Imagen: Abihail Valenzuelao. Fuente: Wikipedia.
Durante la vigilia, somos conscientes de nosotros mismos, algo que no sucede durante el sueño. Sin embargo, hay individuos que son “soñadores lúcidos”, lo que significa que tienen la capacidad de darse cuenta, dentro del propio sueño, de que están soñando.
Estos soñadores tienen acceso a sus recuerdos durante los sueños, pueden realizar acciones dentro de sus sueños a voluntad, y son conscientes de sí mismos mientras sueñan, siempre en el mismo estado durmiente y sin llegar a despertarse.
Aunque no se sabe muy bien cómo los soñadores lúcidos pueden “despertarse” dentro de sus sueños, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Johann Wolfgang Goethe, de Alemania, ha revelado que estos peculiares sueños se pueden inducir artificialmente, mediante la aplicación de corrientes eléctricas inocuas de tipo gamma en las zonas del cerebro temporal y frontal.
“El sueño lúcido es un estado híbrido en el que estas partes fronto-temporales se comportan de manera similar a su estado en vigilia, mientras que las partes posteriores permanecen en fase REM (una etapa de sueño con movimientos oculares rápidos)”, explica Ursula Voss, una de las autoras del trabajo, en declaraciones recogidas por la agencia Sinc. Los resultados de la presente investigación han sido publicados por la revista Nature Neuroscience.
Sueños lúcidos y cerebro
Estudios anteriores ya habían demostrado a nivel neurofisiológico que durante los sueños lúcidos se produce un incremento de las ondas gamma en el cerebro –a una frecuencia de unos 40 Hz–, precisamente en las regiones temporales y frontales.
Más concretamente, una investigación realizada en 2012 con la técnica de tomografía de resonancia magnética o MRT y con soñadores lúcidos, reveló que cuando se alcanza la conciencia lúcida dentro de los sueños, se activa una red cortical específica, constituida por la corteza prefrontal dorsolateral derecha, las regiones frontopolares y el precúneo, que es una parte del lóbulo parietal superior del cerebro que ha sido vinculada con la autopercepción.
Dado que todas estas regiones cerebrales están relacionadas con funciones autorreflexivas, este otro estudio sirvió, además de para conocer el funcionamiento del cerebro durante los sueños lúcidos, para comprender mejor la base neurológica de la conciencia humana, señalaron sus autores, de la Sociedad Max Planck para el Avance de la Ciencia (MPG) de Alemania.
Estos soñadores tienen acceso a sus recuerdos durante los sueños, pueden realizar acciones dentro de sus sueños a voluntad, y son conscientes de sí mismos mientras sueñan, siempre en el mismo estado durmiente y sin llegar a despertarse.
Aunque no se sabe muy bien cómo los soñadores lúcidos pueden “despertarse” dentro de sus sueños, un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad Johann Wolfgang Goethe, de Alemania, ha revelado que estos peculiares sueños se pueden inducir artificialmente, mediante la aplicación de corrientes eléctricas inocuas de tipo gamma en las zonas del cerebro temporal y frontal.
“El sueño lúcido es un estado híbrido en el que estas partes fronto-temporales se comportan de manera similar a su estado en vigilia, mientras que las partes posteriores permanecen en fase REM (una etapa de sueño con movimientos oculares rápidos)”, explica Ursula Voss, una de las autoras del trabajo, en declaraciones recogidas por la agencia Sinc. Los resultados de la presente investigación han sido publicados por la revista Nature Neuroscience.
Sueños lúcidos y cerebro
Estudios anteriores ya habían demostrado a nivel neurofisiológico que durante los sueños lúcidos se produce un incremento de las ondas gamma en el cerebro –a una frecuencia de unos 40 Hz–, precisamente en las regiones temporales y frontales.
Más concretamente, una investigación realizada en 2012 con la técnica de tomografía de resonancia magnética o MRT y con soñadores lúcidos, reveló que cuando se alcanza la conciencia lúcida dentro de los sueños, se activa una red cortical específica, constituida por la corteza prefrontal dorsolateral derecha, las regiones frontopolares y el precúneo, que es una parte del lóbulo parietal superior del cerebro que ha sido vinculada con la autopercepción.
Dado que todas estas regiones cerebrales están relacionadas con funciones autorreflexivas, este otro estudio sirvió, además de para conocer el funcionamiento del cerebro durante los sueños lúcidos, para comprender mejor la base neurológica de la conciencia humana, señalaron sus autores, de la Sociedad Max Planck para el Avance de la Ciencia (MPG) de Alemania.
Cómo indujeron los sueños lúcidos
Al inicio de la presente investigación, Voss y sus colaboradores se preguntaron si la actividad gamma del cerebro era la causa o el efecto de los sueños lúcidos. Para tratar de averiguarlo, evaluaron la actividad neural y la experiencia de 27 participantes mientras dormían.
Después de que los voluntarios alcanzaran tres minutos de REM ininterrumpidos, los investigadores indujeron las estimulaciones eléctricas gamma a varias frecuencias en las regiones frontales y temporales.
