Fuente: CCIT.
El pasado ocho de febrero, el California Center for Innovative Transportation (CCIT, la compañía Nokia, el departamento de ingeniería civil y medioambiental de la universidad de California en Berkeley (UC y el Caltrans (el departamento californiano de transportes) colaboraron en la realización de un experimento sin precedentes en el área del control del tráfico a tiempo real a través de teléfonos móviles equipados con GPS.
Según informa el CCIT en un comunicado, durante un día entero fueron controlados 100 vehículos con GPS incorporado en el modelo de teléfono móvil Nokia N95, que recorrieron una distancia de 16 kilómetros entre Hayward y Fremont, en la bahía de San Francisco.
Los móviles registraron la velocidad de los coches y su posición cada tres segundos. Estos datos fueron enviados a un servidor central que los procesó a tiempo real.
Confidencialidad asegurada
Por otro lado, un conjunto de cámaras situadas en puentes en ambos extremos del recorrido registraron los tiempos de todos los vehículos que pasaron por dicho recorrido, incluidos los de aquellos que no participaban en el experimento.
Esto permitió corroborar, por comparación con una referencia de base, las estimaciones de velocidad y posición producidas por los datos de los GPS de los 100 vehículos participantes en la prueba, conducidos por alumnos de la Universidad de California.
Para preservas la intimidad de la fuente, los datos facilitados por los móviles fueron procesados con un codificador asimétrico cuya clave pública (código que permite la codificación de información de manera que para descifrarlo se necesita la ayuda de una clave secreta correspondiente) se encontraba protegida en el servidor central. Previamente, los datos habían sido enviados a un servidor encargado de eliminar toda la información de procedencia de dichos datos.
En segundo lugar, la información fue enviada a un segundo servidor (el central) que sí descifró los datos, pero que no puede rastrear al portador particular del teléfono que lleva el GPS. La información recibida fue combinada para generar una imagen a tiempo real de las velocidades del tráfico y de los tiempos de desplazamientos, informa Nokia.
De esta forma se superó una de las dificultades del experimento, bautizado como Mobile Century: poder cuantificar la cantidad de datos necesarios y suficientes para obtener resultados fiables sobre la fluidez del tráfico maximizando al tiempo la confidencialidad de las comunicaciones.
Ahorro de tiempo y dinero
Otro reto era el de minimizar las comunicaciones. Para ello, un software en los teléfonos “preguntó” regularmente a los servidores cuál era la frecuencia necesaria de envío de datos requerida por el sistema, en función de la velocidad y de la presencia de otros vehículos en el mismo sector.
Los especialistas en Sistemas de Transporte Inteligente (ITS han analizado desde hace años el potencial uso de los teléfonos móviles como herramienta de recogida de datos de tráfico. En poco tiempo, se extenderán los chips de GPS incorporados a los teléfonos móviles, igual que ha sucedido con las cámaras, por lo que los móviles servirán muy pronto para este fin. Por ejemplo, Nokia incorporará próximamente el GPS a la mayoría de sus teléfonos.
Que gran número de móviles estén equipados con este sistema de posicionamiento global por satélite permitiría registrar la posición y la velocidad de los coches con una exactitud de 10 metros / 4,2 kilómetros por hora, en intervalos regulares.
Los investigadores creen además que sólo con que un 5% de los conductores de un entorno determinado aportaran a través de este sistema los datos de localización, éste sería efectivo.
En Estados Unidos, sólo los atascos producen 4,2 mil millones de horas extra de viajes cada año, con un gasto añadido de 11 mil millones de litros de combustible. Dado que, en todo el mundo, cada vez aumenta más el número de vehículos, una apropiada gestión del tráfico es extremadamente necesaria para acortar el tiempo de los desplazamientos.
Según informa el CCIT en un comunicado, durante un día entero fueron controlados 100 vehículos con GPS incorporado en el modelo de teléfono móvil Nokia N95, que recorrieron una distancia de 16 kilómetros entre Hayward y Fremont, en la bahía de San Francisco.
Los móviles registraron la velocidad de los coches y su posición cada tres segundos. Estos datos fueron enviados a un servidor central que los procesó a tiempo real.
Confidencialidad asegurada
Por otro lado, un conjunto de cámaras situadas en puentes en ambos extremos del recorrido registraron los tiempos de todos los vehículos que pasaron por dicho recorrido, incluidos los de aquellos que no participaban en el experimento.
Esto permitió corroborar, por comparación con una referencia de base, las estimaciones de velocidad y posición producidas por los datos de los GPS de los 100 vehículos participantes en la prueba, conducidos por alumnos de la Universidad de California.
Para preservas la intimidad de la fuente, los datos facilitados por los móviles fueron procesados con un codificador asimétrico cuya clave pública (código que permite la codificación de información de manera que para descifrarlo se necesita la ayuda de una clave secreta correspondiente) se encontraba protegida en el servidor central. Previamente, los datos habían sido enviados a un servidor encargado de eliminar toda la información de procedencia de dichos datos.
En segundo lugar, la información fue enviada a un segundo servidor (el central) que sí descifró los datos, pero que no puede rastrear al portador particular del teléfono que lleva el GPS. La información recibida fue combinada para generar una imagen a tiempo real de las velocidades del tráfico y de los tiempos de desplazamientos, informa Nokia.
De esta forma se superó una de las dificultades del experimento, bautizado como Mobile Century: poder cuantificar la cantidad de datos necesarios y suficientes para obtener resultados fiables sobre la fluidez del tráfico maximizando al tiempo la confidencialidad de las comunicaciones.
Ahorro de tiempo y dinero
Otro reto era el de minimizar las comunicaciones. Para ello, un software en los teléfonos “preguntó” regularmente a los servidores cuál era la frecuencia necesaria de envío de datos requerida por el sistema, en función de la velocidad y de la presencia de otros vehículos en el mismo sector.
Los especialistas en Sistemas de Transporte Inteligente (ITS han analizado desde hace años el potencial uso de los teléfonos móviles como herramienta de recogida de datos de tráfico. En poco tiempo, se extenderán los chips de GPS incorporados a los teléfonos móviles, igual que ha sucedido con las cámaras, por lo que los móviles servirán muy pronto para este fin. Por ejemplo, Nokia incorporará próximamente el GPS a la mayoría de sus teléfonos.
Que gran número de móviles estén equipados con este sistema de posicionamiento global por satélite permitiría registrar la posición y la velocidad de los coches con una exactitud de 10 metros / 4,2 kilómetros por hora, en intervalos regulares.
Los investigadores creen además que sólo con que un 5% de los conductores de un entorno determinado aportaran a través de este sistema los datos de localización, éste sería efectivo.
En Estados Unidos, sólo los atascos producen 4,2 mil millones de horas extra de viajes cada año, con un gasto añadido de 11 mil millones de litros de combustible. Dado que, en todo el mundo, cada vez aumenta más el número de vehículos, una apropiada gestión del tráfico es extremadamente necesaria para acortar el tiempo de los desplazamientos.