La expectativa de lograr destacar durante las primeras semanas dentro de una nueva empresa genera altos niveles de ansiedad en los recién contratados, según los especialistas.
Las largas temporadas sin empleo y el desfile continúo por oficinas de recursos humanos en entrevistas de trabajo fallidas, logran llenar de temores a los aspirantes, una vez conseguido el objetivo: un nuevo empleo.
Los especialistas atribuyen el fenómeno del insomnio al estrés y la presión a la que se somete a muchas personas en distintos ámbitos de su vida personal y profesional.
Lo mismo sucede con los aspirantes a un cargo que, tras saberse en período de pruebas, centran su atención y esfuerzos durante los primeros días o meses de trabajo en demostrar su valía, aunque esto pueda ser contraproducente para su salud.
El insomnio crónico es a menudo definido como la dificultad para conciliar o mantener el sueño o para tener un sueño reparador en la mayoría de las noches, por lo menos durante un mes. Esta situación repercute directamente sobre la productividad de las personas en las oficinas.
Según el digital estadounidense WebMD, el insomnio es responsable de 252 millones de días de productividad perdidos cada año, a pesar de que la mayoría de personas con falta de sueño se presenten a trabajar.
"Los empleados no suelen ausentarse a la oficina por insomnio", según el catedrático de políticas de salud de la Universidad de Harvard, Ronald C. Kessler,. "Ellos van así al trabajo, pero obtienen menos resultados, porque están agotados", asegura Kessler.
Las largas temporadas sin empleo y el desfile continúo por oficinas de recursos humanos en entrevistas de trabajo fallidas, logran llenar de temores a los aspirantes, una vez conseguido el objetivo: un nuevo empleo.
Los especialistas atribuyen el fenómeno del insomnio al estrés y la presión a la que se somete a muchas personas en distintos ámbitos de su vida personal y profesional.
Lo mismo sucede con los aspirantes a un cargo que, tras saberse en período de pruebas, centran su atención y esfuerzos durante los primeros días o meses de trabajo en demostrar su valía, aunque esto pueda ser contraproducente para su salud.
El insomnio crónico es a menudo definido como la dificultad para conciliar o mantener el sueño o para tener un sueño reparador en la mayoría de las noches, por lo menos durante un mes. Esta situación repercute directamente sobre la productividad de las personas en las oficinas.
Según el digital estadounidense WebMD, el insomnio es responsable de 252 millones de días de productividad perdidos cada año, a pesar de que la mayoría de personas con falta de sueño se presenten a trabajar.
"Los empleados no suelen ausentarse a la oficina por insomnio", según el catedrático de políticas de salud de la Universidad de Harvard, Ronald C. Kessler,. "Ellos van así al trabajo, pero obtienen menos resultados, porque están agotados", asegura Kessler.
Las mujeres tienen más sueño
En la investigación dirigida por Kessler, se estudiaron más de 7.400 casos que incluyeron nuevos empleados y empleados fijos a nivel nacional en Estados Unidos. A todos ellos se les preguntó sobre sus hábitos de sueño y su rendimiento en el trabajo, como parte de un estudio sobre el insomnio.
A partir de las respuestas obtenidas en la encuesta, Kessler y sus colaboradores concluyeron que:
• Un 23% de los trabajadores presentan privación de sueño debido al insomnio.
• La prevalencia del insomnio fue más baja para los trabajadores mayores y con contratos indefinidos. Tan sólo 14% de las personas de 65 años o con contratos indefinidos señaló tener este problema.
• El 27% de las mujeres trabajadoras sufren de insomnio tras volver de la oficina, en comparación con el 20% de los hombres.
Estos resultados fueron atribuidos al nivel de presión psicológica por el que atraviesan los empleados, en función de su situación laboral dentro de la empresa, de los problemas económicos en su entorno personal y del ansia por resolver estos con un empleo estable.
