John Rutledge en una columna reciente de la revista Forbes, asegura que esas dos potencias son dos elefantes en un salón, ambos empujando el petróleo hacia arriba a un nivel insostenible, dada la producción actual. Es muy simple: nos quedaremos sin petróleo, a menos que aprendamos a conservarlo y a producir más, comenta Rutledge.
La demanda global de petróleo continuará creciendo. Si China sigue consumiendo tanto petróleo por dólar de producto bruto interno como lo hace hoy, en 20 años su demanda será mayor que la producción petrolera total mundial.
En conversaciones mantenidas por Rutledge con funcionarios de Pekín, ellos aseguran que están trabajando duro en la conservación del petróleo y de la energía; están explorando nuevas fuentes, están construyendo plantas nucleares; también tratarán de salirse de su actual tendencia al consumo de carbón para proteger la calidad del aire y para salvar las vidas de los mineros de carbón.
Rutledge afirma que Estados Unidos debería hacer lo mismo. La gente va a tener que aparcar sus automóviles y convertirlos en floreros. No nos podemos dar el lujo de usar el petróleo y el gas a los niveles corrientes. Cuanto más rápido hagamos crecer el sector servicios, el problema del petróleo resultará más fácil. Este es un sector eficiente, en términos de uso de energía, manifiesta el economista.
Cómo parar el alza del crudo
Se podrá ver un galón de gasolina a 4 dólares pero también se podría ver el precio bajar. En el corto plazo, los precios fluctúan en base a inventario, sentimientos del mercado, especulación de los fondos o un discurso del presidente. A plazo más largo, se deben tener algunas soluciones reales: construir más refinerías, cavar más pozos y ganar acceso a las reservas petroleras de Alaska. Y también desarrollar las arenas petrolíferas y los recursos de metano congelados.
Asimismo se debería trabajar duro en fuentes alternativas de energía. Dios creó una limitada cantidad de dinosaurios y están todos muertos, comenta Rutledge, añadiendo que necesitamos desarrollar energía solar y eólica, entre otras fuentes.
A más largo plazo, sin embargo, la energía humana dominará a la energía petrolífera como la fuente principal de crecimiento económico. La energía humana es lo que convierte a China e India en rivales formidables, ya que ellos tienen más de dos mil millones de personas con las que competir por recursos, capital y trabajo.
El sustituto
Para los inversores, el carbón es el nuevo petróleo. China anunció que están cerrando sus minas de carbón de la región sur en respuesta a accidentes fatales y con el propósito de mejorar la calidad de vida. Asimismo, China tiene un terrible problema con la polución del aire debido al carbón.
Una producción de carbón menor por parte de China pone más presión sobre otros productores de carbón e incrementa el precio del carbón en relación al petróleo.
A pesar de todas las apariencias, Rutledge afirma que no está pintando un escenario apocalíptico. Las reservas limitadas y la demanda creciente sólo implican que la humanidad tiene que cambiar conductas antes de chocar contra la pared. Y lo haremos, siempre lo hemos hecho; es la historia de la adaptación y continuo reciclaje del hombre , asevera el economista.
Los precios altos convencen a la gente sobre un cambio. Es importante que estos precios no se controlen artificialmente, ya que un galón de gasolina de 3 ó 4 dólares cambiará las decisiones del ciudadano respecto a temas como vivir cerca del trabajo, conducir un coche más pequeño o hacer menos paseos.
Las reservas energéticas constituyen un problema real a largo plazo. Problema con el que hay que lidiar hoy, porque sin soluciones, planteará el escenario para un conflicto serio entre dos gigantes. La relación entre Estados Unidos y China en los próximos años marcará la historia de la humanidad; esperemos que los que toman decisiones sepan verlo.
La demanda global de petróleo continuará creciendo. Si China sigue consumiendo tanto petróleo por dólar de producto bruto interno como lo hace hoy, en 20 años su demanda será mayor que la producción petrolera total mundial.
En conversaciones mantenidas por Rutledge con funcionarios de Pekín, ellos aseguran que están trabajando duro en la conservación del petróleo y de la energía; están explorando nuevas fuentes, están construyendo plantas nucleares; también tratarán de salirse de su actual tendencia al consumo de carbón para proteger la calidad del aire y para salvar las vidas de los mineros de carbón.
Rutledge afirma que Estados Unidos debería hacer lo mismo. La gente va a tener que aparcar sus automóviles y convertirlos en floreros. No nos podemos dar el lujo de usar el petróleo y el gas a los niveles corrientes. Cuanto más rápido hagamos crecer el sector servicios, el problema del petróleo resultará más fácil. Este es un sector eficiente, en términos de uso de energía, manifiesta el economista.
Cómo parar el alza del crudo
Se podrá ver un galón de gasolina a 4 dólares pero también se podría ver el precio bajar. En el corto plazo, los precios fluctúan en base a inventario, sentimientos del mercado, especulación de los fondos o un discurso del presidente. A plazo más largo, se deben tener algunas soluciones reales: construir más refinerías, cavar más pozos y ganar acceso a las reservas petroleras de Alaska. Y también desarrollar las arenas petrolíferas y los recursos de metano congelados.
Asimismo se debería trabajar duro en fuentes alternativas de energía. Dios creó una limitada cantidad de dinosaurios y están todos muertos, comenta Rutledge, añadiendo que necesitamos desarrollar energía solar y eólica, entre otras fuentes.
A más largo plazo, sin embargo, la energía humana dominará a la energía petrolífera como la fuente principal de crecimiento económico. La energía humana es lo que convierte a China e India en rivales formidables, ya que ellos tienen más de dos mil millones de personas con las que competir por recursos, capital y trabajo.
El sustituto
Para los inversores, el carbón es el nuevo petróleo. China anunció que están cerrando sus minas de carbón de la región sur en respuesta a accidentes fatales y con el propósito de mejorar la calidad de vida. Asimismo, China tiene un terrible problema con la polución del aire debido al carbón.
Una producción de carbón menor por parte de China pone más presión sobre otros productores de carbón e incrementa el precio del carbón en relación al petróleo.
A pesar de todas las apariencias, Rutledge afirma que no está pintando un escenario apocalíptico. Las reservas limitadas y la demanda creciente sólo implican que la humanidad tiene que cambiar conductas antes de chocar contra la pared. Y lo haremos, siempre lo hemos hecho; es la historia de la adaptación y continuo reciclaje del hombre , asevera el economista.
Los precios altos convencen a la gente sobre un cambio. Es importante que estos precios no se controlen artificialmente, ya que un galón de gasolina de 3 ó 4 dólares cambiará las decisiones del ciudadano respecto a temas como vivir cerca del trabajo, conducir un coche más pequeño o hacer menos paseos.
Las reservas energéticas constituyen un problema real a largo plazo. Problema con el que hay que lidiar hoy, porque sin soluciones, planteará el escenario para un conflicto serio entre dos gigantes. La relación entre Estados Unidos y China en los próximos años marcará la historia de la humanidad; esperemos que los que toman decisiones sepan verlo.