Santino. Fuente: PLoSONE.
El Zoo Furuvik de Suecia alberga a Santino, un chimpancé que cobró notoriedad en 2009 al dedicarse a reunir piedras y fabricar proyectiles de cemento para arrojarlos contra los visitantes del recinto.
Pero esta no es la única capacidad de Santino. Un nuevo estudio ha descubierto que el famoso chimpancé idea muchas otras argucias contra los visitantes del jardín zoológico.
Los descubrimientos, publicados en PLoS ONE, sugieren que los chimpancés son capaces de anticipar los comportamientos y las acciones futuras de otros, aunque estos no estén presentes y, en consecuencia, propiciar una situación en lugar de simplemente prepararse para ella. Los resultados obtenidos indican que los chimpancés son capaces de combinar recuerdos episódicos en simulaciones perceptuales.
La investigación, realizada por especialistas de la Universidad de Lund (Suecia), analizó la capacidad de un chimpancé para trazar planes complejos. De esta forma, se constató que los chimpancés, considerados los «parientes» del reino animal más cercanos a los humanos, poseen la capacidad de engañar a otros con astucia y sutileza.
Pero esta no es la única capacidad de Santino. Un nuevo estudio ha descubierto que el famoso chimpancé idea muchas otras argucias contra los visitantes del jardín zoológico.
Los descubrimientos, publicados en PLoS ONE, sugieren que los chimpancés son capaces de anticipar los comportamientos y las acciones futuras de otros, aunque estos no estén presentes y, en consecuencia, propiciar una situación en lugar de simplemente prepararse para ella. Los resultados obtenidos indican que los chimpancés son capaces de combinar recuerdos episódicos en simulaciones perceptuales.
La investigación, realizada por especialistas de la Universidad de Lund (Suecia), analizó la capacidad de un chimpancé para trazar planes complejos. De esta forma, se constató que los chimpancés, considerados los «parientes» del reino animal más cercanos a los humanos, poseen la capacidad de engañar a otros con astucia y sutileza.
Planes secretos
El comportamiento de Santino intrigó a los investigadores, pues la planificación de su ardid se realizó sin que hubiera humanos a la vista, es decir, el chimpancé llevó a cabo su plan sin disponer de datos perceptuales directos sobre su objetivo, en este caso los visitantes del zoo.
Santino cobró fama mundial en 2009 cuando empezó a atacar a los visitantes del zoo con proyectiles de cemento y piedras. Este comportamiento se interpretó como un ejemplo de la planificación espontánea de una situación futura y por tanto de un estado psicológico claramente distinto al de sus muestras posteriores de agresividad.
La mayor parte de la comunidad científica consideraba que este tipo de capacidades cognitivas pertenecían en exclusiva a los humanos. En este estudio, los investigadores recopilaron datos más precisos sobre el comportamiento de Santino en relación a sus ataques con proyectiles durante la temporada de apertura del zoo en 2010.
Descubrieron que Santino perseveró en la tarea de recopilar proyectiles para arrojarlos luego con violencia e incluso ideó nuevos ardides, pues comenzó a valerse de camuflajes de un modo nunca visto, utilizando tanto escondites de paja como naturales (rocas).
Para comprobar la capacidad del chimpancé, el equipo situó a varios participantes del estudio en la zona de visitantes. El chimpancé en este caso podía arrojar los proyectiles a la gente antes de que tuvieran oportunidad de huir. Santino construyó sus escondites de paja cuando los visitantes no estaban presentes y arrojó los proyectiles cuando volvían.
La observación del chimpancé mostró una preferencia por la ocultación de sus objetos arrojadizos. Además, los científicos se percataron de que empleaba una combinación de dos estrategias de forma sistemática: escondía sus proyectiles y reducía las muestras de dominancia que solían preceder a los lanzamientos.
