Fuente: Pixabay.
Por primera vez, la Academia Americana de Medicina del Sueño (AASM) ha publicado recomendaciones oficiales de consenso sobre la cantidad de sueño necesaria para promover una salud óptima en niños y adolescentes.
Las recomendaciones son que los bebés de cuatro a 12 meses duerman de 12 a 16 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de forma regular para promover una salud óptima; que los niños de uno a dos años de edad duerman entre 11 y 14 horas cada 24 (incluyendo siestas); que de tres a cinco años se duerma de 10 a 13 horas; de seis a 12 años, entre 9 y 12 horas; y de 13 a 18 años, entre 8 y 10 horas.
La declaración se publica en la edición de junio de la revista Journal of Clinical Sleep Medicine y será discutida esta semana durante SLEEP 2016, la Reunión del 30 Aniversario de las Sociedades del Sueño Profesionales Asociadas, en Denver (Colorado, EE.UU.).
"El sueño es esencial para una vida sana, y es importante para promover hábitos saludables de sueño en la primera infancia", dice Shalini Paruthi, moderadora del Panel de Consenso Pediátrico y miembro de la Academia Americana de Medicina del Sueño, en la nota de prensa de ésta. "Es especialmente importante también garantizar que los adolescentes duerman lo suficiente."
Proyecto
Las recomendaciones se han desarrollado tras un proyecto de 10 meses realizado por un Panel de Consenso Pediátrico de 13 de los expertos en sueño más importantes del país, y están respaldadas por la Academia Americana de Pediatría, la Sociedad de Investigación del Sueño y la Asociación Americana de Tecnólogos del Sueño.
El panel de expertos revisó 864 artículos científicos publicados que abordan la relación entre la duración del sueño y la salud en los niños, evaluó las pruebas utilizando un sistema de clasificación formal y llegó a las recomendaciones finales después de varias rondas de votación.
El Panel encontró que dormir la cantidad de horas recomendadas de forma regular se asocia en general con una mejor salud: mejora de la atención, el comportamiento, el aprendizaje, la memoria, la regulación emocional, la calidad de vida y la salud mental y física.
Las recomendaciones son que los bebés de cuatro a 12 meses duerman de 12 a 16 horas cada 24 horas (incluyendo siestas) de forma regular para promover una salud óptima; que los niños de uno a dos años de edad duerman entre 11 y 14 horas cada 24 (incluyendo siestas); que de tres a cinco años se duerma de 10 a 13 horas; de seis a 12 años, entre 9 y 12 horas; y de 13 a 18 años, entre 8 y 10 horas.
La declaración se publica en la edición de junio de la revista Journal of Clinical Sleep Medicine y será discutida esta semana durante SLEEP 2016, la Reunión del 30 Aniversario de las Sociedades del Sueño Profesionales Asociadas, en Denver (Colorado, EE.UU.).
"El sueño es esencial para una vida sana, y es importante para promover hábitos saludables de sueño en la primera infancia", dice Shalini Paruthi, moderadora del Panel de Consenso Pediátrico y miembro de la Academia Americana de Medicina del Sueño, en la nota de prensa de ésta. "Es especialmente importante también garantizar que los adolescentes duerman lo suficiente."
Proyecto
Las recomendaciones se han desarrollado tras un proyecto de 10 meses realizado por un Panel de Consenso Pediátrico de 13 de los expertos en sueño más importantes del país, y están respaldadas por la Academia Americana de Pediatría, la Sociedad de Investigación del Sueño y la Asociación Americana de Tecnólogos del Sueño.
El panel de expertos revisó 864 artículos científicos publicados que abordan la relación entre la duración del sueño y la salud en los niños, evaluó las pruebas utilizando un sistema de clasificación formal y llegó a las recomendaciones finales después de varias rondas de votación.
El Panel encontró que dormir la cantidad de horas recomendadas de forma regular se asocia en general con una mejor salud: mejora de la atención, el comportamiento, el aprendizaje, la memoria, la regulación emocional, la calidad de vida y la salud mental y física.
Dormir 'de más'
Dormir menos de las horas recomendadas se asocia con problemas de atención, conducta y aprendizaje. La falta de sueño también aumenta el riesgo de accidentes, lesiones, hipertensión, obesidad, diabetes y la depresión. El panel también encontró que la falta de sueño en los adolescentes se asocia con un mayor riesgo de autolesiones, pensamientos suicidas e intentos de suicidio.
"Más de un tercio de la población de Estados Unidos no está durmiendo lo suficiente, y para los niños, que están en los años críticos del desarrollo, dormir es aún más importante", dice Nathaniel Watson, presidente de la Academia de Medicina del Sueño. "Garantizar que existe tiempo suficiente para el sueño es una de las mejores maneras de promover un estilo de vida saludable para un niño."
Además, el panel encontró que dormir regularmente más de las horas recomendadas puede estar asociado con resultados adversos para la salud como la hipertensión, la diabetes, la obesidad y los problemas de salud mental.
Los beneficios de un sueño saludable requieren no sólo una duración adecuada del sueño, sino también los horarios apropiados, una regularidad diaria, una buena calidad del sueño y la ausencia de trastornos del sueño. Los padres que están preocupados de que su hijo está durmiendo demasiado poco o demasiado, deben consultar a un médico.
Dormir menos de las horas recomendadas se asocia con problemas de atención, conducta y aprendizaje. La falta de sueño también aumenta el riesgo de accidentes, lesiones, hipertensión, obesidad, diabetes y la depresión. El panel también encontró que la falta de sueño en los adolescentes se asocia con un mayor riesgo de autolesiones, pensamientos suicidas e intentos de suicidio.
"Más de un tercio de la población de Estados Unidos no está durmiendo lo suficiente, y para los niños, que están en los años críticos del desarrollo, dormir es aún más importante", dice Nathaniel Watson, presidente de la Academia de Medicina del Sueño. "Garantizar que existe tiempo suficiente para el sueño es una de las mejores maneras de promover un estilo de vida saludable para un niño."
Además, el panel encontró que dormir regularmente más de las horas recomendadas puede estar asociado con resultados adversos para la salud como la hipertensión, la diabetes, la obesidad y los problemas de salud mental.
Los beneficios de un sueño saludable requieren no sólo una duración adecuada del sueño, sino también los horarios apropiados, una regularidad diaria, una buena calidad del sueño y la ausencia de trastornos del sueño. Los padres que están preocupados de que su hijo está durmiendo demasiado poco o demasiado, deben consultar a un médico.