólico que completa el escenario ideal para dormir.
Sueño a medida
La persona puede diseñar el modelo de sueño pretendido, desde su duración (toda la noche o una siesta) hasta los ingredientes preferidos para provocar el estado necesario para descansar, mediante un programa de ordenador que combina el uso de todos los elementos de la “máquina de dormir”.
El proceso de dormirse dura alrededor de media hora y según sus creadores nadie puede impedir quedar dormido en ese espacio, equivalente al de una pequeña habitación de hotel.
La persona llega a este espacio y a través de un mando situado en la pared selecciona los elementos preferidos: piano o guitarra, escenas de mar o montaña, el canto de los pájaros.
La persona se acomoda en el sillón cama y empieza la sesión de sueño. A los pocos minutos las luces se debilitan, la pantalla de televisión se queda en blanco y la cama desciende hasta situarse en horizontal.
Despertar programado
Entonces el colchón se infla y comienza a masajear suavemente la espalda, estirando hasta el límite a la columna vertebral, liberando así las tensiones acumuladas en la espalda.
Finalmente, el colchón se desinfla, depositando suavemente al cuerpo sobre la superficie de la cama y cesa la música. El sueño así conseguido es profundo y se prolonga todo el tiempo escogido.
Pero el despertar también está programado. Se realiza con suavidad, vuelve la música, el canto de los pájaros, las luces progresivas y en la pantalla de televisión aparece una ventana con las cortinas corridas que muestra un prado verde.
La cama se levanta y el paciente despierta sentado, en un entorno apacible, completamente recuperado después de una experiencia de sueño que no recordaba desde su más tierna infancia. Nadie puede permanecer despierto después de media hora en este espacio, según sus creadores.
20 años de investigaciones
La empresa creadora de este invento se llama Matsushita Electric Works y el producto se denomina EMIT Suimin System. Creada el mes pasado después de 20 años de investigaciones en biociencias, la máquina de dormir ha estado expuesta esta semana en Tokio, donde todo el equipo puede adquirirse por 25.000 euros.
Sus creadores se basan en datos reales: el 31% de la población japonesa padece problemas de sueño debido al trabajo, los estudios o los ordenadores. Además, ya están apareciendo productos como almohadas especiales e inductores de sueño para aportar soluciones a este problema.
No sólo en Japón. Los problemas del sueño comienzan sobre los 25 años en las sociedades desarrolladas, mucho antes de lo que se creía, y a partir de los 50 se empiezan a perder 27 minutos de sueño por decenio de vida, según una investigación de la Universidad de Chicago.
La investigación establece una clara relación entre el deterioro del sueño, el envejecimiento y las modificaciones en dos hormonas, la del crecimiento y el cortisol, que se vincula al estrés. Cuarenta millones de estadounidenses tienen problemas crónicos de sueño, particularmente dificultad para dormirse o sueño esporádico.
Solución paliativa
Se considera que existen al menos 84 tipos de alteraciones del sueño y de la vigilia que interfieren en la calidad de vida y en la salud personal, además de poner en peligro la salud pública.
Entre dichos trastornos se incluyen los problemas para mantenerse despierto o mantener un ciclo regular de sueño y vigilia, el sonambulismo, la enuresis nocturna, las pesadillas, el insomnio, el síndrome de las piernas inquietas, los ronquidos y el síndrome de la apnea del sueño.
La máquina de dormir pretende solucionar algunos de estos problemas, cuyo origen muchas veces escapa incluso a la medicina, por lo que su real alcance será limitado.
Más bien puede considerarse por ello que la máquina de dormir es un paliativo al problema del sueño que padecen las sociedades modernas, cuya solución se encuentra más en cambios que afectan a los modos de vida, que en técnicas para provocar el sueño creando circunstancias artificiales que engañan al cerebro.