Birdly hace realidad el sueño de volar como un pájaro

El simulador ofrece una experiencia de inmersión total, de cuerpo completo


Un equipo de investigación suizo ha creado una de las experiencias de realidad virtual más impresionante e intuitiva del momento. Bajo el nombre de Birdly se presenta un simulador de vuelo que permite al usuario meterse en la piel de un pájaro, con la inmersión de todo el cuerpo. Puede mover los brazos y las manos como si fueran alas, planear entre edificios y sentir el viento de cara de forma totalmente realista. Tras un recorrido de prueba por las principales ciudades del mundo, los investigadores planean fabricar y vender el simulador en breve. Por Patricia Pérez


Patricia Pérez Corrales
11/12/2015

El simulador se asemeja a una mesa de exploración futurista. Fuente: Somniacs
Como si tuviera alas en lugar de brazos, Kip Fenton se elevó en el horizonte de la ciudad de Nueva York, avanzando entre un mar de rascacielos mientras notaba como el viento silbaba en sus oídos. Al quitarse las gafas regresó a la habitación donde se encontraba aquel extraño artefacto que le había llevado a soñar. "Siempre he querido volar. Es una de esas fantasías en las que piensas, si pudiera ser un animal sería un pájaro", relata Fenton en un artículo publicado en la revista online Phys.org.

Precisamente esa fascinación humana por volar fue lo que inspiró a Max Rheiner, un desarrollador de software suizo de 59 años, para crear su simulador de vuelo. Bautizado como Birdly, el prototipo se exhibía con gran éxito la semana pasada en Le Laboratoire, un pequeño centro de arte y diseño dentro del Centro Tecnológico de Cambridge, en Estados Unidos.

Birdly comenzó en 2013 como un proyecto de investigación relacionado con el arte y el diseño en la Escuela Superior de las Artes de Zúrich (ZHdK), en Suiza. Max Rheiner dirigió un equipo de investigadores y estudiantes de diseño que trabajaron en conceptos visionarios y en los primeros prototipos relacionados con el sueño de volar. Entre el otoño de 2013 y la primavera de 2014 crearon la primera versión de Birdly, una tecnología sin precedentes capaz de simular la experiencia de un pájaro en vuelo, con la inmersión de todo el cuerpo.

Desde entonces, diferentes prototipos se han paseado por todo el mundo para que el público pueda experimentar la sensación de volar y conocer el funcionamiento del artilugio, como es el caso de Fenton en Le Laboratoire. Esta andadura le ha servido para cosechar premios y reconocimientos, y expertos en Entretenimiento y Realidad Virtual e innumerables fans ya lo alzan como una las mejores y más emocionantes aplicaciones de realidad virtual del momento.

Inmersión completa

Una mesa de exploración futurista con alas y un ventilador al frente invita a los usuarios -o quizá no mucho- a subir, colocándose bocabajo y con los brazos estirados, descansando las palmas sobre unas placas que actúan como plumas. El equipamiento se completa con unos auriculares y gafas de realidad virtual, en este caso las Oculus Rift.

La experiencia de vuelo se consigue con varios métodos. A diferencia de un simulador común, el usuario no necesita estar pendiente del joystick, ratón o cualquier otro botón, sino que encarna intuitivamente un pájaro, el milano real. Para evocar esta sensación, la tecnología se basa principalmente en el acoplamiento sensorial motoro. El participante puede dirigir el simulador con los brazos y las manos, inclinarse hacia un lado u otro, lo que se correlaciona directamente con el aleteo del ave. Esas acciones se muestran físicamente a través de balanceos y otros movimientos.

Además queda totalmente inmerso en el paisaje virtual, una panorámica 360º en la que su cuerpo es el del milano real. Para intensificar la experiencia, un ventilador simula el aire durante todo el trayecto, mientras el sonido del viento y el aleteo retumban en los auriculares; siempre en función de la velocidad del ave.

El objetivo de Rheiner era conseguir que las maniobras fueran lo más intuitivo posible. En consecuencia, después de un par de minutos, la mayoría de quienes han probado el simulador aprende a llevarlo de forma natural.

De la investigación al mercado

Durante los cuatro días de exposición en Cambridge la expectación fue máxima, con las reservas al completo en todas las sesiones para probar el simulador. La mayoría de críticas fueron positivas, aunque hubo quien salió contrariado. Es el caso de la directora ejecutiva del centro de arte, Carrie Fitzsimmons, quien saltó del simulador al producirle vértigo.

Tras más de un año de promoción, el equipo de Birdly está a punto de terminar su gira, mientras continúa el aumento gradual de su sociedad, Somniacs. Según detalla en su web, esta se creó a principios de 2015 como una filial de la universidad para abordar la demanda de productos, servicios e información relacionados con la tecnología, así como el despliegue de la realidad virtual de última generación.

Los investigadores planean fabricar y vender el simulador en breve. No será un dispositivo asequible para el consumidor de a pie, aunque aún no se ha fijado el precio. También están explorando si se puede adaptar su uso para terapia, especialmente para personas en silla de ruedas.

Mientras Fenton regresaba a su casa, sólo tenía una queja sobre el vuelo: deseaba que hubiera durado un poco más.



Patricia Pérez Corrales
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