"La planificación ante futuros comportamientos posibles de otros individuos, en nuestra opinión, podría resolverse en un principio mediante un constructo perceptual de comportamientos experimentados con anterioridad en circunstancias distintas", indicaron los autores del estudio. "
"En este caso, no es necesaria ninguna teoría al estilo de un razonamiento sobre el estado mental de los demás. El comportamiento podría interpretarse a partir de simulaciones perceptuales, es decir, no es necesario representar el estado mental de otros ni para crear los constructos, sino que un catálogo de comportamientos aprendidos bastaría. Lo que subyace a las simulaciones perceptuales de distintos futuros posibles, lo que los hace [...] formarse, es una incógnita muy interesante que escapa a los propósitos de este estudio".
Los investigadores admiten que es necesario profundizar más en este sentido para determinar si los chimpancés y otros grandes simios pueden, en general, prepararse para planear un ardid y si son capaces de generar representaciones de comportamientos que aún no han sucedido de otros individuos que no están presentes.
El comportamiento de Santino intrigó a los investigadores, pues la planificación de su ardid se realizó sin que hubiera humanos a la vista, es decir, el chimpancé llevó a cabo su plan sin disponer de datos perceptuales directos sobre su objetivo, en este caso los visitantes del zoo.
Santino cobró fama mundial en 2009 cuando empezó a atacar a los visitantes del zoo con proyectiles de cemento y piedras. Este comportamiento se interpretó como un ejemplo de la planificación espontánea de una situación futura y por tanto de un estado psicológico claramente distinto al de sus muestras posteriores de agresividad.
La mayor parte de la comunidad científica consideraba que este tipo de capacidades cognitivas pertenecían en exclusiva a los humanos. En este estudio, los investigadores recopilaron datos más precisos sobre el comportamiento de Santino en relación a sus ataques con proyectiles durante la temporada de apertura del zoo en 2010.
Descubrieron que Santino perseveró en la tarea de recopilar proyectiles para arrojarlos luego con violencia e incluso ideó nuevos ardides, pues comenzó a valerse de camuflajes de un modo nunca visto, utilizando tanto escondites de paja como naturales (rocas).
Para comprobar la capacidad del chimpancé, el equipo situó a varios participantes del estudio en la zona de visitantes. El chimpancé en este caso podía arrojar los proyectiles a la gente antes de que tuvieran oportunidad de huir. Santino construyó sus escondites de paja cuando los visitantes no estaban presentes y arrojó los proyectiles cuando volvían.
La observación del chimpancé mostró una preferencia por la ocultación de sus objetos arrojadizos. Además, los científicos se percataron de que empleaba una combinación de dos estrategias de forma sistemática: escondía sus proyectiles y reducía las muestras de dominancia que solían preceder a los lanzamientos.
"La planificación ante futuros comportamientos posibles de otros individuos, en nuestra opinión, podría resolverse en un principio mediante un constructo perceptual de comportamientos experimentados con anterioridad en circunstancias distintas", indicaron los autores del estudio. "
"En este caso, no es necesaria ninguna teoría al estilo de un razonamiento sobre el estado mental de los demás. El comportamiento podría interpretarse a partir de simulaciones perceptuales, es decir, no es necesario representar el estado mental de otros ni para crear los constructos, sino que un catálogo de comportamientos aprendidos bastaría. Lo que subyace a las simulaciones perceptuales de distintos futuros posibles, lo que los hace [...] formarse, es una incógnita muy interesante que escapa a los propósitos de este estudio".
Los investigadores admiten que es necesario profundizar más en este sentido para determinar si los chimpancés y otros grandes simios pueden, en general, prepararse para planear un ardid y si son capaces de generar representaciones de comportamientos que aún no han sucedido de otros individuos que no están presentes.
Referencia:
Osvath, M. and Karvonen, E., Spontaneous Innovation for Future Deception in a Male Chimpanzee, PLoS ONE 7(5): e36782, 2012. doi:10.1371/journal.pone.0036782
Osvath, M. and Karvonen, E., Spontaneous Innovation for Future Deception in a Male Chimpanzee, PLoS ONE 7(5): e36782, 2012. doi:10.1371/journal.pone.0036782