Inmediatamente después, los científicos despertaron a los participantes y les pidieron que calificaran la consciencia de su sueño mediante un sistema llamado LuCiD, un método que consiste en una escala de valoración de ocho factores, tres de los cuales están presentes durante los sueños lúcidos: el reconocimiento del propio sueño, el control de su trama y la disociación, es decir, verse a sí mismo desde el exterior.
Los resultados revelaron que solo las frecuencias gamma de 40 Hz, y en menor medida las de 25 Hz, potenciaban la aparición de este tipo de sueños, de nuevo según Sinc.
Voss destaca que en los pacientes postraumáticos que sufren pesadillas, los sueños lúcidos podrían resultar postivos, pues permiten mantenerse en estado REM, lo que ayuda a la recuperación. “Pero para el resto de personas son solo una diversión”, añade.
Al inicio de la presente investigación, Voss y sus colaboradores se preguntaron si la actividad gamma del cerebro era la causa o el efecto de los sueños lúcidos. Para tratar de averiguarlo, evaluaron la actividad neural y la experiencia de 27 participantes mientras dormían.
Después de que los voluntarios alcanzaran tres minutos de REM ininterrumpidos, los investigadores indujeron las estimulaciones eléctricas gamma a varias frecuencias en las regiones frontales y temporales.
Inmediatamente después, los científicos despertaron a los participantes y les pidieron que calificaran la consciencia de su sueño mediante un sistema llamado LuCiD, un método que consiste en una escala de valoración de ocho factores, tres de los cuales están presentes durante los sueños lúcidos: el reconocimiento del propio sueño, el control de su trama y la disociación, es decir, verse a sí mismo desde el exterior.
Los resultados revelaron que solo las frecuencias gamma de 40 Hz, y en menor medida las de 25 Hz, potenciaban la aparición de este tipo de sueños, de nuevo según Sinc.
Voss destaca que en los pacientes postraumáticos que sufren pesadillas, los sueños lúcidos podrían resultar postivos, pues permiten mantenerse en estado REM, lo que ayuda a la recuperación. “Pero para el resto de personas son solo una diversión”, añade.
Portada de “Los sueños y cómo dirigirlos” de Léon d'Hervey de Saint-Denys. Fuente: Wikipedia.
Cómo entrenar para tener sueños lúcidos
La utilización del adjetivo "lúcido" para los sueños fue introducido en 1867 por el escritor, sinólogo y especialista en sueños francés Léon d'Hervey de Saint-Denys, en su obra Los sueños y cómo controlarlos.
Los expertos aseguran que estos sueños suelen ser más frecuentes en niños de seis a siete años, pero su incidencia disminuye a partir de los 17. Después de esa edad, es cuestión de entrenamiento.
¿Pero cómo se entrena para tener sueños lúcidos? El psicólogo alemán Paul Tholey ideó una técnica para inducir sueños lúcidos, que consiste en preguntarse continuamente, mientras estamos despiertos, si en realidad estamos despiertos o dormidos.
Este ejercicio, realizado con la mayor frecuencia posible cada día (Tholey recomendaba entre cuatro y cinco veces), genera un hábito que luego puede repetirse espontáneamente dentro de los sueños.
Otras técnicas de entrenamiento recomendadas son intentar recordar los propios sueños, con todos los detalles posibles (llevar un diario de estos) o estar pendiente, dentro de los sueños, de objetos o cosas que puedan recordarnos que estamos soñando.
La utilización del adjetivo "lúcido" para los sueños fue introducido en 1867 por el escritor, sinólogo y especialista en sueños francés Léon d'Hervey de Saint-Denys, en su obra Los sueños y cómo controlarlos.
Los expertos aseguran que estos sueños suelen ser más frecuentes en niños de seis a siete años, pero su incidencia disminuye a partir de los 17. Después de esa edad, es cuestión de entrenamiento.
¿Pero cómo se entrena para tener sueños lúcidos? El psicólogo alemán Paul Tholey ideó una técnica para inducir sueños lúcidos, que consiste en preguntarse continuamente, mientras estamos despiertos, si en realidad estamos despiertos o dormidos.
Este ejercicio, realizado con la mayor frecuencia posible cada día (Tholey recomendaba entre cuatro y cinco veces), genera un hábito que luego puede repetirse espontáneamente dentro de los sueños.
Otras técnicas de entrenamiento recomendadas son intentar recordar los propios sueños, con todos los detalles posibles (llevar un diario de estos) o estar pendiente, dentro de los sueños, de objetos o cosas que puedan recordarnos que estamos soñando.
Referencia bibliográfica:
Ursula Voss, Romain Holzmann, Allan Hobson, Walter Paulus, Judith Koppehele-Gossel, Ansgar Klimke y Michael A Nitsche. Induction of self awareness in dreams through frontal low current stimulation of gamma activity. Nature Neuroscience (2014). DOI: 10.1038/nn.3719.
Ursula Voss, Romain Holzmann, Allan Hobson, Walter Paulus, Judith Koppehele-Gossel, Ansgar Klimke y Michael A Nitsche. Induction of self awareness in dreams through frontal low current stimulation of gamma activity. Nature Neuroscience (2014). DOI: 10.1038/nn.3719.