Canadá pone en marcha la primera central eléctrica que captura el CO2 que genera

Boundary Dam enterrará este gas tóxico, para evitar que el equivalente a las emisiones de 250.000 coches llegue a la atmósfera


El funcionamiento de la planta eléctrica Boundary Dam de Canadá equivaldrá a retirar 250.000 coches de circulación, en cuanto a reducción de emisiones de CO2 se refiere. Se trata de la primera central del mundo que funciona con la técnica de captura y almacenamiento de CO2 (CAC). Buenas perspectivas que, sin embargo, no terminan de convencer a los grupos ecologistas. Por Marta Lorenzo.


Marta Lorenzo
15/12/2014

Central eléctrica de Boundary Dam en 2008. Imagen: Wtshymanski. Fuente: Wikipedia.
La captura y almacenamiento de CO2 (CAC) es una técnica que permite, como su propio nombre indica, almacenar el dióxido de carbono –uno de los principales gases de efecto invernadero- que emiten grandes centrales eléctricas o plantas industriales, para evitar su llegada a la atmósfera.

El proceso se haría en tres etapas: la captura del dióxido de carbono allí donde se produce (separándolo de otros gases), su transporte hacia el lugar de almacenamiento y, por último su almacenamiento en formaciones geológicas,  por ejemplo.

La primera central eléctrica del mundo que aplica este sistema es la canadiense Boundary Dam, que promueve la sociedad pública SaskPower, y la Agencia Internacional de la Energía (AIE).  

Inaugurada el pasado mes de octubre, la planta captura el dióxido de carbono de sus emisiones para enterrarlo. Se espera que el proceso permita captar un millón de toneladas de dióxido de carbono por año, lo que equivale a retirar de la circulación 250.000 vehículos. El proyecto ha costado casi 1.000 millones de euros.

A favor y en contra de la CAC

Los partidarios de la CAC señalan que esta técnica podría tener un papel importante en todo el mundo en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.

Sin embargo, organizaciones ecologistas como SOS Clima, la campaña de Amigos de la Tierra cuyo objetivo es conseguir para España una legislación estatal para abordar la problemática del cambio climático, ha señalado que la CAC no sería una medida efectiva, pues “no hace desaparecer el CO2 de la atmósfera, sólo lo hace 'de la vista'”, puede justificar la construcción de nuevas centrales eléctricas clásicas y contaminantes, y es una técnica que requiere una inversión que dejará de dedicarse a las renovables, entre otros argumentos.

Ecologistas en Acción, por su parte, defiende que esta opción únicamente “trata de esconder los problemas, sin garantía alguna de resolverlos, y dejando a generaciones futuras una hipoteca ambiental más, esperando que sean ellas las que encuentren la solución adecuada”.

A pesar de la opiniones de los ecologistas y del alto precio de la aplicación de la CAC, hay otros proyectos en marcha en esta dirección en Estados Unidos, Arabia Saudí y Australia. Los dos proyectos de EEUU se encuentran ahora mismo en construcción. Uno de ellos es la planta de Kemper County, en Misisipi, Estados Unidos, en la que se capturará el 65% del CO2 producido.

Modernizar las centrales eléctricas

Muchas centrales de carbón de todo el mundo deberán actualizarse tecnológicamente para cumplir con las nuevas regulaciones respecto a las emisiones de gases de efecto invernadero.

La CAC se encuentra entre las medidas a tomar contra el cambio climático propuestas en uno de los más recientes informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés).

En estos informes se ha señalado asimismo que las emisiones de CO2 procedentes de la combustión de combustibles fósiles y de procesos industriales contribuyeron en un 78% al incremento total de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera entre 1970 y 2010.   



Marta Lorenzo
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