Científicos hacen un mapa del cerebro agradecido

La gratitud activaría áreas cerebrales vinculadas con la cognición moral y los juicios de valor subjetivos


Un equipo de neurocientíficos ha logrado mapear cómo el cerebro humano experimenta la gratitud, gracias a la ayuda de un recurso inesperado: los testimonios de personas que sobrevivieron al Holocausto nazi. Han descubierto que, cuando nos sentimos agradecidos, se activan áreas cerebrales vinculadas con la cognición moral y los juicios de valor, entre otras.


Redacción T21
20/10/2015

Gratitud. Fuente: USC.
Un equipo de neurocientíficos ha logrado mapear cómo el cerebro humano experimenta la gratitud, gracias a la ayuda de un recurso inesperado: los testimonios de  personas que sobrevivieron al Holocausto nazi.

"En medio de esta horrible tragedia, hubo muchos actos de valentía e intentos de salvar vidas", explica el director del estudio, Glenn Fox, investigador del 
Brain and Creativity Institute de la University of Southern California (USC) , en Estados Unidos. "Se suele asociar el Holocausto solo con cosas horribles. Pero cuando se escucha a los sobrevivientes, también encontramos historias de increíble virtud y de gratitud por la ayuda que se ha recibido", añade Fox en un comunicado de la USC.

El estudio arroja nueva luz sobre un tema muy poco estudiado, señalan los investigadores, pues hasta la fecha no se ha prestado mucha atención a la gratitud como emoción, a pesar de que esta premia a la generosidad y así mantiene un ciclo saludable de comportamiento social, explica por su parte Antonio Damasio, coautor del trabajo.

Cómo se hizo

El estudio se desarrolló a partir de múltiples grabaciones de testimonios guardados en los vastos archivos de la USC Shoah Foundation, una organización que se ocupa de hacer entrevistas a personas que lograron sobrevivir al Holocausto.

En él también se usó la tecnica de tomografía cerebral  (
procesamiento de imágenes del cerebro por secciones) para probar y realizar un seguimiento de la gratitud y su reflejo en el cerebro, en 23 sujetos de alrededor de 20 años de edad y sin conexión personal con el Holocausto .

Por un lado, las grabaciones de los supervivientes fueron usadas para estimular en estos jóvenes sentimientos de gratitud similares a los que los propios supervivientes habían sentido. Por ejemplo, se desarrollaron escenarios basados en relatos de algunos sobrevivientes que se habían salvado gracias a que alguien les dio algo -como un lugar para esconderse o un par de zapatos - que los ayudó.

Por otra parte, los voluntarios también fueron introducidos en la historia del Holocausto, mediante el visionado de breves documentales que explicaban su cronología, el ascenso del nazismo y la persecución; el internamiento de los detenidos; la solución final ; los últimos meses y la liberación de las víctimas de los campos nazis.

Tras mostrarles todos estos materiales, se mostró a los participantes historias transcritas, en los que ellos mismos eran ayudados, como: "Usted ha estado enfermo durante semanas. Un preso que es un médico encuentra una medicina y salva su vida". Los voluntarios calificaron entonces la profundidad de su propia gratitud en 50 de esos escenarios. Al mismo tiempo, con el escáner de resonancia magnética, los investigadores trazaron los circuitos de gratitud en el cerebro.

Áreas activadas

Fox explica que así se descubrió que, cuando sentimos la gratitud, en el cerebro se activan aquellas áreas responsables de los sentimientos de recompensa, de la cognición moral, de los juicios de valor subjetivos, de la equidad, de la toma de decisiones económicas y de la autorreferencia.

Estas áreas incluyen la  corteza prefrontal ventral,  la corteza prefrontal dorsomedial, así como el cortex del cíngulo anterior.   En general, la corteza prefrontal
, parte anterior de los lóbulos frontales del cerebro, está involucrada en la planificación de comportamientos cognitivamente complejos, en la expresión de la personalidad, en los procesos de toma de decisiones y en la adecuación del comportamiento social adecuado en cada momento. El cortex del cíngulo anterior, por su parte, ha sido vinculado a la empatía y las emociones.

Otros mapas

Aunque la gratitud en el cerebro haya sido poco estudiada hasta la fecha, como señalan Fox y sus colaboradores, sí que se habían realizado ya mapas cerebrales de otras emociones humanas.

Por ejemplo, en 2013 se publicó un mapa de la inteligencia emocional y, en 2012, otro más del cerebro enamorado.  En 2003, además, un estudio reveló la zona del cerebro en la que se alberga la identidad emocional, una característica de nuestra especie que nos hace únicos.

Referencia bibliográfica:

Glenn R. Fox, Jonas Kaplan, Hanna Damasio, Antonio Damasio. Neural correlates of gratitude. Frontiers in Psychology (2015). DOI: 10.3389/fpsyg.2015.01491.
 



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