Rover chino "Yutu". Imagen: CNSA. Fuente: ESA.
China viaja ya hacia la Luna. Ayer, día uno de diciembre, fue lanzada hacia el satélite la sonda no tripulada Chang’e 3 de la Administración Espacial Nacional (CNSA). El lanzamiento se realizó desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xinchang, en el centro del país.
La misión lleva a bordo un robot lander o aterrizador (de los que aterrizan en cuerpos celestes pero no se desplazan libremente por ellos; y se usan para tomar muestras de sus alrededores, y para analizarlas con instrumentos de a bordo); y un rover o vehículo explorador, que sí se desplazará por el satélite.
Este viaje a la Luna constituye la segunda fase del Programa de Exploración Lunar del país; cuyo objetivo a largo plazo es crear una estación espacial permanente en 2020 y enviar a una persona a la Luna en la próxima década, ha informado la Agencia Xinhuan.
Chang’e 3 será el primer vehículo lunar de China y la primera nave espacial que realiza un alunizaje suave (el contacto de la nave con el suelo se producirá a una velocidad inferior a los 10 metros por segundo), desde la misión rusa Luna 24 de 1976. Se prevé que Chang’e 3 alcance nuestro satélite el 14 de diciembre, y que permanezca funcionando sobre él durante un trimestre.
La misión lleva a bordo un robot lander o aterrizador (de los que aterrizan en cuerpos celestes pero no se desplazan libremente por ellos; y se usan para tomar muestras de sus alrededores, y para analizarlas con instrumentos de a bordo); y un rover o vehículo explorador, que sí se desplazará por el satélite.
Este viaje a la Luna constituye la segunda fase del Programa de Exploración Lunar del país; cuyo objetivo a largo plazo es crear una estación espacial permanente en 2020 y enviar a una persona a la Luna en la próxima década, ha informado la Agencia Xinhuan.
Chang’e 3 será el primer vehículo lunar de China y la primera nave espacial que realiza un alunizaje suave (el contacto de la nave con el suelo se producirá a una velocidad inferior a los 10 metros por segundo), desde la misión rusa Luna 24 de 1976. Se prevé que Chang’e 3 alcance nuestro satélite el 14 de diciembre, y que permanezca funcionando sobre él durante un trimestre.
Imagen del "conejo" en la superficie lunar que dio nombre al mito de Yutu. Fuente: Wikipedia.
Tecnología y mitología
La misión ha sido bautizada como Chang'e porque así se llama la diosa de la Luna en la mitología china. En el programa de exploración lunar del país ya existieron otras dos Chang’e, la Chang'e 1 y Chang 'e 2, que fueron orbitadores lunares.
La nueva Chang’e porta a Yutu o “Conejo de Jade”, un robot explorador cuyo nombre fue escogido a través de una encuesta online realizada a tres millones y medio de personas. Este nombre procede de un mito chino sobre un conejo blanco que vive en la Luna.
El mito fue a su vez generado a partir de la identificación (pareidolia) de las marcas lunares con un conejo (ver foto). La leyenda cuenta que, después de tragarse una pastilla mágica, Chang'e cogió su mascota y voló hacia la Luna, donde se convirtió en una diosa. Desde entonces, vivió allí con el conejo de jade.
"Yutu es un símbolo de la bondad, la pureza y la agilidad; y resulta idéntico al vehículo lunar, tanto en perspectiva como en connotaciones. Yutu también refleja el uso pacífico de China del espacio", explicó Li Benzheng, subcomandante en jefe del programa lunar de China, en una conferencia de prensa celebrada el pasado martes.
La misión ha sido bautizada como Chang'e porque así se llama la diosa de la Luna en la mitología china. En el programa de exploración lunar del país ya existieron otras dos Chang’e, la Chang'e 1 y Chang 'e 2, que fueron orbitadores lunares.
La nueva Chang’e porta a Yutu o “Conejo de Jade”, un robot explorador cuyo nombre fue escogido a través de una encuesta online realizada a tres millones y medio de personas. Este nombre procede de un mito chino sobre un conejo blanco que vive en la Luna.
