Buscan marcadores biológicos para patologías psiquiátricas

Investigadores españoles tratan de comprender los mecanismos moleculares y celulares que subyacen a estos trastornos


El Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), junto con varios grupos clínicos de los Departamentos de Psiquiatría de los Hospitales 12 de Octubre y Gregorio Marañón, está desarrollando sistemas de búsqueda de marcadores biológicos en patologías psiquiátricas. Su esfuerzo tratará de alcanzar uno de los principales objetivos de la medicina moderna: comprender los mecanismos moleculares y celulares que subyacen a estos trastornos. UCM/T21.


UCM/T21
30/05/2012

En pacientes con esquizofrenia hay un aumento de prostaglandinas inflamatorias y una disminución de prostaglandinas antiinflamatorias (Schizophrenia Research,128:15-22. 2011). Imagen: UCM
Uno de los principales retos de la medicina moderna es la comprensión de los mecanismos moleculares y celulares que subyacen en las principales patologías mentales.

Desde hace décadas, el diagnóstico y tratamiento de estas patologías dependen de una labor clínica detallada y experta de los psiquiatras. Las técnicas e instrumentación disponibles para el diagnóstico en este campo son, sin embargo, muy escasas en comparación con las de la mayoría de las otras especialidades médicas.

En los últimos años, se están haciendo avances en el estudio de la información disponible proveniente de las técnicas de imagen médica y de registros electroencefalográficos.

Estos avances han propiciado que dichas técnicas se hayan ido convirtiendo paulatinamente en un apoyo fundamental para los diagnósticos psiquiátricos.

El trabajo desarrollado por el grupo de investigación “Neuropsicofarmacología Molecular” de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), tanto en modelos animales –in vitro e in vivo- como, en la actualidad, en pacientes psiquiátricos, está permitiendo encontrar nuevas claves interesantes para el diagnóstico y la comprensión de nuevos mecanismos intra e intercelulares para un mejor diseño de nuevas estrategias terapéuticas en patologías psiquiátricas.

El futuro que nos espera

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión mayor ocupa el tercer lugar (dato incluido en el año 2004) en la lista de las principales causas de “carga de enfermedad” (años de vida perdidos por causa de enfermedad). Las estimaciones mundiales según este organismo es que este trastorno ocupará el primer lugar en el año 2030.

La depresión mayor, la esquizofrenia y el trastorno bipolar figuran entre las cuatro patologías mentales y neurológicas que más cuestan a la sociedad (tanto en países de renta alta como en países de renta media y baja).

Por ejemplo, en Europa, los trastornos del estado de ánimo suponen 26 billones de euros en costes de salud directos y 72 en costes indirectos; los trastornos psicóticos, 29 en gasto sanitario directo y 65 en gastos indirectos.

La realidad que reflejan tanto los datos actuales como las previsiones responde en gran medida a la falta de medios diagnósticos rápidos y fiables, así como a la falta de comprensión de la fisiopatología de estos trastornos. Se estima que alrededor de un 50 % de los pacientes con trastornos del estado de ánimo y un 30-50 % de los pacientes con trastornos psicóticos son resistentes al tratamiento.

Entender las consecuencias biológicas de la enfermedad mental

El grupo de investigación Neuropsicofarmacología Molecular de la UCM, liderado por el Dr. Juan Carlos Leza, trabaja en la actualidad en estrecha colaboración con los servicios de Psiquiatría de los Hospitales 12 de Octubre y Gregorio Marañón en estudios conducentes al entendimiento de la fisiopatología de patologías mentales.

En concreto, su colaboración con el Hospital 12 de Octubre, a través del grupo de Psicosis y Trastornos Relacionados del Instituto de Investigación, en una investigación co-dirigida por la Dra. Isabel Martínez-Gras, ha permitido la identificación de un disbalance inflamatorio/antiinflamatorio en pacientes crónicos diagnosticados de esquizofrenia en fase aguda de descompensación, cuyo tratamiento podría verse favorecido en un futuro con la introducción de fármacos que restauraran la señalización de la vía antiinflamatoria.

En virtud de su asociación con el Hospital Gregorio Marañón –a través del grupo de investigación en las bases biológicas de los trastornos del espectro autista-, en una investigación co-dirigida por la Dra. Mara Parellada, ha sido posible identificar disbalances en los mecanismos antioxidantes en un grupo de adolescentes con trastorno de Asperger (un tipo de autismo) en comparación con controles sanos y pacientes con un primer episodio psicótico (que en otros estudios propios también han demostrado alteraciones en el equilibrio oxidativo), lo cual podría suponer una nueva diana terapéutica para estos trastornos.

El hallazgo de mecanismos fisiopatológicos intermedios entre las causas genéticas y ambientales y la enfermedad manifiesta, es de especial relevancia en este sentido.

Además de estos dos estudios, y dentro del Consorcio Nacional de Investigación en Salud Mental (el Centro de Investigación Biomédica en Red en el Área de Salud Mental (CIBERSAM), estos grupos están desarrollando baterías completas de indicadores biológicos de patologías mentales, especialmente depresión y primeros episodios psicóticos, junto con otros grupos clínicos de España.



UCM/T21
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