Proporción de genoma denisovano en no-africanos. Imagen: Sankaraman et al. Fuente: Current Biology.
La mayoría de los no africanos poseen al menos un poco de ADN neandertal. Pero un nuevo mapa de ascendencia arcaica, publicado en la revista Current Biology, sugiere que muchas líneas de sangre de todo el mundo, sobre todo del sur de Asia, en realidad puede tener más de los denisovanos, una población misteriosa de homínidos que vivieron en la misma época que los neandertales. El análisis también propone que los humanos modernos se cruzaron con los denisovanos alrededor de 100 generaciones después de sus encuentros con los neandertales.
El equipo de investigación de la Escuela de Medicina de Harvard y de la Universidad de California en Los Ángeles (EE.UU.) que ha creado el mapa también utiliza la genómica comparada para hacer predicciones acerca de dónde pueden estar afectando a la biología los genes denisovanos y neandertales.
Aunque todavía hay mucho por descubrir, los genes denisovanos potencialmente pueden estar relacionados con el sentido del olfato más sutil de Papúa Nueva Guinea y las adaptaciones a la gran altitud de los tibetanos. Los genes neandertales encontrados en las personas de todo el mundo muy probablemente contribuyen a una piel y cabello más duros.
"Hay ciertas clases de genes que los humanos modernos heredaron de los humanos arcaicos con los que se cruzaron entre sí, que pueden haber ayudado a los humanos modernos a adaptarse a los nuevos entornos a los que llegaron", dice el autor principal David Reich, genetista de Harvard. "Por otro lado, hubo una selección negativa para eliminar sistemáticamente la ascendencia que pudiera haber sido problemática para los humanos modernos. Podemos documentar esta eliminación durante los 40.000 años que han transcurrido desde aquellas mezclas", explica en la nota de prensa de Cell Press -editora de Current Biology-, recogida por EurekAlert!
Reich y su equipo encontraron evidencia de que tanto la ascendencia denisovana como la neandertal habían perdido el cromosoma X, así como los genes expresados en los testículos masculinos. Su teoría es que esto ha contribuido a la reducción de la fertilidad en los hombres, que se observa comúnmente en otros híbridos entre dos grupos altamente divergentes de la misma especie.
El equipo de investigación de la Escuela de Medicina de Harvard y de la Universidad de California en Los Ángeles (EE.UU.) que ha creado el mapa también utiliza la genómica comparada para hacer predicciones acerca de dónde pueden estar afectando a la biología los genes denisovanos y neandertales.
Aunque todavía hay mucho por descubrir, los genes denisovanos potencialmente pueden estar relacionados con el sentido del olfato más sutil de Papúa Nueva Guinea y las adaptaciones a la gran altitud de los tibetanos. Los genes neandertales encontrados en las personas de todo el mundo muy probablemente contribuyen a una piel y cabello más duros.
"Hay ciertas clases de genes que los humanos modernos heredaron de los humanos arcaicos con los que se cruzaron entre sí, que pueden haber ayudado a los humanos modernos a adaptarse a los nuevos entornos a los que llegaron", dice el autor principal David Reich, genetista de Harvard. "Por otro lado, hubo una selección negativa para eliminar sistemáticamente la ascendencia que pudiera haber sido problemática para los humanos modernos. Podemos documentar esta eliminación durante los 40.000 años que han transcurrido desde aquellas mezclas", explica en la nota de prensa de Cell Press -editora de Current Biology-, recogida por EurekAlert!
Reich y su equipo encontraron evidencia de que tanto la ascendencia denisovana como la neandertal habían perdido el cromosoma X, así como los genes expresados en los testículos masculinos. Su teoría es que esto ha contribuido a la reducción de la fertilidad en los hombres, que se observa comúnmente en otros híbridos entre dos grupos altamente divergentes de la misma especie.
Datos
Los investigadores recolectaron sus datos comparando las secuencias de genes neandertales y denisovanos a lo largo de más de 250 genomas de 120 poblaciones no africanas, disponibles a través del Proyecto Diversidad del Genoma Simons (hay poca evidencia de ascendencia neandertal y denisovana en los africanos).
El análisis se llevó a cabo mediante un algoritmo de aprendizaje automático que podía diferenciar entre los componentes de ambos tipos de ADN ancestral, que son más similares entre sí que a los humanos modernos.
Los resultados mostraron que los individuos de Oceanía poseen el mayor porcentaje de ascendencia arcaica y los asiáticos del sur poseen ascendencia más denisovana de lo que se creía anteriormente. Esto revela eventos de entrecruzamiento previamente desconocidos, sobre todo en relación con los denisovanos.
Por el contrario, los euroasiáticos occidentales son los no africanos menos propensos a tener genes neandertales o denisovanos. "Las interacciones entre los humanos modernos y los humanos arcaicos son complejas y quizás involucraron múltiples eventos", dice Reich.
La principal limitación del estudio es que se basa en el archivo actual de genomas antiguos disponibles. Los investigadores advierten contra sacar conclusiones -sobre dieta, aspecto o enfermedades-acerca de nuestros antepasados humanos extintos basándose en la genética y los posibles rasgos que han dejado.
Los investigadores recolectaron sus datos comparando las secuencias de genes neandertales y denisovanos a lo largo de más de 250 genomas de 120 poblaciones no africanas, disponibles a través del Proyecto Diversidad del Genoma Simons (hay poca evidencia de ascendencia neandertal y denisovana en los africanos).
El análisis se llevó a cabo mediante un algoritmo de aprendizaje automático que podía diferenciar entre los componentes de ambos tipos de ADN ancestral, que son más similares entre sí que a los humanos modernos.
Los resultados mostraron que los individuos de Oceanía poseen el mayor porcentaje de ascendencia arcaica y los asiáticos del sur poseen ascendencia más denisovana de lo que se creía anteriormente. Esto revela eventos de entrecruzamiento previamente desconocidos, sobre todo en relación con los denisovanos.
Por el contrario, los euroasiáticos occidentales son los no africanos menos propensos a tener genes neandertales o denisovanos. "Las interacciones entre los humanos modernos y los humanos arcaicos son complejas y quizás involucraron múltiples eventos", dice Reich.
La principal limitación del estudio es que se basa en el archivo actual de genomas antiguos disponibles. Los investigadores advierten contra sacar conclusiones -sobre dieta, aspecto o enfermedades-acerca de nuestros antepasados humanos extintos basándose en la genética y los posibles rasgos que han dejado.
Referencia bibliográfica:
Sriram Sankararaman, Swapan Mallick, Nick Patterson, David Reich: The Combined Landscape of Denisovan and Neanderthal Ancestry in Present-Day Humans. Current Biology, 2016; DOI: 10.1016/j.cub.2016.03.037.
Sriram Sankararaman, Swapan Mallick, Nick Patterson, David Reich: The Combined Landscape of Denisovan and Neanderthal Ancestry in Present-Day Humans. Current Biology, 2016; DOI: 10.1016/j.cub.2016.03.037.