El mito fue a su vez generado a partir de la identificación (pareidolia) de las marcas lunares con un conejo (ver foto). La leyenda cuenta que, después de tragarse una pastilla mágica, Chang'e cogió su mascota y voló hacia la Luna, donde se convirtió en una diosa. Desde entonces, vivió allí con el conejo de jade.
"Yutu es un símbolo de la bondad, la pureza y la agilidad; y resulta idéntico al vehículo lunar, tanto en perspectiva como en connotaciones. Yutu también refleja el uso pacífico de China del espacio", explicó Li Benzheng, subcomandante en jefe del programa lunar de China, en una conferencia de prensa celebrada el pasado martes.
La suelta de Yutu
La Chang'e 3 está por tanto compuesta de un robot lander y de un rover; y porta además un equipo científico. Según Space.com, se espera que la sonda tome tierra en unos quince días, en la región lunar de la Bahía del Arco Iris (Sinus Iridum), situada en la cara visible de la Luna, en el límite noroeste de Mare Imbrium (el Mar de las Lluvias).
Es ésta una extensa llanura originada por el impacto de un meteorito, con un diámetro de 236 kilómetros. Su suelo es fundamentalmente llano y está relleno de lava basáltica.
En esta región, Chang’e 3 pondrá en funcionamiento a Yutu, un rover de seis ruedas que pesa unos 140 kilos y que es capaz de soportar los cambios extremos de temperatura lunares (en la Luna se puede pasar de 100 ºC durante el día a -150ºC durante la noche).
Yutu patrullará el satélite durante tres meses, controlado por científicos desde la Tierra. El equipo radar que lleva acoplado en su parte superior servirá para estudiar la estructura y las capas del satélite que el rover atraviese en su recorrido.
Por otra parte, la sonda Chang’e 3 está equipada con sensores de alta precisión destinados al análisis de sus alrededores. Además, cuenta con un motor que reducirá su velocidad a medida que cae hacia la Luna; así como con sensores de reconocimiento del terreno, que se usarán para evitar obstáculos. Tras su aterrizaje, observará la
Luna con un telescopio óptico.
La Chang'e 3 está por tanto compuesta de un robot lander y de un rover; y porta además un equipo científico. Según Space.com, se espera que la sonda tome tierra en unos quince días, en la región lunar de la Bahía del Arco Iris (Sinus Iridum), situada en la cara visible de la Luna, en el límite noroeste de Mare Imbrium (el Mar de las Lluvias).
Es ésta una extensa llanura originada por el impacto de un meteorito, con un diámetro de 236 kilómetros. Su suelo es fundamentalmente llano y está relleno de lava basáltica.
En esta región, Chang’e 3 pondrá en funcionamiento a Yutu, un rover de seis ruedas que pesa unos 140 kilos y que es capaz de soportar los cambios extremos de temperatura lunares (en la Luna se puede pasar de 100 ºC durante el día a -150ºC durante la noche).
Yutu patrullará el satélite durante tres meses, controlado por científicos desde la Tierra. El equipo radar que lleva acoplado en su parte superior servirá para estudiar la estructura y las capas del satélite que el rover atraviese en su recorrido.
Por otra parte, la sonda Chang’e 3 está equipada con sensores de alta precisión destinados al análisis de sus alrededores. Además, cuenta con un motor que reducirá su velocidad a medida que cae hacia la Luna; así como con sensores de reconocimiento del terreno, que se usarán para evitar obstáculos. Tras su aterrizaje, observará la
Luna con un telescopio óptico.
Política en la Luna
Según informa El País. Pekín ve su programa espacial, de gestión militar, como una muestra tanto de su poder tecnológico y posición global, como del éxito del Partido Comunista para sacar al país de la pobreza; e insiste en que su programa espacial tiene fines pacíficos.
Sin embargo, el Departamento de Defensa de Estados Unidos quiere evitar que China aumente capacidades espaciales que puedan darle una ventaja estratégica.
Europa, en cambio, está ayudando a esta misión, a través de la Agencia Espacial Europea (ESA). Según un comunicado de la Agencia, la red de estaciones de seguimiento de ésta proporcionará un apoyo crucial a la misión durante su viaje de cinco días hacia la Luna.