En la investigación dirigida por Kessler, se estudiaron más de 7.400 casos que incluyeron nuevos empleados y empleados fijos a nivel nacional en Estados Unidos. A todos ellos se les preguntó sobre sus hábitos de sueño y su rendimiento en el trabajo, como parte de un estudio sobre el insomnio.
A partir de las respuestas obtenidas en la encuesta, Kessler y sus colaboradores concluyeron que:
• Un 23% de los trabajadores presentan privación de sueño debido al insomnio.
• La prevalencia del insomnio fue más baja para los trabajadores mayores y con contratos indefinidos. Tan sólo 14% de las personas de 65 años o con contratos indefinidos señaló tener este problema.
• El 27% de las mujeres trabajadoras sufren de insomnio tras volver de la oficina, en comparación con el 20% de los hombres.
Estos resultados fueron atribuidos al nivel de presión psicológica por el que atraviesan los empleados, en función de su situación laboral dentro de la empresa, de los problemas económicos en su entorno personal y del ansia por resolver estos con un empleo estable.
Los fármacos no son la solución…
Kessler dice que ahora que se conocen estos resultados, la atención debe centrarse en encontrar maneras de abordar el problema. Una de cada cinco personas con insomnio recibe un tratamiento farmacológico o conductual, agrega, aunque opina que la solución no debe estar centrada en la toma de medicamentos para el sueño.
"Los programas de detección para trabajadores y los programas para enseñar a los trabajadores una buena higiene del sueño pueden ser muy efectivos y podrían incluso ahorrar dinero a los empleadores", afirma el experto. "Estos programas podrían ayudar a las personas a sentirse mucho mejor y a lograr más en el trabajo".
Según el estudio difundido por la revista Magazine Sleep: "Una de las cosas más importantes en los parados de larga duración que finalmente consiguen trabajo es volver a crear hábitos como levantarse a la misma hora todos los días e irse a la cama pronto cada noche, incluso los fines de semana.
Otras recomendaciones que los especialistas sugieren:
• Evitar consumir bebidas con cafeína en las horas próximas a dormir.
• Crear un ambiente tranquilo y relajante en su dormitorio para conciliar el sueño con facilidad.
• Evitar las conversaciones o actividades emocionalmente estimulantes antes de acostarse.
Recuerde que la ansiedad no le servirá más que para crear mayores barreras y temores en su actuar diario, y que centrarse en hacer un buen trabajo es la clave para evadir todos sus temores: un trabajador competente y eficaz tiene menos probabilidades de perder su empleo que uno agotado y cuya productividad disminuye por la causa que sea.
Kessler dice que ahora que se conocen estos resultados, la atención debe centrarse en encontrar maneras de abordar el problema. Una de cada cinco personas con insomnio recibe un tratamiento farmacológico o conductual, agrega, aunque opina que la solución no debe estar centrada en la toma de medicamentos para el sueño.
"Los programas de detección para trabajadores y los programas para enseñar a los trabajadores una buena higiene del sueño pueden ser muy efectivos y podrían incluso ahorrar dinero a los empleadores", afirma el experto. "Estos programas podrían ayudar a las personas a sentirse mucho mejor y a lograr más en el trabajo".
Según el estudio difundido por la revista Magazine Sleep: "Una de las cosas más importantes en los parados de larga duración que finalmente consiguen trabajo es volver a crear hábitos como levantarse a la misma hora todos los días e irse a la cama pronto cada noche, incluso los fines de semana.
Otras recomendaciones que los especialistas sugieren:
• Evitar consumir bebidas con cafeína en las horas próximas a dormir.
• Crear un ambiente tranquilo y relajante en su dormitorio para conciliar el sueño con facilidad.
• Evitar las conversaciones o actividades emocionalmente estimulantes antes de acostarse.
Recuerde que la ansiedad no le servirá más que para crear mayores barreras y temores en su actuar diario, y que centrarse en hacer un buen trabajo es la clave para evadir todos sus temores: un trabajador competente y eficaz tiene menos probabilidades de perder su empleo que uno agotado y cuya productividad disminuye por la causa que sea.