Cómo ayudar a un adicto al trabajo

Especialistas coinciden en que cualquier actitud llevada a extremos es perjudicial para la salud


La adicción al trabajo es una patología que debe ser tratada por especialistas. En estos casos, el estrés y el agotamiento pueden superar al trabajador y perjudicar a éste y a su empresa. En Japón ya existe incluso un término para designar la "muerte por trabajo": "Karoshi". ¿Puede un directivo ayudar a un adicto al trabajo? ¿Cómo hacerlo? Por Iván Abreu Anaya.


Iván Abreu Anaya
17/06/2013

Fuente: PhotoXpress.
Vivimos tiempos duros. La falta de empleo en muchos sectores ha ocasionado que otros tomen demasiado apego por sus trabajos, para asegurarse su estabilidad laboral.

Según los expertos, lo que dejan de lado las personas que se hacen adictos al trabajo son cosas tan importantes como la salud y la familia. Lo peor de llegar a rozar tal extremo es que la salud mental del empleado está expuesta tanto o más que su empleo.

Entre los japoneses se ha acuñado el concepto "Karoshi" para definir la muerte por exceso de trabajo, mientras que los investigadores noruegos por su parte, han desarrollado la Escala de Adicción al Trabajo para evaluar el riesgo de “Karoshi” entre los trabajadores.

Por supuesto, el punto serio aquí es que la glorificación del trabajo duro de muchas culturas disimula los efectos muy nocivos de la adicción al trabajo y conlleva por tanto, a que las empresas y sus gerentes sean ajenos a las consecuencias de esta patología.

Un jefe puede y debe ayudar…

El digital especializado Management-Issues, haciéndose eco de esta preocupación, explica que el nuevo estudio de la Universidad Estatal de Florida tiene como objetivo corregir esta situación sugiriendo formas prácticas con las que los gerentes pueden ayudar a sus empleados adictos al trabajo a mantenerse saludables y eficaces en el trabajo.

Pensar que como gerente se debe sacar el mayor partido de un empleado leal y responsable es tan poco ético como no canalizar las deficiencias de una persona que comienza a hacerse adicta al trabajo.

Según los expertos, los trabajadores terminan agotados por el exceso de horas dedicadas a la oficina, lo que incide directamente sobre su rendimiento y creatividad. Los espacios de ocio y desconexión son tan necesarios como cualquier actividad de formación profesional, ya que ambos procesos ayudan al personal.

Wayne Hochwarter,, profesor de Administración de Empresas en la Escuela de Negocios del Estado de Florida, estudió más de 400 casos de empleados en ocupaciones profesionales y administrativas y ha revelado que al menos seis de cada 10 personas se definen abiertamente como adictos al trabajo con un sentimiento coincidente en todos los casos: "se sienten culpables cuando se toman tiempo libre."

Estos adictos al trabajo auto-identificados informaron de un mayor esfuerzo en comparación con otros trabajadores con respecto a sus tareas en la oficina, pero también de el padecimiento de mayor tensión y estrés que el resto. Los adictos al trabajo manifestaron asimismo estar más dispuestos a ayudar a los demás y eran más propensos a ver a los compañeros de trabajo como inferiores y poco eficaces.

"Encontramos que hay un nivel óptimo de la adicción al trabajo para la eficacia de trabajo y la salud positiva", dice Hochwarter. "Sin embargo, cuando se manifiestan rangos excesivamente bajos o altos, tanto la empresa como el empleado son propensos a sufrir."

Los directivos son más propensos a la adicción

Cuando hablamos de cargos superiores es más probable, según los especialistas, incurrir en una adicción al trabajo. La responsabilidad y las expectativas pueden en muchos casos ser malentendidas por el empleado, lo que acaba por perjudicar su potencial y creatividad.

En el estudio realizado, los adictos al trabajo identificados se dividieron en aquellos que tenían acceso a recursos, tales como personal, el descanso y el apoyo social en el trabajo, y los que no lo tenían.

"Descubrimos que a los adictos al trabajo les afecta mucho sentir que están solos o que nadan contra corriente sin remos", explica Hochwarter. Es una actitud incluso común el sentimiento de que ni sus superiores se preocupan tanto como ellos por un buen resultado en el trabajo.

Teniendo en consideracción, además, la actual situación económica, que puede propiciar aún más la adicción al trabajo, ¿cómo pueden los gerentes orientar los esfuerzos de los adictos al trabajo en una dirección positiva?

En primer lugar, deben atender a los adictos al trabajo para determinar qué recursos físicos y sociales necesitan y luego ayudar a aumentar su acceso a los recursos de una manera justa y razonable, aconsejan los investigadores. Según Hochwarter, el objetivo de la mayoría de estos adictos es contribuir a la empresa, lograr el éxito personal y ver cómo sus esfuerzos dan frutos.

En segundo lugar, los gerentes necesitan tener expectativas más realistas, señalan los expertos. Los adictos al trabajo son a menudo los empleados más productivos de la empresa y suelen actuar como la mano derecha del gerente. Debido a su valor, los directivos tienen tendencia a manipular a estos empleados, con la promesa de una futura oportunidad de descanso que a menudo no sucede nunca.

"Tener expectativas realistas que tengan en cuenta tanto el trabajo como a la persona que lo realiza, es esencial", afirma Hochwarter. Las señales de advertencia de agotamiento son reconocibles y, si se ignoran, con el tiempo conducirán a resultados no deseados.



Iván Abreu Anaya
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