Crean un altavoz ultrasónico que focaliza la música en una sola dirección

Permite escuchar un concierto o un mensaje sin auriculares y sin que pueda ser oído por otras personas


Un altavoz ultrasónico que, al mezclarse con el aire, produce frecuencias de sonido audibles únicamente desde ciertos ángulos, es el último grito en el mundo del audio. La focalización del sonido es total gracias a este invento, que permitirá que sólo se oigan las ondas sonoras desde una posición determinada, dejando el resto de los lugares en que se proyecte completamente en silencio. Las aplicaciones son múltiples, desde las militares hasta en sitios como museos, coches y restaurantes. Por Yaiza Martínez.


24/04/2005

Sólo las personas cercanas oyen el mensaje
HyperSonic Sound Technology es el sistema de reproducción de sonido más revolucionario de este siglo. No se parece a los altavoces convencionales, y es una novedosa fórmula que le ha valido a su creador, el inventor autodidacta Elwood Norris, uno de los premios más importantes del mundo para inventores: el Lemelson-MIT, concedido por el Massachussets Institute of Technology a aquellos investigadores creativos que han sabido plasmar en logros tecnológicos sus ideas. Norris es además creador de la empresa American Technology Corporation.

El HyperSonic Sound Technology (HSS) funciona aprovechando que el aire (medio en que el sonido se desplaza) es un sistema no lineal. Una onda de sonido normal (como, por ejemplo, cuando alguien habla) es una onda de pequeño empuje que viaja a través del aire.

Cuando ese empuje aumenta o disminuye, la naturaleza no lineal del aire provoca que la onda sonora cambie ligeramente. Si se modifica una onda de sonido, nuevos sonidos o frecuencias se forman dentro de la propia onda. Conociendo cómo afecta el aire a dichas ondas, se puede predecir exactamente qué nuevas frecuencias aparecerán dentro de ellas.

Una onda de sonido ultrasónico (inaudible para el oído humano) puede enviarse al aire con un volumen suficiente como para provocar que el aire mismo cree nuevas frecuencias. Aunque nuestro oído no distingue estas ondas ultrasónicas, lo cierto es que sí se puede escuchar las frecuencias originadas como consecuencia de ellas y formadas por la acción no lineal del aire, tal como explica la propia compañía en esta presentación.

Componentes del HSS

Este es el efecto que consigue el HyperSonic Sound System, formado por un programa de audio similar al de un CD o de un micrófono, un procesador de señales HSS y un emisor de ultrasonidos que obtiene el impulso eléctrico necesario para su funcionamiento de un amplificador ultrasónico.

La música o la voz procedente de una fuente sonora es transformada en una señal ultrasónica altamente compleja a través de un procesador de señales antes de ser amplificada y lanzada al aire por el emisor de ultrasonidos. La energía ultrasónica forma una columna de sonido directamente enfrente del emisor, similar a la columna de luz que podría producir una linterna.

A lo largo de esta columna de sonido ultrasónico, el aire crea nuevos sonidos (aquellos que originalmente han sido convertidos en onda ultrasónica) al mezclarse con las ondas, de manera que las rompe y se convierten en audibles. Sin embargo, el sonido originado a partir de dicha columna no se esparce por el aire en todas las direcciones, como lo haría el sonido que desprende un altavoz, sino que permanece cerca de la columna de energía ultrasónica.

Posibles aplicaciones

Para oírlo, los oídos deben alinearse con la columna ultrasónica, o puede ser que se alcance después de que el sonido rebote contra una superficie dura. Por ejemplo, si se coloca el emisor ultrasónico mirando hacia una pared, sólo se escuchará su sonido después de que éste haya rebotado contra ella. Es muy similar al efecto de la luz contra una pared en una habitación oscura: al señalar con una linterna la pared, la luz crea un haz que ilumina la habitación. No se ve la luz que procede de la linterna, sino la “mancha” de la luz en la pared.

Este sistema tiene la capacidad única de focalizar el sonido o de dirigirlo en un pequeño haz audible, que no sería escuchado por nadie más que por aquel que se encuentre en su ángulo de alcance. Las posibilidades de aplicación son ilimitadas: en los museos, por ejemplo, podría darse información de cada cuadro cada vez que los visitantes se acercaran a cierta distancia de ellos –el resto no oiría nada-.

Otras aplicaciones serían en coches –el HSS podría lanzar señales de alerta directamente al conductor del coche-; en las conferencias de audio y vídeo, en las que podrían conjugarse a un tiempo las charlas en varios idiomas sin necesidad de auriculares; en aplicaciones militares para comunicaciones discretas e incluso en lugares públicos, como restaurantes.

Las ondas generadas a partir de la columna de ultrasonidos pueden dirigirse desde el emisor desde una distancia de hasta 500 metros. Asimismo, el HSS es capaz de generar sonidos de 120 decibelios como máximo.



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