Microchip
Un equipo de investigadores israelíes que trabaja en Intel, el mayor fabricante de microprocesadores del mundo, ha desarrollado por primera vez chips electro-ópticos sobre obleas de silicio que son capaces de convertir las señales electrónicas en ópticas en el interior del chip.
Según sus artífices, esta innovación puede revolucionar el mundo de la informática y las telecomunicaciones en los próximos cinco o diez años, ya que permite comunicar los diferentes componentes de un ordenador a la velocidad de la luz, lo que significa multiplicar por diez la velocidad actual.
Los procesadores más rápidos operan hoy a la velocidad de tres giga hertzios, pero los componentes estructurales pueden trabajar a varios centenares de mega hertzios.
Con los chips electro-ópticos, el procesador y los puertos del ordenador hablarán a la misma velocidad, alrededor de diez giga hertzios, lo que modificará completamente las capacidades de los ordenadores actuales, según Amir Elstein, co-presidente de Intel Israel y director de la fábrica de Intel en Jerusalén.
Bajo costo, mismas fábricas
Tal como explica al respecto el diario israelí Haaretz, el coste de estos chips electro-ópticos será similar al de los chips electrónicos y no al de los chips ópticos, que son mucho más caros al no estar basados en silicio.
Aunque Intel todavía no ha decidido cómo acometer la producción industrial de los nuevos chips electro-ópticos, lo cierto es que esta labor no requerirá la creación de nuevas fábricas, ya que es posible producirlos con las infraestructuras actuales.
La tecnología utilizada para la creación de estos micro chips electro-ópticos fue explicada por Intel en un comunicado de principios de este año.
Los investigadores dividen un haz de luz en dos haces diferentes, tras hacerlo pasar a través del silicio. Luego utilizan este innovador dispositivo para aplicar al segundo haz una carga eléctrica, provocando un “cambio de fase”.
Cuando los dos haces de luz se vuelven a combinar, el cambio de fase provocado en uno de ellos hace que la luz parezca apagarse y encenderse a más de 1GHz (un billón de bits de datos por segundo), 50 veces más rápido de lo que se ha podido obtener hasta ahora con el silicio.
Este patrón de encendido y apagado se puede traducir a los unos y ceros necesarios para la transmisión de datos, lo que significa que la luz y la electrónica pueden funcionar juntas dentro del silicio, un campo en el que Intel investiga desde los años 90.
Según sus artífices, esta innovación puede revolucionar el mundo de la informática y las telecomunicaciones en los próximos cinco o diez años, ya que permite comunicar los diferentes componentes de un ordenador a la velocidad de la luz, lo que significa multiplicar por diez la velocidad actual.
Los procesadores más rápidos operan hoy a la velocidad de tres giga hertzios, pero los componentes estructurales pueden trabajar a varios centenares de mega hertzios.
Con los chips electro-ópticos, el procesador y los puertos del ordenador hablarán a la misma velocidad, alrededor de diez giga hertzios, lo que modificará completamente las capacidades de los ordenadores actuales, según Amir Elstein, co-presidente de Intel Israel y director de la fábrica de Intel en Jerusalén.
Bajo costo, mismas fábricas
Tal como explica al respecto el diario israelí Haaretz, el coste de estos chips electro-ópticos será similar al de los chips electrónicos y no al de los chips ópticos, que son mucho más caros al no estar basados en silicio.
Aunque Intel todavía no ha decidido cómo acometer la producción industrial de los nuevos chips electro-ópticos, lo cierto es que esta labor no requerirá la creación de nuevas fábricas, ya que es posible producirlos con las infraestructuras actuales.
La tecnología utilizada para la creación de estos micro chips electro-ópticos fue explicada por Intel en un comunicado de principios de este año.
Los investigadores dividen un haz de luz en dos haces diferentes, tras hacerlo pasar a través del silicio. Luego utilizan este innovador dispositivo para aplicar al segundo haz una carga eléctrica, provocando un “cambio de fase”.
Cuando los dos haces de luz se vuelven a combinar, el cambio de fase provocado en uno de ellos hace que la luz parezca apagarse y encenderse a más de 1GHz (un billón de bits de datos por segundo), 50 veces más rápido de lo que se ha podido obtener hasta ahora con el silicio.
Este patrón de encendido y apagado se puede traducir a los unos y ceros necesarios para la transmisión de datos, lo que significa que la luz y la electrónica pueden funcionar juntas dentro del silicio, un campo en el que Intel investiga desde los años 90.