Conceptos revolucionarios transforman las estaciones de tren

Gestión energética ecológica y autosuficiente o innovaciones en seguridad cambian el aspecto de estos espacios esenciales en el servicio ferroviario


Muchas de las estaciones de tren del mundo han comenzado a aplicar transformaciones que marcarán el futuro de este tipo de espacios, esenciales para el servicio ferroviario. Gestión energética ecológica y autosuficiente, conceptos revolucionarios en seguridad, nuevas tecnologías de ticketing y diseños arquitectónicos que mejoren el flujo de pasajeros son algunas de las innovaciones iniciadas. Por Pablo Javier Piacente.


18/11/2011

El impactante diseño de la estación de Guangzhou, en China. Fuente: TFP Farrels.
Las estaciones ferroviarias no serán las mismas en los próximos diez o veinte años, y cambiarán a la misma velocidad que otros sectores tecnológicos e industriales. Algunas de las innovaciones que marcarán estos espacios en el futuro son la gestión energética sostenible, nuevos enfoques en el terreno de la seguridad, la aplicación de sistemas avanzados de ticketing y la optimización del tránsito de los pasajeros a través de variantes en los diseños arquitectónicos.

Un artículo del medio especializado Railway Technology explica algunas de las principales tendencias que las estaciones ferroviarias ya están comenzando a aplicar en la actualidad, y que serán más evidentes en las próximas décadas. Estas tendencias revolucionarán el contacto entre los usuarios y los servicios ferroviarios, y hasta prometen cambiar las características de los viajes en tren.

Uno de los ejes de estas innovaciones es la gestión energética, basada en criterios ecológicos y una mayor autosuficiencia. Es el caso de la estación de tren de Blackfriars en Londres, en la que se han instalado 4.400 paneles solares en el techo, en total 6.000 metros cuadrados de paneles. Se espera que éstos generen suficiente energía para satisfacer la mitad de las necesidades de electricidad de la estación, además de reducir las emisiones anuales de CO2 en alrededor de 511 toneladas.

Otros países también han mostrado su compromiso a la hora de desarrollar energía renovable para las estaciones de ferrocarril. La estación Hongqiao de Shanghai, en China, logró producir 6.7 MW de energía en 2010, gracias a los paneles solares integrados en los toldos del edificio. También en China se prevé la instalación de módulos solares en el techo de la estación de tren Nanjing del Sur, que generarán 7 MW de energía.

Plataformas móviles, un concepto renovador en el campo de las estaciones ferroviarias. Fuente: Priestmangoode.
Seguridad y ticketing

En otro orden, la seguridad se ha vuelto una cuestión primordial en las estaciones de tren tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Es así que operadores de todo el mundo están trabajando en nuevas medidas de seguridad, que incluyen tecnologías innovadoras en torno al control de acceso a las infraestructuras, la detección de metales e incluso la biometría.

Gran parte de estos presupuestos se destinarán también a proteger a los pasajeros y a las estaciones ferroviarias de los crímenes comunes, como robo, asalto y vandalismo, que también están en franco ascenso en todo el mundo y que prometen seguir agudizándose en los próximos años frente a un escenario de descontento social e incertidumbre económica global.

En este sentido, la línea South West Trains, del Reino Unido, se ha asociado con la Policía Británica de Transporte para mejorar la seguridad de las estaciones, aplicando medidas como el perfeccionamiento del circuito cerrado de televisión, el establecimiento de puntos de ayuda ante emergencias y una optimización del diseño del sistema de iluminación en toda la red.

Las empresas del área tecnológica también están desarrollando soluciones a medida para problemas específicos de seguridad. Por ejemplo, la firma Bosch Security ha desarrollado un sistema denominado Aegis UFLED, un iluminador de luz blanca que busca hacer frente al aumento en el vandalismo y el robo de cables en las estaciones.

Otro sector que vive una revolución es el ticketing, que avanza hacia las tarjetas inteligentes y la tecnología sin contacto. Los sistemas NFC, con chips que se pueden colocar en las mismas tarjetas de crédito y teléfonos inteligentes para el pago de los boletos, están creciendo con gran fuerza en los países más avanzados en la materia.

Paneles solares en la estación de Blackfriars, en Londres. Fuente: National Rail.
Diseños renovadores y ventas online

Asimismo, los diseños de las estaciones de ferrocarril también reservan muchas sorpresas. Formas impresionantes y futuristas se combinan con materiales sostenibles, además de buscarse la optimización del flujo de pasajeros a través del diseño de las estructuras.

La terminal de Guangzhou, en China, es un ejemplo de las estaciones de ferrocarril del futuro en cuanto a diseño. Se inauguró a principios de octubre de 2011, y es una construcción diseñada para recibir 300.000 pasajeros al día. Las llegadas se manejan en la planta baja, mientras que las salidas se envían desde el primer piso, con 28 plataformas destinadas a ese propósito.

Por otro lado, el edificio se divide verticalmente para proporcionar la infraestructura necesaria para taxis, coches y autobuses y para facilitar las conexiones con el sistema de metro subterráneo. Estas estaciones de última tecnología también incorporan supermercados virtuales, un concepto que en China ya se ha aplicado en 11 estaciones de metro de Shanghai.

De acuerdo con las estimaciones al respecto, las ventas pueden crecer hasta un 130% en las tiendas online que ofrecen servicios en las estaciones ferroviarias. Se utilizan pasillos virtuales con dispositivos que permiten apreciar los productos, y al tomar una foto del código de barras correspondiente se puede concretar la compra mediante un teléfono celular inteligente.

Por su parte, la empresa de diseño Priestmangoode ha avanzado un poco más en términos de diseño de estaciones ferroviarias. Su renovador concepto incluye la idea de plataformas móviles, que podrían llevar a los pasajeros hacia las unidades y dejarlos luego en el vestíbulo de las estaciones al arribar a destino, en vez de esperar a los trenes. De esta forma, se evitaría que las unidades se detengan, en una idea que hoy parece muy compleja.

Por todo, resulta evidente que nuestra forma de viajar en tren cambiará radicalmente en los próximos años, abriendo un amplio campo de posibilidades que aún hoy no alcanzamos a divisar con exactitud.



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