Instantes después del despegue, la antena de 15 metros de la ESA en Kourou, Guayana Francesa, empezó ya a prestar apoyo de telecomunicaciones, recibiendo las señales de la misión y enviando comandos en coordinación con el centro de control de la misión en China.
La ESA seguirá la misión durante todo el viaje de Chang’e a la Luna. Durante la fase de descenso y después del aterrizaje, utilizará sus estaciones de espacio profundo para proporcionar servicios de localización ultra-precisos.
El apoyo europeo a la misión se coordinará desde el Centro de Control de Estrack, en el Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la ESA (ESOC) en Darmstadt, Alemania.
La razón de esta ayuda, según Thomas Reiter, Director de Vuelos Tripulados y Operaciones de la ESA radica en que “una cooperación internacional como ésta es fundamental para las futuras misiones de exploración, tripuladas o robóticas, de los planetas, lunas y asteroides, para el beneficio de todos”.
Según informa El País. Pekín ve su programa espacial, de gestión militar, como una muestra tanto de su poder tecnológico y posición global, como del éxito del Partido Comunista para sacar al país de la pobreza; e insiste en que su programa espacial tiene fines pacíficos.
Sin embargo, el Departamento de Defensa de Estados Unidos quiere evitar que China aumente capacidades espaciales que puedan darle una ventaja estratégica.
Europa, en cambio, está ayudando a esta misión, a través de la Agencia Espacial Europea (ESA). Según un comunicado de la Agencia, la red de estaciones de seguimiento de ésta proporcionará un apoyo crucial a la misión durante su viaje de cinco días hacia la Luna.
Instantes después del despegue, la antena de 15 metros de la ESA en Kourou, Guayana Francesa, empezó ya a prestar apoyo de telecomunicaciones, recibiendo las señales de la misión y enviando comandos en coordinación con el centro de control de la misión en China.
La ESA seguirá la misión durante todo el viaje de Chang’e a la Luna. Durante la fase de descenso y después del aterrizaje, utilizará sus estaciones de espacio profundo para proporcionar servicios de localización ultra-precisos.
El apoyo europeo a la misión se coordinará desde el Centro de Control de Estrack, en el Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la ESA (ESOC) en Darmstadt, Alemania.
La razón de esta ayuda, según Thomas Reiter, Director de Vuelos Tripulados y Operaciones de la ESA radica en que “una cooperación internacional como ésta es fundamental para las futuras misiones de exploración, tripuladas o robóticas, de los planetas, lunas y asteroides, para el beneficio de todos”.
Estación Kourou de la ESA. Fuente: ESA.
La ESA seguirá también el alunizaje
Kourou seguirá a la nave hasta que entre en órbita lunar el día seis de diciembre, y durante su descenso a la superficie de la Luna, previsto para el mediodía del día 14, en coordinación con las estaciones de seguimiento chinas, Kashi y Jiamusi.
“En cuanto la nave se encuentre sobre la superficie lunar, utilizaremos nuestras antenas de espacio profundo de 35 metros de diámetro en Cebreros, España, y Nueva Norcia, Australia, para determinar su posición utilizando la técnica ‘delta-DOR’, explica Erik Soerensen, responsable del apoyo de seguimiento a misiones externas en el ESOC.
“La técnica ‘delta-DOR’ permite determinar la posición de la nave con una precisión extrema, lo que ayudará a nuestros compañeros chinos a evaluar con precisión el lugar del alunizaje”.
Kourou seguirá a la nave hasta que entre en órbita lunar el día seis de diciembre, y durante su descenso a la superficie de la Luna, previsto para el mediodía del día 14, en coordinación con las estaciones de seguimiento chinas, Kashi y Jiamusi.
“En cuanto la nave se encuentre sobre la superficie lunar, utilizaremos nuestras antenas de espacio profundo de 35 metros de diámetro en Cebreros, España, y Nueva Norcia, Australia, para determinar su posición utilizando la técnica ‘delta-DOR’, explica Erik Soerensen, responsable del apoyo de seguimiento a misiones externas en el ESOC.
“La técnica ‘delta-DOR’ permite determinar la posición de la nave con una precisión extrema, lo que ayudará a nuestros compañeros chinos a evaluar con precisión el lugar del alunizaje”.