Crean un ordenador que detecta las emociones colectivas y potencia el equipo

Es un sistema basado en sensores que miden el pulso y el ritmo respiratorio


Un laboratorio norteamericano ha desarrollado un ordenador que registra las emociones de un colectivo de usuarios y las integra en un programa común de tal forma que permite a todos percibir si los demás miembros están tristes o contentos, animados o desanimados, alegres o enfadados. El ordenador puede advertir a alguien que está hablando mucho en una reunión, que la gente se está quedando dormida o que alguien tiene algo importante que decir. También es una potente herramienta para decisiones críticas, como las que hay que tomar en un campo de batalla. Por Raúl Morales.


Raúl Morales
15/02/2004

El inventor Peter Merkle con su invento
El laboratorio nacional de Sandía, en Estados Unidos, ha desarrollado un ordenador capaz de registrar las emociones de las personas. Su finalidad es vigilar el estado emocional de un equipo para ayudar a los miembros que lo integran a controlar sus reacciones emotivas y al directivo a orientar mejor un grupo de trabajo.

De esta forma se consigue, mediante un ordenador personal, dirigir una reunión de varias personas controlando en todo momento la concentración de los participantes, así como supervisar las críticas decisiones que deben tomar sobre los campos de batalla los mandos militares, que son muchas veces presa del miedo o la angustia.

En un sentido más práctico, este ordenador es capaz de advertir a una persona que está hablando demasiado en una reunión o indicar a los demás miembros de su equipo que alguien tiene algo importante que decir.

Tal como explica el laboratorio Sandía en un comunicado, el proyecto se llama Personal Assistance Link (PAL) y consiste en un sistema de percepción de las emociones a través de sensores adheridos al cuerpo que miden en todo momento el pulso y el ritmo de la respiración.

Antroposcopio

Una cámara y un micrófono completan el “input” de este programa, ya que registran las expresiones del rostro y las entonaciones de voz para combinar esta información con los datos de los sensores y componer un estado emocional preciso de la persona analizada.

El resultado es un “antroposcopio” que puede conocer en tiempo real si una persona está nerviosa o tranquila, estresada, desconcentrada o alterada, a través de un ordenador debidamente equipado. La información puede ser transmitida al interesado, al equipo del que está participando o a ambos.

El inventor de este programa se llama Peter Merkle y ha diseñado un juego de ordenador basado en una idea del novelista Tom Clancy que detecta las emociones de los distintos jugadores y las comunica a todos ellos, que de esta forma pueden valerse del estado emocional de sus competidores para obtener ventajas en la puntuación.

Sin embargo, la principal finalidad pretendida por este programa es mejorar el trabajo en equipo y los primeros resultados de las aplicaciones experimentales son muy satisfactorios: los voluntarios que participaron en estas pruebas mejoraron sus capacidades, se optimizó el tiempo de las reuniones y el trabajo en equipo resultó mucho más efectivo.

Interés industrial

La demanda experimentada por los primeros prototipos evidencia el interés del mercado por este producto. Por ejemplo, un equipo capaz de obtener estos resultados fue construido en sólo 71 días para la empresa MindTel, utilizando únicamente un ordenador personal, un programa de reconocimiento facial y algunos sensores. Nada demasiado complicado.

La vocación industrial de este producto se desprende también de la naturaleza del laboratorio Sandía, que depende de la empresa Lockheed Martin, especializada en investigaciones de vanguardia que abarcan desde la electrónica a lo nuclear. Unos 200.000 dólares se han invertido hasta ahora en el proyecto.

Los artífices de este ordenador sostienen que estamos al inicio de un proceso tecnológico que, combinando elementos mecánicos con la sicología y los sentimientos humanos, puede ayudarnos a entender mejor la complejidad personal y a mejorar las relaciones sociales e interpersonales.

Más posibilidades

De hecho, el PAL puede mejorarse con una serie de tecnologías que ya están operativas y que miden la actividad muscular, el pulso cardiaco, la presión sanguínea, el nivel de oxígeno en la sangre, la intensidad de la respiración, sin olvidar los programas de reconocimiento facial.

Sólo algunos de ellos se han integrado de momento en este proyecto, pero las posibilidades de perfeccionarlo con estos recursos está abierta de cara al futuro. Este año se experimentará con cuatro personas que registrarán hasta 128 sensores diferentes, en un intento de explorar nuevas posibilidades.

¿Quiere eso decir que la máquina humana es más predecible cuanta más información se procese sobre sus diferentes estados? Los creadores de PAL son más bien modestos: no se consideran reduccionistas y señalan que esta tecnología sólo ayuda a mejorar relaciones sobre la base del estudio de los estados emocionales reflejados por las personas.


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