Fotografía de Mitarart. PhotoXpress.
La rabia y el enojo son características comunes en muchos jefes y líderes alrededor del mundo; es posible que algunos de ellos crean que por su poder tienen derecho a reaccionar como quieran o que, mirándolo desde el otro lado, crean que serán sus reacciones fuertes las que les ayuden a crear y a promover una imagen de poder y autoridad, y a que sus subalternos les tengan respeto o, mejor, miedo.
Lo que no saben estos líderes reactivos es que es, precisamente, evitando las explosiones de ira y las reacciones descontroladas que se crea una mejor imagen, se obtiene un mejor desempeño, se ayuda a construir una mejor labor por parte de los demás y se emerge como un líder más exitoso.
Al menos eso es lo que acaba de revelar un nuevo estudio del Melbourne Business School según el cual dejar el enojo a un lado reconociendo oportunamente los sentimientos negativos, calmándolos y escogiendo respuestas más apropiadas hay más posibilidades de surgir como líderes en equipos autogestionados.
La investigación desarrolla el concepto de flexibilidad sicológica, que se refiere a la separación entre la persona y sus emociones en el momento de reaccionar frente a una situación, en este caso cuando se trata de trabajo o se está en el ambiente laboral.
Ventajas de la flexibilidad sicológica
De acuerdo con los autores del estudio, existen varias ventajas para aquellos que aprenden a integrar la flexibilidad sicológica a sus vidas; como líderes ya posicionados gracias a actitudes controladas y positivas, las personas pueden contribuir efectivamente a mejorar el desempeño de cada uno de los integrantes de su equipo, serán percibidas como más sobresalientes y se sentirán más satisfechas con su rendimiento.
Esto sin mencionar que los líderes de otros equipos que no sean igualmente capaces de controlar sus emociones y reacciones no contarán con los mismos beneficios y serán derrotados por los miembros de los equipos de los líderes controlados en los diferentes conflictos que puedan presentarse.
Lo que no saben estos líderes reactivos es que es, precisamente, evitando las explosiones de ira y las reacciones descontroladas que se crea una mejor imagen, se obtiene un mejor desempeño, se ayuda a construir una mejor labor por parte de los demás y se emerge como un líder más exitoso.
Al menos eso es lo que acaba de revelar un nuevo estudio del Melbourne Business School según el cual dejar el enojo a un lado reconociendo oportunamente los sentimientos negativos, calmándolos y escogiendo respuestas más apropiadas hay más posibilidades de surgir como líderes en equipos autogestionados.
La investigación desarrolla el concepto de flexibilidad sicológica, que se refiere a la separación entre la persona y sus emociones en el momento de reaccionar frente a una situación, en este caso cuando se trata de trabajo o se está en el ambiente laboral.
Ventajas de la flexibilidad sicológica
De acuerdo con los autores del estudio, existen varias ventajas para aquellos que aprenden a integrar la flexibilidad sicológica a sus vidas; como líderes ya posicionados gracias a actitudes controladas y positivas, las personas pueden contribuir efectivamente a mejorar el desempeño de cada uno de los integrantes de su equipo, serán percibidas como más sobresalientes y se sentirán más satisfechas con su rendimiento.
Esto sin mencionar que los líderes de otros equipos que no sean igualmente capaces de controlar sus emociones y reacciones no contarán con los mismos beneficios y serán derrotados por los miembros de los equipos de los líderes controlados en los diferentes conflictos que puedan presentarse.
Carol Gill, sicóloga organizacional y coautora del reporte, explica que “la flexibilidad sicológica, una destreza metacognitiva, es la habilidad de ser conscientes de los pensamientos, sentimientos e impulsos, suavizar esos que son improductivos y escoger las respuestas apropiadas.”
Además, añade que los trabajadores con altos niveles de flexibilidad sicológica son más reflexivos en vez de reactivos en sus respuestas lo que lleva a que se refleje una mayor percepción de control y a que se den más opciones de comportamiento.
Y, por el contrario, cuando un miembro del equipo muestra su falta de flexibilidad sicológica se producen efectos negativos para todos los demás y para el desempeño general.
Los directivos pueden aprovechar la flexibilidad sicológica
Los beneficios que trae la flexibilidad sicológica pueden ser muy bien aprovechados por los directivos, no solo para aplicarla ellos mismos como líderes de sus empresas y de distintos grupos de trabajo, sino también para enseñarla y promoverla entre sus empleados, contribuyendo así a la construcción de ambientes laborales más positivos y tranquilos, y a una mayor productividad en general.
Según Gill, la buena noticia es que es posible desarrollar la flexibilidad sicológica en las personas a través de aceptación y compromiso. Ella explica que “Ello implica capacitar a las personas para que sean conscientes de sus pensamientos y sentimientos, y tomen control de su comportamiento basando sus acciones en valores y metas en vez de en sus eventos internos”.
Sería importante que los directivos, y todo tipo de líderes, de empresas alrededor del mundo tuvieran en cuenta estos hallazgos para matizar un poco el ambiente de hostilidad que se vive actualmente en muchos lugares de trabajo y para aumentar la productividad a través del control de las emociones humanas y de una actitud positiva y constructiva.
Además, añade que los trabajadores con altos niveles de flexibilidad sicológica son más reflexivos en vez de reactivos en sus respuestas lo que lleva a que se refleje una mayor percepción de control y a que se den más opciones de comportamiento.
Y, por el contrario, cuando un miembro del equipo muestra su falta de flexibilidad sicológica se producen efectos negativos para todos los demás y para el desempeño general.
Los directivos pueden aprovechar la flexibilidad sicológica
Los beneficios que trae la flexibilidad sicológica pueden ser muy bien aprovechados por los directivos, no solo para aplicarla ellos mismos como líderes de sus empresas y de distintos grupos de trabajo, sino también para enseñarla y promoverla entre sus empleados, contribuyendo así a la construcción de ambientes laborales más positivos y tranquilos, y a una mayor productividad en general.
Según Gill, la buena noticia es que es posible desarrollar la flexibilidad sicológica en las personas a través de aceptación y compromiso. Ella explica que “Ello implica capacitar a las personas para que sean conscientes de sus pensamientos y sentimientos, y tomen control de su comportamiento basando sus acciones en valores y metas en vez de en sus eventos internos”.
Sería importante que los directivos, y todo tipo de líderes, de empresas alrededor del mundo tuvieran en cuenta estos hallazgos para matizar un poco el ambiente de hostilidad que se vive actualmente en muchos lugares de trabajo y para aumentar la productividad a través del control de las emociones humanas y de una actitud positiva y constructiva.