Crean un “sismógrafo” para la predicción de tsunamis financieros

Permite medir las interconexiones entre los mercados de todo el mundo y generar una alerta precoz para la detección y gestión de crisis expansivas


En la “aldea global” en la que vivimos, las arcas de cada país están más interconectadas que nunca con las de otros países. Por eso, tal como está demostrando la actual crisis, una caída económica en cualquier nación puede afectar a todo el planeta. Para intentar evitar estos desastres, un equipo de investigadores de la Universidad de Tel Aviv ha desarrollado un “sismógrafo” de mercado, un método que permite medir las interconexiones entre los mercados de todo el mundo, y generar una alerta precoz para la detección y gestión de crisis expansivas. Por Yaiza Martínez.


10/02/2012

Fuente: photoXpress.
En la “aldea global” en la que vivimos, las arcas de cada país están más interconectadas que nunca con las de otros países. Por eso, tal como está demostrando la actual crisis, una caída económica en cualquier nación puede afectar a todo el planeta, como un tsunami financiero.

Investigadores de la Universidad de Tel Aviv (TAU), en Israel, en colaboración con especialistas del Kiel Institute of World Economy de Alemania, han utilizado la ciencia para analizar este fenómeno.

Su investigación les ha llevado al desarrollo de un “sismógrafo” de mercado, un método que permite medir las interconexiones entre los mercados de todo el mundo y generar una alerta precoz para la detección y gestión de crisis expansivas.

Nueva parámetro financiero

Según declaraciones de uno de sus creadores, el investigador de la TAU, Dror Kenett, aparecidas en un comunicado de la TAU, esta herramienta permite estudiar las economías individuales en el contexto de la aldea global mediante la exploración del flujo de información entre los mercados financieros, un aspecto que resulta crítico para la comprensión de las relaciones y dependencias entre los mercados mundiales.

La metodología de los científicos israelíes introduce, además, un nuevo concepto para el análisis de los mercados: la “meta-correlación”, que es la medida de la media de correlación de los mercados de acciones de cada país con los mercados del resto de países.

Hasta ahora, los análisis de las relaciones entre los mercados han sido llevados a cabo a partir de parámetros como la volatilidad o los índices bursátiles.

Gracias a este nuevo parámetro, la meta-correlación, será posible comprender de manera más precisa cómo los cambios en un mercado pueden impactar a otros mercados, aseguran los investigadores.

Desarrollo del sismógrafo

Para desarrollar su método, los investigadores analizaron el mercado de acciones de seis de los principales mercados del mundo (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Japón, China y la India), desde principios de 2000 y hasta 2010.

A partir de este análisis, elaboraron un mapa de la relación entre los grupos accionistas más importantes de cada país. El mapa reveló por ejemplo que, a excepción de China, que tiende a operar de forma independiente, entre el resto de los mercados estudiados existe un patrón de interdependencia.

Como cabía predecir, algunos mercados, como los de Reino Unido y Estados Unidos, están estrechamente relacionados. Pero el mapa también arrojó algunos datos no tan esperados, como el hecho de que la dirección financiera de Japón fluctuase entre los países occidentales y los orientales.

Según los investigadores, este método de comprensión de las conexiones de mercado podría ayudar a cada país a predecir la inminencia de una crisis financiera, permitiéndole tomar medidas de protección con respecto a los mercados afectados (por ejemplo, reduciendo la implicación con ellos), antes de que la crisis se expanda.

Los científicos afirman en un artículo publicado por PlosOne que, en la era en que vivimos, en la que la aldea global financiera es altamente propensa a los colapsos sistemáticos, este método podría ayudar a detectar los primeros signos de una crisis generalizada.

Kenett y su equipo planean ahora extender su proyecto de investigación para incluir en él más mercados. Si los datos de éstos fueran recopilados con una frecuencia alta, el “sismógrafo” permitiría “realizar predicciones casi a tiempo real sobre cómo fluye la información económica a través del mundo”, asegura el investigador.

Otro factor de alerta detectado por la física

Curiosamente, la noticia del sismógrafo económico desarrollado en la Universidad de Tel Aviv ha coincidido con la publicación de otro estudio reciente, llevado a cabo por físicos de la Universidad de Miami en Coral Gables, Estados Unidos, cuyos resultados también aportan una nueva clave de alerta de crisis financiera, aunque sólo a nivel local.

En esta otra investigación se constató que un aspecto fugaz y poco comprendido de los mercados, bautizado por los autores del estudio como “fractura”, podría ser usado como alarma.

Según publica Newscientist, estas fracturas se producen cuando el precio de una acción sube o baja brevemente, a menudo antes de volver a su nivel original. Este proceso ocurre tan rápidamente (a veces dura menos de medio segundo) que se vuelve invisible para cualquiera que siga la fluctuación de precios.

Pero, con la expansión del uso en los mercados de algoritmos capaces de hacer negocios automatizados en cuestión de milisegundos, estas “fracturas” se han generalizado.

Los autores del presente estudio señalan este factor como medio de alerta de crisis financieras porque, en su análisis, realizado a partir de datos de 60 mercados diferentes durante el periodo 2006-2010, se constató que la media de fracturas diarias se incrementó una semana antes de la crisis del mercado de acciones de septiembre de 2008, así como en otros momentos bursátiles críticos.



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